lunes, 28 de diciembre de 2009

MÁS INTOLERANCIA

Por si los problemas económicos y del combate a la delincuencia organizada fueran pocos, estamos observando una polarización social inducida por esos poderes que se resisten a perder parte de su influencia terrenal, aunque se ostenten como divinos.
El motivo parece una tontería, el reconocimiento legal a uniones entre personas que son consensuadas, es decir, no forzadas porque tienen como requisito la aceptación mutua y además, y quizás más importante, una base afectuosa o amorosa.
El matrimonio por amor es un producto tardío de nuestras civilizaciones, antes eran por simple conveniencia y esos autores sociales, esas iglesias legitimaban las uniones, no dudaban lo más mínimo en celebrar matrimonios (de esos de hasta que la muerte los separe) aunque los contrayentes estuvieran en contra, aunque no se quisieran, aunque se odiaran mutuamente, total, el tiempo, la costumbre y la convivencia forzada harían surgir el amor (a eso ahora le llamamos el síndrome de Estocolmo, que aparece en casos de personas que son retenidas en contra de su voluntad sujetas a abusos cotidianos y terminan estableciendo relaciones de afecto con sus captores, creo que no es necesario recordar los casos emblemáticos de Patricia Hearst o de las rehenes colombianas que hasta tuvieron hijos con los supuestos guerrilleros que tenían como principal tarea evitar que se escaparan). Pero no todos terminan así, generalmente son larguísimas batallas donde el odio, las agresiones y el uso de los hijos como armas psicológicas vuelven un infierno lo que debiera ser una vida dedicada al desarrollo personal, familiar y social, pero si las cosas empiezan mal casi siempre terminan mal.
También vale la pena traer a la memoria que antes de ese romanticismo que la literatura elevara a la categoría de arte, los señores feudales eran los que aprobaban o no las uniones entre sus siervos, uniones que debían tener como principal tarea incrementar la producción del feudo, el establecer ligas con otros feudos que redundaran en el beneficio económico y en el poderío militar. El amor era un estorbo, algo que debía evitarse.
Nuestras iglesias cristianas crecieron y tomaron fuerza en ese entorno, si alguna vez creyeron en el amor como algo importante en las relaciones humanas, durante tanto siglos de conveniencia se les olvidó hasta parecerles algo aberrante, por eso su oposición cruenta a las leyes de reforma en nuestro país y a las otras leyes, en otros países, que les impidieron ser los únicos en sancionar esas uniones entre seres humanos y que se cristalizaban en la capacidad de adquirir derechos civiles, como heredar, como ser reconocidos legalmente para ejercer la patria potestad sobre la descendencia, para adoptar, para asegurar a la pareja en los sistemas de salud y demás a los que estamos acostumbrados.
Historiadores como Enrique Krauze ubican el llamado “derecho de pernada”, es decir, a ese abuso que se consentía por las autoridades civiles y eclesiásticas incluso en tiempos tan recientes como los del hacendado prerevolucionario que ejercía contra el personal femenino que tenían a su servicio. El derecho a un matrimonio fundado en el amor ha tenido que ser ganado por una ciudadanía heredera de los derechos universales que detonaron la Revolución Francesa, no es un invento de las iglesias, se ha logrado a pesar de ellas.
El reconocimiento de las sociedades de convivencia antes y de los matrimonios entre seres humanos basadas en el afecto y el amor ahora, parecen un paso lógico, en el primer caso hay que reconocer a esos modelos de familia diferentes a las tradicional y que han sido forzadas por un modelo económico que considera todo (hasta el amor) como una mercancía, por eso no les resulta extraño que ya existan miles de núcleos familiares donde sólo la presencia femenina está presente porque los hombres han tenido que emigrar a buscar el trabajo y el ingreso que en su tierra no tienen (aquí habría que criticar y sancionar a esas autoridades que no han sido capaces de construir un modelo económico alternativo, en lugar de irse por lo fácil y hablar mal de la moral o de la pérdida de costumbres que, como siempre, responden a un entorno social y económico específico). En el segundo, hay que reconocer una diversidad que se ha tratado de ocultar, que se señala y discrimina hasta extremos difíciles de entender, hay que legitimar el amor como razón necesaria (aunque quizás no suficiente) para formar un núcleo familiar en donde todos sus integrantes colaboren en el desarrollo de todos.
El embate dirigido no contra una legislación que simplemente reconoce y reglamenta lo existente, sino contra una de las muchas minorías que muestran la diversidad humana, es un botón más de intolerancia, de ganas de fastidiar al prójimo argumentando que se hace por su bien.

jueves, 17 de diciembre de 2009

PROSPECTIVA 2010

Joaquín Córdova Rivas

La propuesta parecía atractiva pero en algo frustrante. Hacer un número monográfico sobre lo que se espera el próximo año suena más a tarea de adivinos y charlatanes que una cosa seria, pero la tentación por siquiera hacer el intento tampoco es despreciable, así que caigamos en la provocación.
Y es que según el diccionario de la Real Academia Española la palabra prospectiva viene del latín prospicere que significa mirar, pero no es cualquier mirada, no es al menos la del voyeur, palabra francesa que designa a quienes gustan de mirar a personas en situaciones íntimas o eróticas, sino las del curioso que armado de sus conocimientos y experiencias intenta hacer un “Conjunto de análisis y estudios realizados con el fin de explorar o de predecir el futuro, en una determinada materia”. Allí está el intríngulis del asunto, hay que mirar al futuro.
Usted amable lector estará de acuerdo que ninguno de los sentidos con que nos dotó la naturaleza sirve para ver tan lejos en el tiempo, las herramientas tendrán que ser otras, quizás las enlistadas antes, los conocimientos y las experiencias, pero esas sirven para hacer posmoniciones, es decir, para saber lo que ya pasó; para las premoniciones hay que agregar la imaginación.
Comencemos pues. La producción de Magazine Televisión consultó a la ciudadanía sobre lo que espera en los últimos tres años de la administración de Felipe Calderón, las respuestas, como es lógico, fueron variadas y algunas hasta divertidas, se me ocurrió imaginarme qué podría haber respondido si alguien se hubiera tomado la molestia de preguntarme ¿Qué espera del gobierno de Felipe Calderón? Respuesta: que se termine. Tenemos pues, una primera predicción: nos la vamos a pasar el 2010 en la batalla por encontrarle pies y cabeza a la propuesta de reforma política del ejecutivo federal, porque de alguna manera tiene que encarar la difícil tarea de festejar el bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución; siendo ideológicamente contrario a esos movimientos sociales hay que centrar la atención en cambios que busquen deshacer el monopolio de la representación política de los partidos, pero eso no podrá hacerse desde el Congreso, las cúpulas partidistas no se van a suicidar teniendo la mirada y la ambición puestas en el 2012, porque si los festejos mencionados se ponen a bordar sobre esas viejas demandas y anhelos capaz que los resucitan y eso es impensable para un partido de derecha de los antigüitos. Cosa diferente pudiera suceder si la reforma propuesta fuera dirigida a la ciudadanía en su conjunto, a sus organizaciones sociales, apostando a la movilización pero ¿cómo se hace eso metidos en una guerra contra el narco que se libra en las calles y con las fuerzas armadas fuera de los cuarteles?
Aún así algunos de los poderes fácticos, que se refieren según el diccionario mencionado a: “El que se ejerce en la sociedad al margen de las instituciones legales, en virtud de la capacidad de presión o autoridad que se posee; p. ej., la banca, la Iglesia, la prensa”. Tendrán que ceder terreno debido al excesivo desgaste y abuso de su poder extralegal. Ya se está viendo el alto costo político que tiene mantener al duopolio televisivo, o las modificaciones a las constituciones de los estados que imponen creencias religiosas a todos, o los altísimos costos de las prácticas agiotistas de nuestro sistema bancario. Si no tienen la sensibilidad para retroceder corren el riesgo de que otro poder los sustituya completamente ¿el ejército?
Pocas figuras sociales destacan en el firmamento opaco y mediocre mexicano, de los que seguirán aprovechando los reflectores por ser considerado como una voz diferente seguirá siendo: el rector de la UNAM, que ya escogió las batallas en que sabe que puede ganar, la primera, la propuesta de un proyecto de Nación (así, con mayúsculas) aprovechando la riqueza cultural y científica que contiene una Universidad Nacional bien posicionada internacionalmente. La segunda, enmarcada en la anterior pero que merece una consideración aparte, el deslinde del que podría despegar como el único proyecto visible y “exitoso” del calderonismo, las reformas integrales a la Educación Básica (RIEB) y a la Educación Media Superior (RIEMS) y su apuesta por una educación basada en “competencias”. Ambas con un soporte único y fácil de tirar, la prueba ENLACE.
Lo queretano resulta más fácil de adivinar. Terminará la “luna de miel” de los ciudadanos con el nuevo gobierno, no gracias a la actividad opositora del resto de las fuerzas políticas que buscan acomodarse al cambio en los colores y en la redacción de los lemas, sino por el afán revanchista de algunos priistas que se vieron desplazados 12 años de las definiciones y los negocios. Se ve difícil un ataque directo a la figura del gobernador lo que hace más fácil pegarle a alguno de sus inexpertos colaboradores o a alguno de los viejos que no se han percatado que las cosas no pueden ser como antes, aunque su cerebro y sus deseos les digan lo contrario. Predecir una desilusión ciudadana total es casi imposible, los desastres que dejaron las administraciones panistas dan mucha ventaja, pero si no se ventilan se pueden revertir, por eso hay que escarmentar en algunos que resulten representativos por lo desastroso de su gestión ¿qué le parecen los ex de la CEA y de obras públicas estatales?
Las presiones sobre el sistema educativo estatal serán brutales, principalmente en educación media y superior. Para nadie es desconocido que uno de los principales apoyos del gobierno anterior era y sigue siendo la gran cantidad de escuelas privadas y su ideología conservadora, los caminos para neutralizar esa situación serán dos: llevarlas al cumplimiento estricto del marco legal constitucional y reforzar significativamente la educación pública masiva, laica y de calidad; eso traducido en cambios urgentes y reforzamiento de la UAQ, el COBAQ, CECYTEQ, meter en estos sistemas a personas que sepan de educación y no a simples administradores o a cuates del rector y del director general respectivamente, como suele suceder.
Podemos seguir imaginando el futuro, pero entre más temas se incluyan se incrementa el margen de error, además no se trata de hacer una lista de buenos deseos, hasta lo malo hay que verlo, las resistencias a cambiar las cosas serán importantes, hay que contar con ellas y saber convencer.
Sería bueno hacer un corte a mitad del 2010 para ver si en algo atinamos o hay que corregir, conocer los factores que no se tomaron el cuenta y que corrigieron el curso de la historia.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Copenhague y el cambio climático

