viernes, 16 de diciembre de 2011

DESDE EL ARTE Y LA CONCIENCIA



“Tan sólo unos años atrás, una poderosa ideología –la creencia en los mercados libres y sin restricciones– llevó al mundo al borde de la ruina. Incluso en sus días de apogeo, desde principios de los años 80 hasta el año 2007, el capitalismo desrregulado al estilo estadounidense trajo mayor bienestar material sólo para los más ricos en el país más rico del mundo. De hecho, a lo largo de los 30 años de ascenso de esta ideología, la mayoría de los estadounidenses vieron que sus ingresos declinaban o se estancaban año tras año”. Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía y profesor de la Universidad de Columbia. http://cl.m.globedia.com/joseph-stiglitz-crisis-ideologica-capitalismo-occidental

Uno. Darle una repasada a los efectos “Samba” o “Tequila” para algunos parece anacrónico, pero ese capitalismo salvaje, llamado hipócritamente neoliberal, lleva décadas provocando los efectos que resume el premio Nobel citado anteriormente. El problema es que el daño en cuanto a la concentración de la riqueza en unos poquitos, los mismos de siempre, provoca desastres en todos los ámbitos del desarrollo humano.

Desastre ecológico por la destrucción de bosques, por las minas a cielo abierto, por la quema de combustibles fósiles; desastre humanitario por las hambrunas, por las ganancias desmedidas de las compañías farmacéuticas, por los recortes brutales a los presupuestos a la salud, a las pensiones, a la educación, a la vivienda digna, sin olvidar la explotación sexual por la trata de mujeres y niños. Desastre climático por las sequías, inundaciones, climas extremos donde antes no los había, terremotos, tsunamis, huracanes. Desastre ideológico, todo se vale con tal de obtener algo, todos somos mercancía de esos poderosos que ahora hasta se dan el lujo de quitar y poner gobiernos sin que exista democracia que soporte sus presiones, la destrucción de sueños, esperanzas, expectativas de un futuro mejor.

Otra vez Stiglitz: “Lamentablemente, los mercados financieros y los economistas de derecha han entendido el problema exactamente al revés: ellos creen que la austeridad produce confianza, y que la confianza produce crecimiento. Pero la austeridad socava el crecimiento, empeorando la situación fiscal del gobierno, o al menos produciendo menos mejoras que las prometidas por los promotores de la austeridad. En ambos casos, se socava la confianza y una espiral descendente se pone en marcha”. Y esos economistas de derecha son los que están guiando las propuestas calderonistas de reformas laborales, al sistema de pensiones, a la educación, a la supuesta apertura indiscriminada a un mercado que está buscando quién comparta las cuantiosas pérdidas que están por venir y sus criminales costos sociales. Pero no aprendemos.

Dos. Hay que protestar, hay que elevar los costos de los errores, de las impunidades. Basta de candidatos ignorantes que de todos modos ganarán porque todos son iguales. Basta de asesinatos de periodistas, de estudiantes, de activistas por los derechos humanos, de presuntos culpables. Basta de criminalizar la protesta social, los disensos. No más sangre.

Tres. Hay que reivindicar el arte, la cultura. Hay que darle espacio en los medios de comunicación porque también son noticia. Dos ejemplos, uno nacional y otro local. El primero es saber que un escritor mexicano obtiene el premio La Otra Orilla por su novela titulada “El daño no es de ayer”, se trata de Ignacio Padilla, que según el jurado: “Logra envolvernos en una trama misteriosa, descabellada y fantasmal, llevándonos de la mano de unos personajes siempre convincentes y a menudo geniales” y que a pesar de tener una trayectoria ya avalada por la calidad de una producción abundante, es casi un desconocido para el público en general. El segundo, desde la fotografía, contribuyendo a formar conciencia sobre los efectos de una pandemia que ha matado y está matando a millones de seres humanos; las estudiantes de Sociología de la UAQ y aficionadas a ese arte, Donna Rico Oliveros y Mariana Córdova Becerra exponen su obra en la sede del Instituto Queretano de la Juventud ―Juárez 66 Centro Histórico―, contando con el patrocinio del Centro de Orientación e Información de VIH/SIDA (COHIVIS), que estará hasta el 02 de enero del 2012. En el mundo, desde hace 3 décadas, el VIH se ha transmitido a 60 millones de personas, el 60 por ciento han fallecido. En México, con datos a junio del 2010, existen más de 141 mil personas diagnosticadas con SIDA, más de 80 mil menores de 15 años ignoran que viven con VIH. En Querétaro, existen 1145 personas con VIH, los principales problemas para combatir la incidencia son la Homofobia institucional y social, por cada mujer con VIH existen 4 hombres con VIH.

