sábado, 17 de octubre de 2009

DETRÁS DEL DISCURSO

De plano el tema es la liquidación de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, en plena crisis económica, metidos en el rechazo al plan de incremento de impuestos de un poco imaginativo e ineficaz Secretario de Hacienda, Agustín Carstens, cuando la estrategia de guerra contra el narcotráfico está haciendo agua por todos lados, se abre un nuevo frente.
Vamos a los argumentos expresados en el discurso presidencial a ver qué encontramos: “Los recursos que recibía Luz y Fuerza del Centro (LFC) se destinaban no a mejorar la calidad del servicio, sino a pagar privilegios y prestaciones onerosas de carácter laboral, además de que las decisiones de operación de la empresa obedecían a las preocupaciones e intereses del sindicato” Si existían esos “privilegios”, que es lo más seguro ¿con quién se pactaron y por qué? ¿Sólo se beneficiaban los trabajadores o alguien más? Pero además preocupa el fuerte tufo antisindical, en el sentido de que se descalifica que los trabajadores puedan organizarse para defenderse de forma más efectiva frente al capital expresado en los intereses de los empresarios, de los accionistas, que buscan los rendimientos mayores a costa de lo que sea, aunque eso sea la calidad de vida y un ingreso digno de cientos o miles de familias. ¿Qué los trabajadores no pueden aspirar a organizarse para tener buenas condiciones de trabajo, vivir bien sólo debe ser aspiración de empresarios, políticos y narcotraficantes? ¿No se va a castigar a los directores y funcionarios que permitieron que esa empresa pública cayera en la ineficiencia y en la insolvencia?
Calderón enfatizó que el servicio eléctrico no se privatiza, de ninguna manera; ni en el centro del país ni en ninguna otra parte, y que las indemnizaciones a los trabajadores se darán conforme a la Ley Federal del Trabajo y al contrato colectivo, con un bono adicional a las prestaciones establecidas ¿entónces? Si las prestaciones eran onerosas dar un bono extra suena contradictorio. Es como denunciar a alguien porque me está pegando y retirar la denuncia a cambio de darle la oportunidad de pegarme otra vez. Hay otra cosa que está surgiendo con los días, Luz y Fuerza del Centro era el concesionario de una red de fibra óptica con capacidad de transmisión de datos suficiente como para abarcar electricidad, telefonía, internet y televisión. Misma que se quiere privatizar.
Definitivamente había que hacer algo con esa empresa, desde hace años era insolvente y no se modernizaba, se trabaja con equipos obsoletos e incapaces de dar un servicio eficiente y con una demanda en continuo ascenso. Simplemente manteniéndola como estaba: “Este año era necesario un presupuesto de más de 42 mil millones de pesos, además del dinero que la empresa cobra a los usuarios a través de las tarifas de luz. Cantidad equivalente al presupuesto del Programa de Oportunidades, o que duplica los recursos que se entregan a la Universidad Nacional Autónoma de México”. A ver, ahorrándose esa lana ¿existe el compromiso de destinarle más dinero a esos dos rubros, o fue simplemente para comparar sin que exista compromiso de por medio? Pero además hay otras instancias u organismos financieros que consumen y seguirán requiriendo mayores recursos ¿cuánto cuesta el IPAB-FOBAPROA, también se va a liquidar? ¿Y las cúpulas de los sindicatos de PEMEX, del SNTE?
“Lo peor de todo es que las pérdidas económicas venían aumentando año con año hasta hacerse impagables. Para seguir manteniendo a la empresa hubiera sido necesario subir desproporcionadamente las tarifas eléctricas o aumentar constantemente los impuestos”. El argumento no convence, las tarifas que maneja la CFE resultan impagables para muchos negocios pequeños y para gran número de familias que gracias al mal manejo de la economía nacional han caído en la pobreza ¿qué miscelánea chiquita, de esas de barrio o de pueblo, aguanta un pago bimestral de más de 3 mil pesos de energía eléctrica? ¿Cuántas familias, en varios estados del país se están organizando para enfrentar los incrementos abusivos y las prácticas “comerciales” de la CFE que criminaliza el no pago?
Se dijo también que “en poco tiempo LFC no hubiera podido pagar ni siquiera sus propias jubilaciones, además de que el número de trabajadores seguía creciendo no porque lo necesitara el servicio eléctrico, sino porque así lo exigía el contrato colectivo de trabajo”. ¿Quiénes firmaron esos contratos colectivos de trabajo, a poco los dirigentes sindicales se mandaban solos, allí no hay responsabilidades qué fincar?
Definitivamente hay que legislar para que cualquier tipo de organización tenga mecanismos transparentes y rutinarios de elección de dirigentes, que se prohíba la reelección y el brincoteo de una posición a otra, que se sepa en qué se gastan las cuotas sindicales y en qué se usa el patrimonio de sus integrantes, pero allí no le quieren entrar.
Podemos seguir con varias citas textuales y por varios párrafos más pero parece ser suficiente, el discurso oficial es incongruente porque además no se avanza por la vía de garantizar el respeto a las organizaciones sindicales, ciudadanas, de vecinos, de consumidores y otras muchas que existen a pesar de los intentos rudos por ignorarlas, desprestigiarlas y desaparecerlas al costo que sea. Estos gobiernos neoliberales insisten en pulverizar el tejido social sin importarle los costos en el corto y largo plazos, con una visión y un mensaje elitista: las buenas condiciones de trabajo, los salarios dignos, las ventajas de estar organizados sólo son para los empresarios, los políticos y la delincuencia.