Un fin de semana movidito. El sábado fue 12 de diciembre, fecha importante para muchos mexicanos, de movilizaciones rumbo a la Basílica situada en el centro geográfico y sede de los poderes de este país. Cientos de miles de personas depositando sus esperanzas, sus ilusiones, sus peticiones y agradecimientos en su fe, porque parece que ya no hay de donde agarrarse. Un sincretismo religioso de muchos años que mueve conciencias y esas que mueven voluntades.
El domingo también hubo movilizaciones en donde casi nunca se ven, en ese viejo continente que ahora fue sede de la reunión convocada por las Naciones Unidas para analizar y tomar acuerdos sobre el acelerado cambio climático, ese que amenaza con cambiar radicalmente nuestra forma de vida y pone en peligro la sobrevivencia de la especie humana en el único planeta en que hemos podido evolucionar. La suerte de todos está en riesgo.
Seguramente por eso se originó la marcha de más de 100 mil manifestantes en la capital danesa, Copenhague vio en sus calles algo que es frecuente en otros lugares pero no allí. La globalización ha producido organizaciones no gubernamentales que traspasan fronteras y favorece la organización en temas específicos como este, el Cambio Climático.
Las crónicas de lo sucedido fuera de los foros de discusión gubernamentales son expresivas. Por ejemplo, el corresponsal del diario La Jornada Mateo Dean escribe: “Al mediodía de este sábado, (…) la Plaza Bertel, frente al parlamento danés, comenzó a llenarse de miles de colores de la decenas de organizaciones. Las de signo ecologista fueron las más visibles en un primer momento, por su mayor capacidad organizativa. Sin embargo, al cabo de una hora era casi imposible distinguir quién era quién: una enorme mancha coloreada, un arco iris de banderas, mantas y carteles que poco a poco se transformó en un reclamo de miles de voces, decenas de idiomas distintos, hacia los llamados poderosos del mundo, no sólo para que tomen decisiones sabias y en favor del planeta, sino para que cambien el rumbo de la economía con el fin de encontrar un sistema que no destruya al planeta y la vida que existe en él.”
Esto último hay que resaltarlo, hay conciencia de que el actual sistema económico tiene una poderosa influencia sobre la destrucción del planeta tal y como lo conocemos, que esas ansías de lucrar con todo y a pesar de todos, nos puede llevar a desaparecer definitivamente como especie, ya sabemos que las acciones que se tomen hoy, si es que se toman, no podrán impedir que desaparezcan especies completas de animales y plantas, que cada vez será más riesgoso vivir en la Tierra por los fenómenos climáticos que incrementan su furia y destrucción. Ni siquiera en las cuevas, donde se refugiaron nuestros antepasados, serán seguros para defenderse de los fenómenos naturales que están dejando de serlo por la intervención humana mal planeada y que sólo busca el beneficio de unos poquitos a costa de la vida de muchos otros.
Las organizaciones ecologistas no se quedaron en lo superficial, cuestionaron asuntos de fondo como la falta de legitimidad y representación de los gobernantes que deben tomar decisiones que nos van a impactar a todos, por eso “la marcha del 12 (de diciembre fue) también para denunciar la falta de legitimidad de los gobiernos que buscan soluciones falsas, acuerdos basados en los mecanismos de mercado.”
Hay conciencia de que hablar de ecología involucra todo, los organizadores de esa marcha advierten de que “hay un cambio de paradigma que obliga a los ecologistas clásicos a hablar también de economía… La ecología social está consciente de que sólo se salvará al planeta si hay justicia social, y sólo habrá justicia social si hay justicia ecológica.” Otra periodista, Mariana Norandi da cuenta de (que) Grupos ambientalistas y ciudadanas de México se sumaron al Día de Acción Global contra el cambio climático para exigir a los gobiernos participantes en la cumbre de Copenhague la firma de un acuerdo justo y ambicioso de protección al clima. Ciudadanos de más de 140 países realizaron unos 3 mil actos para demandar a los gobernantes que pasen del discurso a la acción y que tomen medidas firmes para detener el fenómeno.”
Con todo y las movilizaciones, los cambios sufridos recientemente en todo el mundo por ese desarrollo basado en la quema intensiva de combustibles fósiles para producir bienes que están fuera del alcance de la mayoría de los terrícolas, pero que están matando los recursos naturales que debieran ser de todos, los poderosos no han producido acuerdo alguno que sea digno de mencionarse, pero a la reunión le faltan todavía algunos días para concluir, todos podemos todavía participar y presionar.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

LA PARED

Hay momentos para la nostalgia, y no porque se esté triste, sino porque hace falta detenerse y reflexionar sobro lo que se hizo y lo que falta por hacer. Se antoja que para eso deben de servir los aniversarios, los propios y los ajenos, porque hay aniversarios personales, generacionales e históricos.
Hoy me refiero a esos últimos, hace 30 años el rock dio uno de sus frutos más acabados, no sólo en términos musicales porque se rompieron falsos límites y se llevó la denuncia social a alturas artísticas. Los que son seguidores y degustadores de ese género musical sabrán que me refiero a la producción titulada The Wall (la Pared) del grupo inglés Pink Floyd, que ya antes había dado muestras de su genialidad con algo desconcertante como El lado oscuro de la Luna.
Bueno, pues La Pared explicaba y criticaba una sociedad producto de una insensata segunda guerra mundial, de sus efectos en la enorme cantidad de huérfanos y viudas que quedaron después de la muerte de cientos de miles de soldados, de un sistema social que con el pretexto de la guerra era intolerante, mojigato, castrante; y eso permeaba hasta al sistema educativo que, según estos ingleses, era una cadena de transmisión de abusos cotidianos. Para varias generaciones esa crítica fuerte, ácida pero musicalmente presentada, se convirtió en la película con el mismo nombre, filme que presenta en imágenes lo que se representaba en el pentagrama y que no se desmerecen entre sí.
Otro punto de reflexión, otro aniversario al que ya nos referimos brevemente es el de los 20 años de la caída del Muro de Berlín, ese muro más ideológicamente real que de ladrillos y alambre de púas que ha dado origen a otros, por lo menos a ese muro que se fragmenta y se reproduce por todas partes, el producido por un mal llamado neoliberalismo que no es otra cosa que el capitalismo en su fase turbo, en su forma más salvaje.
Estos muros de construcción reciente, igualmente intolerables, segregacionistas, productores de falsas seguridades son los que “separan y protegen” a unos pocos privilegiados de la gran masa de despreciados. Bien lo dicen los que estudian este tipo de fenómenos, la globalización ha producido un pequeño grupo de privilegiados económicamente poderosos que en las ciudades donde viven, porque tienen que vivir en algún lado, se sienten inseguros, amenazados, la inseguridad es su principal temor y lo que no los deja dormir y vivir, por eso construyen muros, por eso se van a las alturas esperando que nadie los alcance, por eso se rodean de aparatos de seguridad y de tecnología que deben impedir que se relacionen con los demás que no son como ellos. Pero están atrapados en su propia inseguridad y paranoia, porque en algún lugar deben comprar sus alimentos, en algún lugar deben estar sus escuelas, en algún lugar deben poder divertirse y esos lugares están llenos de extraños, de esos que no entienden y que perciben como amenaza. Esos muros que fallan en aislarlos de las colonias vecinas también existen en sus mentes y los tienen aterrorizados.
“La finalidad de dichos espacios es dividir, segregar y excluir; en vez de construir puentes, facilitar accesos y lugares de encuentro, facilitar la comunicación y el acercamiento entre los habitantes de la ciudad”, Zygmunt Bauman revisa la opinión de diferentes urbanistas, arquitectos y científicos sociales, las conclusiones parecen apuntar al mismo punto, a pesar de la globalización: “La experiencia humana se constituye y se recaba en torno a lugares, donde se trata de administrar la vida compartida, donde se conciben, absorben y negocian los sentidos de la vida. Y es en lugares donde se gestan e incuban los estímulos y los deseos humanos, donde se espera satisfacerlos, donde se corre el riesgo de la frustración y donde casi siempre terminan frustrados y sofocados”. Por eso son importantes los planes y programas de gobierno, los urbanos y de desarrollo, no sólo se afectan las tierras y el clima, también son base de discriminación, de segregación, de desprecios disfrazados de falsas seguridades, se trata de crear esos espacios por donde circularemos y buscaremos satisfacer nuestras necesidades, básicas y de esparcimiento, donde se dará la búsqueda de los deseos, donde se materializarán o frustrarán las ilusiones, de todos, amurallados o no.
Podemos construir muchas paredes incluso internas como la locura, como los vicios que nos sacan inútilmente de la realidad, incluso escoger la pared definitiva, la que separa la vida de la muerte y allí están los ejemplos: los adictos a las bebidas alcohólicas, a los enervantes, al tabaco, a la comida y a la neurosis; o los suicidas, que prefieren separarse definitivamente del resto de sus congéneres a edades cada vez más tempranas porque en la muchedumbre se sienten terriblemente solos, incomprendidos, desechables. O los que sienten que sólo cuentan con su cuerpo para disfrutar de la vida con sus secuelas de embarazos tempranos, de infecciones de transmisión sexual, de abandonos prematuros. O los que miden fuerzas y orgullos al volante de sus autos y provocan accidentes, tan comunes en nuestras ciudades y carreteras.
Así están nuestras ciudades y los que las habitamos.
Terminemos con otra cita que no tiene desperdicio: “las ciudades son espacios donde los extraños viven y conviven en estrecha proximidad… Esta presencia imposible de evitar salvo por algún instante, es una fuente inagotable de ansiedad y de agresividad, por lo general latente, que de vez en cuando explota”. Para evitar esas frustraciones y explosiones está la acción gubernamental que sigue siendo local aún en un mundo globalizado.

domingo, 15 de noviembre de 2009

MUROS POR DERRIBAR

Esa caída del muro de Berlín hace 20 años marcó un antes y un después en la historia mundial. No sólo había caído un muro que marcaba una franja de la muerte, Berlín y de hecho toda la Alemania y la Europa oriental, estaban partidas en dos como producto de las negociaciones de fines de la segunda guerra mundial, donde las potencias vencedoras se repartieron esa y otras partes del globo terráqueo, lo que en lógica simple significa que al menos Inglaterra, Estados Unidos y Francia tuvieron responsabilidad sobre esa atrocidad construida sobre la dignidad y la libertad de muchos países.
El derrumbe de la estructura completa de ese mal llamado socialismo real dio la impresión de que se desmoronaban también las ideologías, en realidad quedó una, una que ha reinado los últimos 20 años, que se ha arropado en las banderas de la democracia y de las libertades civiles aunque no tema violarlas a su conveniencia, y que ha mostrado los efectos benéficos sí, pero también maléficos de esa forma de pensamiento conocida como neoliberalismo, tan promovido y hasta impuesto por personajes tan olvidables como Margaret Thatcher, Ronald Reagan y algunos personajes locales como Carlos Salinas de Gortari.
Acreditarle a la “guerra fría”, con sus inmensos arsenales nucleares, con su guerra de espías, con las invasiones, asesinatos e intervenciones en nombre de la libertad o del socialismo, todo el mérito del derrumbe de un sistema autoritario es injusto y falso. Somos herederos de las luchas civiles que marcaron el siglo veinte, por el sufragio libre, a favor de la libertad y diversidad de géneros, por la ecología, por el derecho al placer sin la obligación de la maternidad, por la igualdad de oportunidades, contra cualquier forma de discriminación, todas que se concentraron en movimientos culturales de una diversidad pocas veces vista, tan sólo en música el blues, el jazz y el rock no hubieran sido concebidos sin esas ansias por cambiar las cosas y construir un mundo mejor.
A partir del salinismo, nuestro país es la muestra de lo malo que tiene la puesta en marcha de esa forma neoliberal de pensar y gobernar. El panorama a 20 años de la caída de ese muro, de esa falta de equilibrios reales nos arrojó a varias crisis económicas de las que hemos sido protagonistas sufrientes. ¿Ya no nos acordamos del efecto tequila y de todos los procesos de crisis y empobrecimiento que hemos sufrido en las últimas décadas?
Hagamos una pausa, demos un salto en el tiempo y en el espacio, nos trasladamos de una Europa pujante e integrada, con visión de futuro a México, un país que como pocos ha seguido al pie de la letra los dictados de esa no ideología del mercado libre con todo y su supuesta mano invisible, que todo lo ordena y que se cree, ingenuamente, que no depende de factores humanos que la manipulen. Tengo en mis manos un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO) que coloca a México junto con países como Camerún, Congo, Sudán, Kenia, Paquistán, San Vicente y Kirgizstán como las 8 naciones con bajo desempeño educativo y que están en riesgo de caer aún más como producto de los ajustes presupuestales, a la baja, que se atribuyen a la crisis económica. Otro indicador internacional en que nuestro país aparece en la cola del desarrollo, todo por ser obedientes y fieles seguidores de ese modelo económico que declaró el fin de la historia y se proclamó como gran vencedor de la guerra fría.
Ese estudio que con el título de “Impacto de la crisis financiera y económica global en el sector de la educación” nos da a conocer que en nuestro país el presupuesto real dedicado a este rubro en el año que corre (2009), será menor al ejercido en el 2007, nos regresamos dos años en la cantidad de recursos y en los resultados en cuanto al incremento de la calidad educativa. El mismo documento advierte sobre los efectos que tendrá esta crisis. El más alarmante es que los padres de familia y los estudiantes le huirán a las escuelas públicas cuya educación sea de poca calidad, juzgarán que es mejor no estudiar que perder el tiempo, y sabe qué, van a tener razón. Entre los más pobres, que cada día son más, el efecto será devastador, además de sufrir la baja calidad educativa muchos padres preferirán “sacar a sus hijos del sistema educativo y mandarlos a trabajar en la economía informal”. El problema es que no se habla en teoría, ya hay experiencias respecto a lo que pasa en ambientes de crisis económica, porque las padecemos a cada rato, se sabe que “todo aumento de la pobreza constituye una amenaza para la educación. Cuando crece el desempleo y bajan los ingresos aumenta el costo de la oportunidad de la educación”.
Las inconformidades sociales crecen aunque carecen de organización que las aglutine, pero el riesgo de que lo hagan es cada vez mayor, ya tenemos queretanos que no tienen acceso a los servicios públicos elementales, esos que nos alejan de la simple sobrevivencia y nos acercan a la humanidad, esos que evitan que regresemos a las cavernas; la deserción en las escuelas públicas es cada vez mayor en cantidad y frecuencia, no alcanza ni para el transporte, las deudas a la CFE terminan con denuncias penales que por ser una institución federal se van hasta la PGR y disque son delito federal, la embestida contra las organizaciones de ciudadanos y trabajadores incrementan en ferocidad, nuestros migrantes ya no pueden cruzar la frontera norte, hay un muro de cientos de kilómetros que cada día es más largo e impenetrable, la violencia contra las mujeres y niños es motivo de escándalo pero poco hacemos por evitarla, hay crímenes de odio y discriminación contra los que son o piensan diferente. Esos son algunos de nuestros nuevos muros, los que hay que derribar antes de que les crezcan los cimientos, las intolerancias y los prejuicios que los vuelven casi invulnerables.

sábado, 7 de noviembre de 2009

MALA FAMA

Nuestro sistema educativo tiene mala fama, se la ha ganado a pulso; ya son muchos años de inercias, indolencias, corrupciones y malas complacencias.
Análisis, investigaciones, evaluaciones y comparaciones van y vienen, todas apuntando a lo mismo: el desastre educativo no sólo no se corrige, sino que se incrementa, no estamos contentos con haber echado a perder a generaciones de mexicanos que se creyeron que más educación correspondía a un mejor nivel social, seguimos por la fatídica senda de hacer pensar a nuestro niños y jóvenes que lo importante es el papelito y no el aprendizaje que debe sustentar, que hay que buscar la calificación por todos los medios posibles exceptuando el esfuerzo continuo, el hacer las cosas bien, el saber organizarse, el ser creativo y honesto.
Desde el inicio de este siglo XXI, cuando el partido hegemónico tuvo que abandonar, no por su voluntad, la presidencia de la república, anotamos que los blanquiazules no resistirían la tentación de incluirse y cambiar la historia oficial, tenían que legitimarse históricamente para darle permanencia a un vuelco en las preferencias electorales producto del hartazgo, la pregunta era con quién se aliarían para lograr algo que se antojaba dilatado.
La respuesta no tardó en llegar, como lo progresista no se les da, como no saben como ser una derecha moderna, su alianza tuvo que hacerse con una parte de lo más podrido y corrupto que tiene este país, aunque se condenara a otras generaciones de paisanos a una educación lamentable, que prefiere mirarse el ombligo en lugar de tener una visión de futuro.
En el foro La Política Educativa en México llevado a cabo apenas el pasado mes de octubre, una de las conclusiones fue que: “Los contenidos de los nuevos libros de texto gratuitos para educación primaria, elaborados a partir de la Reforma Integral a la Educación Básica (RIEB) no sólo son involutivos y una mala copia de los ya existentes, también profundizan los efectos de una reforma improvisada y regresiva que se traducirá en una formación básica defectuosa para millones de alumnos…”. Después vino la puntilla, un informe de una organización como Mexicanos Primero y que es exprimido por el asiduo visitante a estas páginas Jesús Silva-Herzog Márquez: “Escuelas para la legitimación política y el combate ideológico. El foco ha estado en lugar equivocado. Dando la espalda a los alumnos, no los han considerado jamás, el centro de su atención. Se han perfilado a atender el interés del Estado o las demandas contractuales de los maestros. Escuelas ciegas a las transformaciones del mundo y sordas a las exigencias del entorno. Un niño de primaria, aparece así como un accesorio del mobiliario escolar. No el propósito de la educación, sino apenas el ocupante de sus instalaciones… Un niño puede matricularse en una escuela pero todo indica que no recibirá una educación que lo haga contemporáneo del mundo, una educación que le permita entender su entorno e insertarse exitosamente en él, una educación que le ayude a detectar sus talentos y le ofrezca una plataforma para proyectarlos. Fraude cotidiano a cada uno de ellos; fraude cotidiano al país. La escuela entretiene pero no forma; acoge alumnos y jóvenes en sus instalaciones pero no les ofrece una educación de calidad. Engaño a los estudiantes y engaño a México. El derecho a la educación se viola cotidiana y silenciosamente al no ofrecer pistas reales para el cultivo de conocimiento y la formación de capacidades”. Por allí va el diagnóstico después de 9 años de gobiernos federales panistas, no hay avances, sí graves retrocesos, lo peor es que estos están anidados en las entrañas de las reformas educativas, en la RIEB de la que ya hablamos, pero también hace falta un buen análisis de lo que está pasando en la Reforma Integral en la Educación Media Superior que paulatina, pero inexorablemente, está cayendo en una gran simulación. Como bien advierten los especialistas, una reforma se construye no se decreta. A ambas reformas les falta la participación y compromiso de los docentes, de los alumnos, de los padres de familia, de los directivos y administrativos.
La práctica en el aula no sólo no cambia, sino que se enrarece y se cae en las prácticas típicas de los juegos de poder internos, se premian las calificaciones altas y fáciles, el aprendizaje no importa.
Con el cambio de gobierno estatal se presenta la oportunidad de abonar a un cambio en la dirección correcta, con el gobierno anterior algunos se sintieron con las atribuciones necesarias para embestir, sin rubor alguno, en contra de la libertad de creencias, en contra de una educación realmente laica y no sujeta a uno más de los muchos poderes fácticos que contribuyen al enrarecimiento del sistema educativo.
Ojalá que exista la sensibilidad y el conocimiento necesario para poner a los directivos que reclama la grave situación, que no sea un simple reparto de posiciones entre los cuates o producto de negociaciones entre grupos de poder interesados en los sueldos y prestaciones, no en el servicio que deben prestar.

sábado, 31 de octubre de 2009

CONTRA LOS INDOLENTES

El poder ha cambiado de manos pero no de horizonte. Los partidos han pasado de la oposición al gobierno y del gobierno a la oposición sin que haya aparecido una idea distinta de lo político. Esa noción hermana a los partidos que han ocupado la presidencia en las últimas décadas. El nuevo partido gobernante ha resultado el mejor discípulo de su antecesor, mientras los priistas mantienen fidelidad por sí mismos. Ambos rinden culto a la tradición. Su imaginación es presa de sus lealtades y de sus temores. Se aferran a la herencia como si no hubiera opción, como si cualquier innovación fuera un precipicio. La democracia es el gobierno de los vivos, dijo Thomas Paine. La nuestra no es el reino de la vida, sino el imperio de los indolentes. Jesús Silva-Herzog Márquez. 23 de Octubre 2009.

A pesar de los pesares, con todo y que la política a la mexicana está desprestigiada porque pasan cosas que no deben suceder y no pasa nada, parece que no hay otro camino. Estas sociedades masivas por su tamaño, por su número, por los recursos que consumen y por las necesidades que deben satisfacer requieren de invenciones humanas que la vuelvan gobernable.
Se supone que la política debe cumplir con esa misión, pero como dirían los gurús de la calidad, el saber qué hacer implica saber a donde se quiere llegar, tener esa visión, un proyecto de país que sea incluyente, igualitario, que dé las mismas oportunidades y acceso a sistemas eficaces de salud, educación, vivienda y garantizando el acceso a todos los servicios públicos que Usted ya conoce.
Pero este país hace buen rato que navega sin rumbo que lo guíe, se está a merced de los vientos y de los sabotajes internos, de esos que les conviene que no se llegue a ninguna parte porque de llegar a algún puerto los meterían a la cárcel por andar de polizontes o traficando con mercancías prohibidas.
Mejor dejemos las metáforas marinas, total, Querétaro no tiene acceso al mar y sus cuerpos de agua son ínfimos y están gravemente contaminados.
Bueno, pues la política mexicana no está funcionando, al momento de escribir este texto no hay una definición total, ya sabemos que se incrementa la carga impositiva a cigarros, cerveza y sorteos, pero del resto de los impuestos no hay acuerdo, ni el PRI, ni el PAN ni el gobierno calderonista quieren asumir el costo político de votar a favor de incrementos en los impuestos porque todos sabemos que las propuestas de nuestro rozagante secretario de hacienda van en contra de la lógica y de las teorías económicas modernas; que van a provocar más desigualdad y pobreza, más desempleo y desesperación.
El salario miserable ya no alcanza para el transporte de los niños y jóvenes a la escuela, las deserciones por motivos económicos se incrementan, la solución no es más subsidios disfrazados de becas, sí lo es más empleos, salarios dignos, vida de calidad.
Pero como lo advierte Silva-Herzog, la política mexicana es la de la inmovilidad, la de no tocar intereses poderosos, la de beneficiar a unos a costa de todos. Hay temor y falta de audacia para hacer algo diferente por motivos diferentes.
Ese pasmo no sólo es típico de la administración federal, ya permeó los gobiernos estatales y municipales, donde hay alternancia en algunos nombres, en el color de las patrullas y del equipamiento público, pero faltan las ideas nuevas, las acciones audaces, que se note que estamos vivos.
El “imperio de los indolentes” ya no nos sirve a los ciudadanos. Allí están como muestra los miles de correos electrónicos protestando contra el incremento de esos impuestos, las convocatorias a organizarse, a no dejar pasar sin costo político esas decisiones que nos lastiman y protegen privilegios, la amenaza cierta y válida de ejercer el poder del voto las veces que sean necesarias, hasta que la clase política entienda que no tiene seguro el futuro. Pero la simple protesta y el desquite no es suficiente, hay que producir acuerdos, de esos que huelen a futuro, de esos que nos movilizan para lograr algo: un mejor país, más igualitario, para vivirlo y disfrutarlo todos.
Y es que no hay vergüenza ni decencia ni sanciones. Cualquier gobernante con algo de ética renunciaría si le dijeran que todos los indicadores apuntan a que su forma de gobernar ha producido más pobreza, más desempleo y peores condiciones de vida para sus gobernados, pero aquí no, aquí buscan a quien echarle la culpa y siguen haciendo lo mismo.
¿Cómo está eso de que varios gobiernos municipales queretanos se encontraron con que no había dinero ni para salarios, liquidaciones y aguinaldos? ¿No hay sanciones contra esos exmunícipes, tesoreros, regidores, diputados y alta burocracia que planeó mal, que aceptó irregularidades, que gastó mal, que derrochó, que desvió presupuesto público a campañas electorales de su partido? ¿Cómo está eso de que no se terminaron las obras públicas presupuestadas y que hasta se debe dinero a proveedores? ¿A quién le importa que el Arq. Covarrubias haya dejado un caos en el acceso a Bolaños, Rancho San Antonio, El Campanario y Lomas del Marqués, o los tumbos en la construcción del centro cultural y de convenciones, o el desinflado dragón azul que terminó quemado, políticamente, con su propio fuego? ¿No hay sanciones? ¿Brincan de puestos? ¿Amenazan con regresar?
Esos poco más de mil millones de pesos que se consiguieron para poner a flote a los municipios mal administrados podrían estarse utilizando en otras cosas socialmente más productivas, no es dinero de la cartera del presidente o de su secretario de hacienda, es producto de nuestro trabajo y que se nos quita vía impuestos. No debiera ser para mantener y sacar de apuros a los indolentes. Su impunidad nos cuesta a todos.

sábado, 24 de octubre de 2009

NO MÁS RETROCESOS
Joaquín Córdova Rivas

Como si no fuera suficiente con las broncas que tenemos encima, seguimos bordando sobre temas históricamente superados. No basta con la excesiva crueldad de los ejecutados, ahora mutilados, cercenados y colgados. No basta con las guerras internas en que se han convertido los procesos electorales hasta del municipio más pequeño y apartado, no basta con el terror que infunden con la reforma fiscal, que cuida los regímenes especiales de las grandes empresas y le va a hincar el diente a los contribuyentes cautivos, que son los que menos tienen. Ahora hay que sumarle, al menos, dos problemas más.
Comencemos con la importante elección del nuevo presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, esos que les estorban a los que quisieran imponer su muy particular noción de orden a costa de los derechos de los demás, aunque digan lo contrario.
Aquí hemos argumentado que un gobierno y unas instituciones laicas son la mejor defensa de la libertad religiosa y de creencias, que no se vale que supuestas mayorías automáticas quieran arrasar con las supuestas minorías, castigarlas y desaparecerlas utilizando los mecanismos del Estado, que la competencia para conseguir adeptos se mantenga en el ámbito personal y no envenene las relaciones sociales y las instituciones que deben garantizar una educación, salud, cultura, entretenimiento y demás para todos, sin distingos, sin preferencias o prejuicios.
Bien, pues hay algunos que siguen a contracorriente, el señor Hugo Valdemar que trabaja como vocero de la Arquidiócesis de México anuncia su veto a uno de los candidatos a dirigir la CNDH, se lanza, a nombre de esa organización porque no habló a nombre propio, en contra del expresidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal el señor Emilio Álvarez Icaza. La intolerancia se come hasta a los de casa. Y es que Emilio Álvarez Icaza es hijo de quien fuera un importante dirigente social del catolicismo, de los poquísimos que asistiera, sin haber hecho votos en alguna orden religiosa, porque dirigía el Consejo Mundial de Laicos, a importantes reuniones en el Vaticano que resultaran definitorias en la inclinación social de una iglesia que seguía mirando a Europa e ignorando a América y África. José Álvarez Icaza padre fue pionero en defensa de los derechos humanos en México, fundador del Centro Nacional de Comunicación Social (CENCOS) que naciera ligado a la cúpula católica y que después se fuera independizando para tener una mayor autoridad moral y credibilidad, precisamente en una sociedad laica donde las intolerancias religiosas se presentaban con particular crudeza en lugares que ningún medio de comunicación alcanzaba a cubrir.
Tan cercano era Don José a la cúpula eclesiástica católica que las crónicas de la época reconocen que: “Fueron amigos desde el Concilio Vaticano II. Desayunaron juntos a lo largo de cinco años en el restaurante La Carbonara, en Campo di Fiori, en el Vaticano, durante los años que José Alvarez Icaza fungió como director de la Comisión Vida de la Familia y el entonces obispo de Cracovia, Karol Wojtyla, era su asistente eclesiástico. Eran los años 60, durante el pontificado de Juan XXIII”. Pero la cercanía se rompe cuando al obispo polaco se le nombra Papa y ocurre la Asamblea General del Episcopado Latinoamericano: "En Puebla se instalaron severas medidas para que no fueran molestados los obispos en sus deliberaciones -escribió Alvarez Icaza en su reseña sobre ese encuentro-. Y así una gran cantidad de personas que habían acudido a esa ciudad para plantear sus cuestiones a los obispos, quedaban frustradas. Para entonces ya no era miembro del Consejo de Laicos y sólo tuve un acceso muy precario a la asamblea, como periodista. Montamos entonces una agencia alternativa de prensa de la asamblea (Extramuros) que recogió toda la riqueza que los laicos querían hacer llegar a sus obispos, lo cual finalmente pudimos conseguir. Y así, por un medio indirecto y a través de los medios de comunicación, se pudo incidir en el documento final de Puebla. Los laicos participantes en esta aventura debimos soportar toda suerte de agresiones...¡Ni modo!"
El periodista Gerardo Galarza relaciona la trayectoria de ambos personajes: “Supongo que don Pepe, el único laico junto con su esposa que asistió al Concilio Vaticano II, también dirigente de aquel Movimiento Familiar Cristiano, luego miembro e integrante de la dirección nacional del inolvidable Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), el mismo quien transitó del “cristianismo, sí; comunismo, no” a acompañar a los comunistas mexicanos a la Basílica de Guadalupe, deberá estar orgulloso del informe que el presidente de la CDHDF rindió sobre los hechos de la News Divine”.
Cualquiera de los dos Álvarez Icaza sabe y sabía que la libertad religiosa no podía disfrazarse de una falsa libertad de expresión, que esa libertad es exclusiva de los individuos no de las corporaciones, sean estas empresariales, religiosas o del tipo que sean. Que para promover las creencias hay lugares, formas y mecanismos específicos a los que todos deben ajustarse para no favorecer, desde el poder político, a alguno. Si algo ha demostrado la historia es que las teocracias son lo peor que nos ha pasado y nos puede pasar. Por eso no se vale enarbolar vetos en asuntos que no les corresponden, hay que avanzar, no retroceder.
El otro asunto que no es menos importante, es el de las influenzas, el de los contagios virales que con los cambios de temperatura bruscos, característicos de la época, se han disparado y desnudado al sistema de salud mexicano, mal preparado y que sigue dando tumbos con el costo de muertes innecesarias, de costos económicos elevados por las ausencias de trabajadores y estudiantes. El fin de semana nos enteramos que el secretario de salud calculaba que llegaría a 300 el número de muertos por la influenza A H1N1 cuando la cifra, comprobada, es de 263. Pero esas cifras no cuadran. Sólo se manda a comprobación un tercio de los casos sospechosos porque son tantos que no tiene caso examinarlos todos. Sabemos que nuestros hospitales y clínicas públicas no tienen la capacidad para atender lo que se viene, que los casos graves serán tantos que no habrá forma de atenderlos a todos como se requiere, no hay camas suficientes, no hay respiradores, no hay médicos, no hay enfermeras, no hay especialistas. En Querétaro se está planeando rentar clínicas y hospitales para suplir las carencias. Y finalmente, corroborar que los resultados de los análisis para confirmar la presencia del virus, en el organismo de algún desafortunado queretano, es de dos semanas porque aquí no hay forma de llevar a cabo esos exámenes, sin que exista mecanismo alguno, pensado e implementado, para dar esa información a los enfermos, es decir, ni siquiera los que presentan los síntomas sabrán si tuvieron influenza y de qué tipo. Ni siquiera los inmunizados sabrán que lo son y seguirán viviendo con temor.

domingo, 18 de octubre de 2009

NOSTALGIA

Nos falta publicar más seguido pero no es por carencia de ganas. A final de cuentas somos el reflejo de lo que sucede en una comunidad que tiene que recuperar los hábitos de lectura y escritura. En algún momento se perdió ese eslabón que unía la lectura con la imaginación, pasó lo que alcanzó a ver con la inteligencia Giovanni Sartori, nos convertimos en una especie exclusivamente visual y nuestro cerebro dejó de ejercitar esas habilidades que, antes, nos hicieron desarrollarnos y diferenciarnos del resto de los animales. Ahora no creemos en nada si no lo vemos con los ojos, sin darnos cuenta que son muy limitados, que la realidad que alcanzan a sentir es la que tenemos cerquita y que también nos pueden engañar.
Leer es conocer con la imaginación a través de las palabras. Para eso las inventamos, para apropiarnos del mundo que nos rodea y del que podemos construir sin necesidad de lo material, porque lo material nos limita, nos regresa cientos de años en la historia y nos hunde en la oscuridad de la ignorancia. Dicen los optimistas que lo visual dará como resultado una nueva cultura, que las tecnologías y los medios de comunicación masiva suplirán esos esquemas mentales que presupone el cognoscitivismo y que son producto de miles de años, pero una realidad inventada por “alguien” nunca será la misma que la lograda por uno mismo. ¿Cómo apreciar la vida si uno sólo se deja arrastrar por ella?
La escritura es el paso siguiente a la lectura. Nos volvemos audaces. Queremos comunicar –hacer común--, ese mundo que nos creamos, porque es un verdadero acto de creación, queremos compartirlo para que otros lo conozcan y nos dejen entrar en los de ellos. No nos conformamos con un universo, preferimos la variedad del multiverso. Vivir en muchos mundos de forma simultánea, porque podemos hacerlo, porque el tiempo se nos acaba, porque somos finitos.

sábado, 17 de octubre de 2009

DETRÁS DEL DISCURSO

De plano el tema es la liquidación de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, en plena crisis económica, metidos en el rechazo al plan de incremento de impuestos de un poco imaginativo e ineficaz Secretario de Hacienda, Agustín Carstens, cuando la estrategia de guerra contra el narcotráfico está haciendo agua por todos lados, se abre un nuevo frente.
Vamos a los argumentos expresados en el discurso presidencial a ver qué encontramos: “Los recursos que recibía Luz y Fuerza del Centro (LFC) se destinaban no a mejorar la calidad del servicio, sino a pagar privilegios y prestaciones onerosas de carácter laboral, además de que las decisiones de operación de la empresa obedecían a las preocupaciones e intereses del sindicato” Si existían esos “privilegios”, que es lo más seguro ¿con quién se pactaron y por qué? ¿Sólo se beneficiaban los trabajadores o alguien más? Pero además preocupa el fuerte tufo antisindical, en el sentido de que se descalifica que los trabajadores puedan organizarse para defenderse de forma más efectiva frente al capital expresado en los intereses de los empresarios, de los accionistas, que buscan los rendimientos mayores a costa de lo que sea, aunque eso sea la calidad de vida y un ingreso digno de cientos o miles de familias. ¿Qué los trabajadores no pueden aspirar a organizarse para tener buenas condiciones de trabajo, vivir bien sólo debe ser aspiración de empresarios, políticos y narcotraficantes? ¿No se va a castigar a los directores y funcionarios que permitieron que esa empresa pública cayera en la ineficiencia y en la insolvencia?
Calderón enfatizó que el servicio eléctrico no se privatiza, de ninguna manera; ni en el centro del país ni en ninguna otra parte, y que las indemnizaciones a los trabajadores se darán conforme a la Ley Federal del Trabajo y al contrato colectivo, con un bono adicional a las prestaciones establecidas ¿entónces? Si las prestaciones eran onerosas dar un bono extra suena contradictorio. Es como denunciar a alguien porque me está pegando y retirar la denuncia a cambio de darle la oportunidad de pegarme otra vez. Hay otra cosa que está surgiendo con los días, Luz y Fuerza del Centro era el concesionario de una red de fibra óptica con capacidad de transmisión de datos suficiente como para abarcar electricidad, telefonía, internet y televisión. Misma que se quiere privatizar.
Definitivamente había que hacer algo con esa empresa, desde hace años era insolvente y no se modernizaba, se trabaja con equipos obsoletos e incapaces de dar un servicio eficiente y con una demanda en continuo ascenso. Simplemente manteniéndola como estaba: “Este año era necesario un presupuesto de más de 42 mil millones de pesos, además del dinero que la empresa cobra a los usuarios a través de las tarifas de luz. Cantidad equivalente al presupuesto del Programa de Oportunidades, o que duplica los recursos que se entregan a la Universidad Nacional Autónoma de México”. A ver, ahorrándose esa lana ¿existe el compromiso de destinarle más dinero a esos dos rubros, o fue simplemente para comparar sin que exista compromiso de por medio? Pero además hay otras instancias u organismos financieros que consumen y seguirán requiriendo mayores recursos ¿cuánto cuesta el IPAB-FOBAPROA, también se va a liquidar? ¿Y las cúpulas de los sindicatos de PEMEX, del SNTE?
“Lo peor de todo es que las pérdidas económicas venían aumentando año con año hasta hacerse impagables. Para seguir manteniendo a la empresa hubiera sido necesario subir desproporcionadamente las tarifas eléctricas o aumentar constantemente los impuestos”. El argumento no convence, las tarifas que maneja la CFE resultan impagables para muchos negocios pequeños y para gran número de familias que gracias al mal manejo de la economía nacional han caído en la pobreza ¿qué miscelánea chiquita, de esas de barrio o de pueblo, aguanta un pago bimestral de más de 3 mil pesos de energía eléctrica? ¿Cuántas familias, en varios estados del país se están organizando para enfrentar los incrementos abusivos y las prácticas “comerciales” de la CFE que criminaliza el no pago?
Se dijo también que “en poco tiempo LFC no hubiera podido pagar ni siquiera sus propias jubilaciones, además de que el número de trabajadores seguía creciendo no porque lo necesitara el servicio eléctrico, sino porque así lo exigía el contrato colectivo de trabajo”. ¿Quiénes firmaron esos contratos colectivos de trabajo, a poco los dirigentes sindicales se mandaban solos, allí no hay responsabilidades qué fincar?
Definitivamente hay que legislar para que cualquier tipo de organización tenga mecanismos transparentes y rutinarios de elección de dirigentes, que se prohíba la reelección y el brincoteo de una posición a otra, que se sepa en qué se gastan las cuotas sindicales y en qué se usa el patrimonio de sus integrantes, pero allí no le quieren entrar.
Podemos seguir con varias citas textuales y por varios párrafos más pero parece ser suficiente, el discurso oficial es incongruente porque además no se avanza por la vía de garantizar el respeto a las organizaciones sindicales, ciudadanas, de vecinos, de consumidores y otras muchas que existen a pesar de los intentos rudos por ignorarlas, desprestigiarlas y desaparecerlas al costo que sea. Estos gobiernos neoliberales insisten en pulverizar el tejido social sin importarle los costos en el corto y largo plazos, con una visión y un mensaje elitista: las buenas condiciones de trabajo, los salarios dignos, las ventajas de estar organizados sólo son para los empresarios, los políticos y la delincuencia.

martes, 6 de octubre de 2009

MERCEDES SOSA

Dicen los filósofos, que si hay algo que a los humanos nos diferencie de los animales es saber que nuestra vida tiene un límite, que hagamos lo que hagamos o dejemos de hacer de todas formas vamos a morir. Esa certeza, quizás la única que nos queda, debiera llevarnos a convivir de una forma racional, a prever las consecuencias de nuestras acciones sobre los demás, a identificarnos con los que tendrán el mismo fin, a no hacernos daño pase lo que pase.
Pero algunos se creen inmortales y lo racional se lo dejan a los demás, creen que como pueden comprar casi todo también pueden comprar la vida, la suya y la de los otros.
Todo este rollo lo provocó la muerte de la cantante y excepcional ser humano Mercedes Sosa, esa que le daba voz y gracias a la vida, la que le cantaba canciones de cuna a los niños olvidados y sacrificados por estas ansías desmedidas que tienen algunos de riqueza y poder, la que le prestó sus pies cansados a esos miles de refugiados para volver a su tierra aunque fuera con la imaginación, la que protestaba contra los gorilas militares que sólo piensan en hacerse dictaduras enarbolando falsamente el bien común.
Mercedes Sosa no fue cualquier cantante, su importancia está más allá de cantarle a las aventuras y a las desventuras, a oponerse a los abusos de los que se creen dueños de los demás, a cantar a favor de los derechos humanos de todos y para todos, a confiar, quizás vanamente en el resto de sus congéneres. Sino porque fue un referente para una generación que ve el mundo de forma diferente, que cree que hay más cosas que nos unen y que la riqueza y el poder son para compartirlos, porque si se concentra en pocas manos se pudre y envenena todo lo que lo rodea.
Las dictaduras no se llevan con la inteligencia, son profundamente ignorantes y le temen hasta a su sombra, lo decía la propia Mercedes Sosa: "Los premios no son sólo porque canto, son porque pienso. Pienso en los seres humanos, en la injusticia. Pienso que si yo no hubiera pensado, otro sería mi destino", para los ignorantes con poder quienes piensan son más peligrosos que sus más profundas pesadillas, por ello dan muestras de su saña cuando detienen y asesinan a personajes como el obrero Víctor Jara, que por cantarle a sus semejantes, por desnudar artísticamente la explotación laboral fue objeto de tortura e incluso le cercenaron las manos para que no pudiera tocar su guitarra antes de matarlo. Pero su obra queda allí, como reproche a esos que le tuvieron miedo.
El tema da para mucho pero hay otro que se atraviesa, esta vez sobre el desvío de fondos públicos para pagar, ilegalmente, comisionados sindicales y aviadores en la secretaría de educación del estado, con fondos federales transferidos. Coincido con los comentarios escritos hasta el momento, falta darle una buena revisada a todas las instituciones educativas, no creo que alguna se salve del cuestionable manejo de sus finanzas, en todas se crearon puestos de alto nivel, con salarios altísimos para repartirlos entre los cuates, se privilegió el amiguismo a la eficiencia y al conocimiento del tema, fueron verdaderos cotos de privilegios para los compadres e incondicionales, que se sirvieron de los presupuestos públicos sin desquitar los sueldos y prestaciones, ¿para qué si estaban seguros de que se iban a quedar otros seis años? Y luego nos sorprendemos de que el país esté como está. Con más pobres, con más desempleo, con menos acceso a los servicios públicos porque ya hay miles de familias que no pueden pagar las tarifas del agua potable, de la electricidad, las carreteras, los combustibles y ese largo etcétera que adorna los discursos vacíos para meterle más la mano a nuestros bolsillos.
En fin, como cantan todavía, desde algún lugar de la conciencia de miles de seres humanos, Mercedes Sosa, Violeta Parra, Gabino Palomares y esa gran cantidad de cantautores la inteligencia y su canto son como la cigarra, que a pesar de que algunos la dan por muerta resucita y sigue cantando.

sábado, 26 de septiembre de 2009

LOS RETOS Y LOS DÍAS

Con gozoso abandono, el Estado se deshace de sus ambiciones pasadas, y cede las funciones que alguna vez había guardado celosamente contra los competidores existentes o aún por surgir. La “desregulación” es el lema, la flexibilidad (léase: no a los compromisos a largo plazo) el eslogan, y el “recorte del gasto público” la sustancia de la vocación del Estado. La tentadora imagen de la “buena sociedad” que se esperaba que el Estado construyera, y que se prometería que este construiría, se ha esfumado. La responsabilidad de hacer feliz la vida ha pasado de las oficinas estatales a los innumerables escritorios y dormitorios privados. Aquellas tareas que alguna vez habían sido declaradas a cargo de la Política Estatal (con invariable “P” mayúscula) han caído bajo la jurisdicción de las políticas de vida. LA SOCIEDAD SITIADA Zygmunt Bauman.

El tema es: los retos del nuevo gobierno estatal. Encontrar un hilo conductor que entrelace lo mucho que se puede decir no es fácil, algunas son hasta contradictorias y tejer en reversa para algunos es más complicado.
La cita textual puede ayudar en algo, nuestros gobernantes no asumen compromisos concretos de largo plazo, lo dejan a la imaginación colectiva, a la creación de expectativas basadas en quién sabe qué. Hay muchas esperanzas ¿en qué? Si es en un gobierno diferente al anterior se ha respondido con el eslogan de “un gobierno sin colores”, ¿será lo mismo que un gobierno descolorido, sin perfil definido? Ojalá que no. Este gobierno debe comenzar con hacer una declaración, no de fe, sí de principios que van a vertebrar sus acciones, debe dar a conocer ese hilo que servirá para unir las diferentes partes, que la van a dar congruencia, que van a estar por encima de los hombres y que será la base de la institucionalidad. No puede prometer la felicidad pero sí recuperar la convivencia sobre bases sanas, de tolerancia y respeto mutuo.
Doce años fuera de la jugada, nadando de muertito porque nunca se aprendió a ser oposición tiene sus costos. La “nueva generación” del PRI queretano se nota demasiado ligado a las viejas formas de hacer política, esas que se rechazaron y produjeran la pérdida electoral del 97. Por eso es indispensable un doble deslinde, por un lado con la “política parroquial” de la cúpula panista, que no encontró otra forma de protegerse que cubrir sus huellas detrás de la confusión y la trasgresión de las fronteras entre política y religión. Por el otro, con ese priismo viejo que buscará reactivar sus cacicazgos, que quiere repartirse hasta las cooperativas de las escuelas públicas.
En doce años el mundo cambió radicalmente, el estado también. Un reto central es el de la inteligencia, la capacidad de leer diferente un entorno diferente, no recurrir a las formas tradicionales de pensar, que ya no sirven. No un gobierno sin colores sino multicolor, donde quepamos todos, donde todos los intereses sean escuchados y estén representados, donde los espacios de acción política sean construcción colectiva y no concesión graciosa del gobernante.
Como dice la sociología moderna, el principal problema de nuestros Estados es el “desafío ético”, en un mundo globalizado con una agenda ecológica que compete a todos, esas, que antes eran oportunidades, ahora son limitantes. Si algo se reprocha al gobierno saliente es su sometimiento y complicidad con los poderes fácticos que resultaron excesivamente fortalecidos, al grado de comprometer el desarrollo armónico, inexistente, de los queretanos, y responsables de que seamos uno de los estados más desiguales del país.
Más de los que parecen recuerdan esa época de fines del sexenio de Enrique Burgos donde una sola familia concentraba el poder económico, político y religioso del estado; esa época y esos personajes están por reactivarse en cargos sensibles del gobierno, aunque con el panismo gozaron de cabal salud.
El Querétaro del siglo 21 debe transitar a una separación efectiva entre los asuntos políticos y religiosos, las cúpulas religiosas nunca se conforman con perder su poder temporal, la queretana todavía no asimila lo que Max Weber encontró hace tiempo, que la moral protestante se adapta mejor al capitalismo, que ese sistema económico terminará por desplazar a las instituciones que menos le convienen y las sustituirá por otras que les resulten más eficientes.
También se requiere ponerle límites claros a los voraces fraccionadores ligados a personajes políticos, porque están destruyendo el entorno ecológico, porque están lucrando con recursos naturales escasos y comprometiendo cuantiosos recursos públicos para vender miles de casas y fraccionamientos que, en un futuro mucho más cercano de lo que parece, no tendrán ni agua.
Los retos son más que el espacio disponible, el de la seguridad pasa por el de la impunidad y la corrupción. ¿Cómo mantener un entorno seguro cuando los aparatos de administración y procuración de justicia están cruzados de intereses familiares y de grupo? No es bronca sólo de los policías y militares, es un problema de convivencia diaria, donde los mecanismos de mediación entre ciudadanos han sido sistemática e intencionalmente destruidos. Hay que reconstruir el tejido social, ese, junto con el de la inteligencia, son los principales retos, los días son escasos, los plazos sexenales ya no sirven como referencia.

viernes, 25 de septiembre de 2009

ENTRE LA VIOLENCIA Y LA LOCURA

Muy Buena Semana
Esta reflexión podría llevar un titulo, quizás el más adecuado pueda ser entre la violencia y la locura. Me estoy refiriendo a los episodios recientes de todos conocidos, el apoderamiento de un avión de AeroMéxico, los disque explosivos medio detonados a las puertas de algunas tiendas de marca por supuestos grupos ecoterroristas, el asesinato de usuarios del sistema de transporte público de la ciudad de México y la nota sobre el incremento de suicidios en nuestro estado de jóvenes menores de 15 años.
Desde hace algún tiempo hemos estado insistiendo en que vivimos en un sistema económico que genera frustración, de hecho esa capacidad de hacer que nadie esté a gusto con nada es su principal motorcito. No estamos conformes con nuestra familia, con nuestra pareja, nosotros con nuestros hijos y ellos con nosotros. Renegamos cuando hay que hacer algo más que lo que estamos acostumbrados aunque sepamos que eso nos va a redituar en mayor capacidad de consumo. Y entonces todo truena.
Revienta la familia, explotan las instituciones sociales basadas en la solidaridad social y son reemplazadas por otras que sólo quieren el lucro a costa de sus integrantes o tradicionales beneficiarios.
El académico Roger Bartra acaba de regresar a nuestro país, es de los analistas sociales más polémicos y más constantes, también parece correr por la vía de que un estallamiento social, en estos momentos, difícilmente ocurrirá, dice que los mexicanos nos estamos tragando todas nuestras frustraciones y que eso puede producir, y aquí ya meto a algunos psicólogos de los que sí saben, arranques de furia, de violencia o de locura que antes poco se veían.
Cuando somos espectadores de series policiacas norteamericanas nos sigue asombrando que por allá estén tan locos, la conclusión siempre es, que qué bueno que eso no ocurre aquí; bueno, pues mala noticia, comienza a suceder y está atacando a la población más vulnerable, niños o casi niños, a personas con escaso repertorio social para hacerse oír por los demás y que, entonces recurre a pequeños cilindros de gas, a matar a personas que tienen más cosas en común con él de las que quisiera saber, a armar bombas con latas y foquitos o de plano a suicidarse. Qué curioso que los locos que dicen que Dios les habla hayan querido comunicarse con el presidente de esta república deshilachada ¿para pedirle qué?
Pero saben qué, a nuestra clase política sólo le interesa saber de dónde sacará más dinero para intentar sofocar la reacción colectiva de tanto pobre que hay, les interesa que los grandes capitales se sigan paseando por todos lados y exprimiendo a quien se pueda al amparo de las leyes, que esos no corran riesgos y así es mejor repartir algunas migajas entre los posibles desesperados. No es una obra de caridad, tampoco es justicia social, es simple y llanamente una reacción de autodefensa, para eso quieren nuestro dinero.
Mientras, sin encontrar una explicación a lo que está sucediendo, la población se ataca a sí misma.
Y no, no estamos copiando lo que vemos en la tele, estamos sufriendo los efectos de lo mismo pero en condiciones más precarias, tampoco es una pérdida de valores, como si fueran cosas que se quedan olvidadas al salir de casa o el bajarse del transporte, son los mismos valores de siempre vividos de manera totalmente diferente, Tampoco la locura es algo nuevo, excluidos ha habido siempre, pero no era como la actual de extendida y peligrosa.
Lo peor que podemos hacer es fingir que no pasa nada o hacer diagnósticos erróneos. Para entender la realidad también hace falta actualizarse, estudiarla, analizarla y no adoptar una opinión a bote pronto y defenderla como si fuera la única verdad posible. Nuestros locos, nuestros muertos, nuestras familias no están como para jugar con ellos.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

APUNTES MÁGICOS

Joaquín Córdova Rivas

Escribo ahora para pedirte –lector o lectora– que hagas exactamente lo contrario a lo que el Presidente exige. Escribo ahora para recordarte que el estoicismo, la resignación, la complicidad, el silencio, y la impasibilidad de tantos explican por qué un país tan majestuoso como México ha sido tan mal gobernado. Es la tarea del ciudadano, como lo apuntaba Günter Grass, vivir con la boca abierta. Hablar bien de los ríos claros y transparentes, pero hablar mal de los políticos opacos y tramposos; hablar bien de los árboles erguidos y frondosos pero hablar mal de las instituciones torcidas y corrompidas; hablar bien del país pero hablar mal de quienes se lo han embolsado. Denise Dresser.

¿Cómo se celebra una fiesta en un país en guerra? En el Zócalo de la ciudad de México hay una barrera física que separa 70 metros al que cobra como presidente de la República y los ciudadanos; la vigilancia es extrema en el resto de las capitales estatales y municipales del país.
Plaza de Armas de la ciudad de Querétaro a las 21:00 horas, hay más policías y soldados que festejantes, las calles están cerradas y sólo se permite el paso por unos cuantos lugares con arcos detectores de metales, esculcan las bolsas, morrales y todo lo que a “alguien” le parezca “sospechoso”, en el único acceso que comunica el jardín Zenea y la Plaza hay que hacer fila para ser revisado, a un costado de la tienda departamental hay una fila de granaderos equipados, los grupos policiacos que deambulan entre la gente son más numerosos que cualquier familia de paseo por el lugar.
Las arengas a los héroes patrios, los fuegos artificiales, los efectos especiales luminosos no pueden ocultar que el enemigo es invisible a menos que se quiera dejar ver. Como lo advirtieran desde hace años diversos analistas como Umberto Eco, las guerras modernas se libran entre fuerzas regulares y enemigos que no pueden distinguirse porque no tienen un territorio delimitado, ni usan uniformes, no pertenecen a grupos étnicos o religiosos diferentes; es más, el principal poder de fuego no es el calibre de las armas sino la ambición humana, el miedo, la capacidad de corromper, la necesidad de ser exitoso en una sociedad que cierra casi todas las posibilidades de hacerlo legalmente pero que, increíblemente, facilita la evasión fiscal, el movimiento de capitales de gran tamaño sin que se les toque e investigue, el derroche público que suscita admiración y envidia, sin preguntas sobre su origen.
El gesto adusto, la pose envalentonada, el “viva” a una revolución en que no se cree sólo funcionan para consumo interno, para reforzar el ego, para tratar de hacer creer a los demás que se gana aunque no se sepa si se está perdiendo.
Detrás están quedando los “daños colaterales”, los ejecutados, los detenidos arbitrariamente, los “levantados”, los derechos humanos que a todos estorban, el autoritarismo que se instala como “normalidad” y todo con el pretexto de ganar una guerra que entre más prolongada sea será más difícil diferenciar entre vencedores y vencidos.
A la falta de táctica y estrategia hay que suplirlas con algo y para eso está el pensamiento mágico que desde hace 9 años se instaló hasta en la presidencia de la república, habiendo permeado antes todos los niveles de gobierno.
Su mecanismo es muy sencillo, se consigue alguien que crea que tiene buenas intenciones aunque sea un ignorante en lo que se le encomienda hacer, esas buenas intenciones son el pretexto básico para que el pensamiento autoritario se dé vuelo. Como no saben sustentar sus decisiones en datos objetivos, como no saben interpretar el curso histórico del país y de la institución para la que trabajan y los ciudadanos a los que deben servir, se ponen a decidir con base en lo que se les ocurre en el momento. Ni qué decir que sus buenas intenciones los convierten, en automático, en los líderes jamás soñados por sus subordinados, que sólo deben plegarse a las ordenes del jefe aunque no las conozcan, porque esa es otra característica, hay que adivinarles el pensamiento ya que consideran una pérdida de tiempo comunicar lo que se les ocurrió.
Hasta aquí lo dicho parece una ociosidad, pero no se crean, si lo pensamos tantito encontraremos muchas áreas de gobierno que se supone que funcionan así. La falta de preparación de sus titulares tiene que disfrazarse para no caer en el ridículo, es más, nunca se equivocan, si las cosas no salen como se les ocurrió es porque los astros están desalineados --¿le suena la fracesita?--, porque el destino no lo quiso, porque los dioses no estuvieron de acuerdo o, lo más fácil, porque los subordinados boicotearon las genialidades del jefe, porque no le adivinaron el pensamiento, porque no supieron que cuando decía una cosa es que pensaba otra y lo pensado es lo que vale.
Cada vez más se popularizan argumentos como este: hay problemas, hay que hacer algo y ese hacer algo sustituye al análisis serio de la situación, y ese algo que hay que hacer será cualquier cosa que se le ocurra porque, total, algo bueno saldrá, y si no sale ya vimos los pretextos.
A ese pensamiento mágico le estorban las críticas, si algo no va como las neuronas del bienintencionado quiere, es porque sólo nos fijamos en lo malo y no en lo bueno, es más, en el pensamiento presidencial si todos hablamos bien del país y eso incluye a su desgobierno, el país en automático tendrá que mejorar. Pero si sus tonterías hacen que todos hablen mal entonces el país irá mal, no por su culpa o responsabilidad por tomar malas decisiones, sino porque las energías negativas de las críticas obscurecen los múltiples e imaginarios aciertos.
Habría que hacerle caso a un personaje tan luminoso como Elba Esther Gordillo y convertir las escuelas normales –esas donde se forman los profesores--en academias de magia, a ver si así salimos de broncas.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

¡Es la economía estúpido!

La estrategia está muy cantada, se busca tener una buena dosis de resignación en cuanto se implemente, mientras, hay que distraer la atención y para lo mismo sirven secuestros de aviones por parte de cualquier loco, los romances y truenes de los futbolistas con estrellitas del firmamento artificial, hasta los resultados de la disque selección nacional, pero antes hay que darle vuelo a la memoria para descifrar lo que está por pasar.
En 1992 un al parecer imbatible George Bush padre, estaba por volver a ganar las elecciones presidenciales, su segundo periodo parecía inminente debido a sus éxitos en política exterior; pero los estrategas del posible perdedor, Bill Clinton, decidieron enfocarse más en lo que afectaba al bolsillo de los ciudadanos, y para que no se olvidara ese objetivo apuntaron en cada casa de campaña tres puntos específicos, uno de ellos rezaba así, ¡es la economía, estúpido! Con ese vuelco en la estrategia, Bill Clinton inició una presidencia marcada por consistentes incrementos en el poder de consumo de las familias estadunidenses, un saneamiento a fondo de las finanzas públicas dejando incluso un superávit no repetido hasta la fecha.
Esa frase se ha repetido en muchas ocasiones, mostrando que cuando a la población de cualquier país occidental se le golpea en su capacidad de consumo el costo político es demasiado grande, pero además, esa percepción de insatisfacción demuestra el fracaso de cualquier administración pública. Por eso, porque demuestra un fracaso, ningún gobierno de cualquier país medianamente democrático acepta fácilmente incrementar los impuestos al consumo. Pero a los que cobran como presidente y secretario de hacienda de este país eso no les importa, saben que dentro de tres años tendrán que formalizar la entrega del poder a otro partido, mientras, tienen que seguir protegiendo los intereses de quienes los pusieron en ese lugar que hoy ocupan.
Y es que los neoliberales nos han estado engañando diciéndonos que están a favor de las libertades mientras legislan en sentido contrario, pero cualquiera con dos dedos de frente sabe que la libertad de la que hablan es la de elegir entre diferentes objetos de consumo, es la libertad de comprar cosas, porque nos hacen creer que entre más cosas tengamos o entre más costosas sean, más felices seremos.
Pero esa es una promesa permanentemente incumplida, porque en cuanto compramos algo ya salió otra cosa supuestamente mejor y más cara, aunque no nos sirva más que para presumir. Pero como es una carrera sin sentido lo normal cambia de significado, ahora el que está endeudado, el que gasta más de lo que gana, el que no le alcanza para ahorrar, ese es el normal. Si usted hace lo contrario es una rareza en peligro de extinción. Obvio decir que esta forma de vida, siempre insatisfecha, no puede durar para siempre, y uno de los síntomas es la crisis mundial actual que tuvo que ser sorteada con fondos públicos, con bajas en los impuestos para que se reflejaran en incrementos en el consumo y así dar la percepción de una felicidad efímera.
Pero hay que seguir insistiendo en que esa forma de querer vivir afecta la forma de pensar de todos aunque no nos demos cuenta. Por ejemplo: como buena noticia se reporta que más de 500 parejas formalizarán su relación en una boda colectiva en este municipio de Querétaro, el compromiso de cultivar una relación basada en el afecto, que se acepta por consentimiento mutuo, con la esperanza de durar mucho tiempo, quizás para toda la vida, pronto se verá embestido por esa presunta libertad de elección y entonces, a las primeras dificultades o insatisfacciones surgirá la tentación de cambiar al viejo por uno nuevo, por uno más guapo, por uno más rico, aunque todo sea una ilusión y al rato incrementen los números de parejas divorciadas, de violencia intrafamiliar, de robo y tráfico de niños y niñas.
Todo se convierte en objeto de consumo inmediato para los demás y por eso no se respetan la privacidad de las personas, ni los ductos de PEMEX, ni los manglares, ni los terrenos propiedad de la Nación, ni la familia, ni la salud, ni los pobres, ni los migrantes, ni la vida, ni nada.
Un tejido social desgarrado y difícil de reparar en el largo plazo. Si a las dificultades le sumamos una limitación grave en la libertad de consumo pues todo truena, comenzando por la estructura familiar ya muy minada.
Dentro de poco en lugar de preguntarle a alguien quién eres, qué sabes, a qué te dedicas nos van a preguntar: hoy, ¿cuánto vales?

domingo, 6 de septiembre de 2009

ENTRE THRILLER Y UNA MUJER DESNUDA

ENTRE THRILLER Y UNA MUJER DESNUDA
Joaquín Córdova Rivas

El título no es ninguna broma ni el fallido intento de hacer drama, con un poquito de suspicacia alguien podría decir que entre esa marca Guiness por bailar en bola lo mismo y al mismo tiempo, y la mujer que descubrió sus pechos en el congreso local está el tercer informe del gobierno calderonista y podría tener razón.
A ver si logro articular algo medianamente comprensible. La sociedad de consumidores en que vivimos está desordenando nuestras neuronas, modificando los esquemas mentales que ya construimos a lo largo de nuestra vida y los sustituye, sin pedir permiso y sin avisar, por otros nuevos. El que no nos demos cuenta de que eso está pasando hace que nuestro pensamiento se vuelva “líquido”, creo que por allí va la teoría del sociólogo polaco Zygmunt Bauman.
Recientemente está circulando la hipótesis de que la situación del país está tan mal que es esperable un estallido social, lo dudo, el neoliberalismo bestial está imponiendo su propia lógica, las ideas de comunidad y de grupo, en donde todos debemos ser solidarios con todos porque nos identificamos unos con otros, porque nos importa el presente y el futuro colectivos, han quedado hechas pedazos, y fueron sustituidas hace rato por el concepto de multitud, con todos los problemas que ello significa. Porque una “multitud no es un equipo, las multitudes nada saben de la división del trabajo […] En una multitud no hay especialistas, ni poseedores de habilidades individuales […] En la multitud no hay intercambios, ni cooperación, ni complementaridad, tan sólo la proximidad física y la coordinación de la dirección del movimiento en curso”, pero más importante “Las multitudes, a diferencia de los grupos, no saben nada de disensos y rebeliones”. Por eso hay poder de convocatoria para juntar a miles de mexicanos a bailar Thriller en la explanada del Monumento a la Revolución, lo que es una contradicción ideológica; o a desnudarse en la plancha del Zócalo para que el inglés Spencer Tunick tome sus fotos o cualquier otra que se le venga en mente. Pero no para protestar por la pobreza indignante y la riqueza insultante a sabiendas que se dan juntas y una depende de la otra.
El vivir en una sociedad de consumidores trae otras consecuencias que la ignorancia disfraza de inmoralidad o de pérdida de valores, cuando en realidad es algo más profundo y grave.
Querétaro se ha distinguido por el alto índice de divorcios, por el porcentaje de menores solteras embarazadas, por la desintegración familiar. Lo curioso es que la queja venga de los mismos que han impuesto al neoliberalismo como forma de vida, de los que le temen a los grupos y los disgregan y exigen tratar con individuos, sin quererse dar cuenta de que actuando así están propiciando lo que les asusta y de lo que se quejan.
Ya lo advertían tiempo antes teóricos de las ciencias sociales como Anthony Giddens, en esta sociedad de consumidores “El impacto en la diferencia de una relación de pareja y un acto de compraventa de artículos comunes –distinción por cierto profunda que nace de la mutualidad del consentimiento requerido para que la relación se inicie—resulta minimizado o abiertamente descartado por la cláusula que dictamina que basta con la decisión de una de las partes para que esta termine. Esa cláusula saca a la luz la similitud anulando la diferencia: en un modelo de «pura relación», como en los mercados, las partes tienen derecho a tratarse entre sí como tratan a los objetos de su consumo. Una vez que se ha extendido a las relaciones de pareja el derecho (y la obligación) que uno tiene de deshacerse y reemplazar un objeto que ya no le satisface plenamente, las partes pasan a tener el rango de objetos de consumo […] Obviamente, una «pura relación» focalizada en la utilidad y la gratificación está en las antípodas de la amistad, la dedicación, la solidaridad y el amor, de esas relaciones de «nosotros dos» consideradas como la argamasa del edificio de la unión humana”. Porque en esta sociedad los humanos vemos a lo demás y ellos nos ven como objetos de consumo es que estamos como estamos, no por esas simplezas de una moralidad o unos valores ahistóricos que en los hechos no pueden existir sin estar anclados en un contexto específico. La solución no está en hacer más difícil la decisión de divorciarse, sino en cambiar la organización social desde sus bases económicas. Por eso tampoco se vale que el estado decida sobre el cuerpo de una mujer tratándola como menor de edad, pero eso no lo va a entender el diputado Urbiola y porras que lo acompañan; los tiempos en que las creencias se imponen a través de los aparatos represivos del estado no pueden ser la base de una sociedad que recupere los vínculos de solidaridad. Si esa mujer no se hubiera descubierto en la vergonzosa sesión del congreso local, los medios de comunicación ni caso hubieran hecho de la existencia de esos disensos, no de membretes como se les pretende descalificar, sino de los pocos grupos sociales que todavía responden a intereses comunes y se mueven para defenderlos.
Aquí caemos en el tercer informe de un gobierno que nació atado a los intereses de los que se benefician, en lo inmediato, de una sociedad de consumidores. Un gobierno que no entiende que no puede utilizar las formas viejas para explicar problemas nuevos aunque les ponga el mismo nombre. Un gobierno que ya no gobierna porque se creó enemigos por todos lados, porque se aisló, porque desprecia a los que no piensan como él. Así tenemos un presidente que quiere imponer su visión rosita sobre una realidad que brinca de lo negro al rojo sangre.