Hay que buscarle solución a los problemas, desde la ciencia y la tecnología, y también desde el arte y la conciencia.

viernes, 9 de diciembre de 2011

LEER O NO LEER


Cicerón escribió: “Si tienes un jardín y una biblioteca, tienes todo lo que necesitas”, aunque Borges dijo: “El Paraíso es una biblioteca, no un jardín”. Ray Bradbury, el autor de Fahrenheit 451, afirmó: “No hace falta quemar libros para destruir una cultura. Basta con hacer que dejen de leerlos”. Es indudable que todos los escritores somos lectores compulsivos. Dicen que Cervantes leía “hasta los pedacitos de papeles rotos en las calles”. Dos de los escritores más grandes del siglo XX creían que leer era la forma ideal de descubrirnos a nosotros mismos. Marcel Proust sostuvo: “Todo lector se encuentra a sí mismo. El trabajo del escritor se reduce simplemente a una suerte de instrumento óptico que permite al lector discernir aquello que, sin ese libro, quizá nunca habría visto en sí mismo”. Franz Kafka escribió que: “Un libro debe ser el hacha que rompe el mar helado dentro de nosotros”. Homero Aridjis. Que te muerda algún libro. Focus 2011, foro internacional sobre consumos culturales organizado por Unesco, acerca del libro del futuro y el futuro de la palabra escrita.

Las pifias de dos de los precandidatos a la presidencia de la república han puesto de moda, otra vez, a los libros, a la lectura. Temas que han sido recurrentes en esta página de este semanario.

Parecería que no hay nada nuevo qué agregar. No es así. Como lo muestra la cita del mexicano Homero Aridjis, comprender lo que se lee implica el saber descifrar un muy amplio y riquísimo mundo construido por símbolos. Según una teoría del aprendizaje, los humanos no solo heredamos de nuestros antepasados ciertas características físicas: la estatura, el color de los ojos, el tono de la piel, ciertas alergias, la propensión a algunas enfermedades y un innumerable etcétera; también heredamos ciertas estructuras mentales que nos facilitan el aprendizaje del lenguaje, el manejo de símbolos que nos remiten a cosas concretas y que al mismo tiempo las rebasan. Creamos la imaginación, la capacidad de vivir otras vidas y de entender lo que nos rodea con el manejo simbólico que, después, se confrontará con esa realidad que resultará transformada, reinventada, porque nuestros sentidos son apenas pequeñas puertas, muy limitadas, para entrar en contacto con nuestro mundo exterior.

La memoria nos ahorra tiempo, reduce el número de pasos para no tener que empezar siempre de cero. No hay que volver a vivir lo ya vivido, lo recordamos y partimos de allí para construir cosas nuevas de las viejas. Aunque no siempre lo nuevo, por serlo, es mejor.

Si bien todos tenemos la capacidad para aprender a leer y comprender lo que leemos, no es algo automático, se necesita de la voluntad para hacerlo, porque es difícil, porque cuesta trabajo, porque requiere esfuerzo. El asombro, el poder maravillarnos por lo que podemos hacer, el saber compartir sentimientos y emociones, el construir todo un sistema para ponernos en contacto unos con otros y gozarlo, y padecerlo, facilita la tarea. En eso debiera estar empeñada nuestra educación, las miles de escuelas de todos los niveles, los maestros.

Convertir ese esfuerzo para aprender a leer, en placer, no es algo que se pueda desdeñar, está en juego nuestra sobrevivencia como especie. Cuando renunciemos al anhelo de ser cada vez más humanos nuestra permanencia perderá mucho de su sentido. Por eso es importante saber que nuestros políticos, los que aspiran a dirigir este país tan necesitado de ideas, carecen de ellas, que su imaginación está limitada y que apenas alcanzan a balbucear lo mismo de siempre redactado por un ejército de asesores que se rompen la cabeza para mantener a flote una imagen plana, sin más dimensiones que le den profundidad.

Nuestra tragedia compartida es que nuestras familias, las escuelas, los medios de comunicación, las redes sociales, parecen estar diseñados para que renunciemos a la capacidad de leer. La cultura del mínimo esfuerzo nos está llevando a vivir vidas mínimas, emociones superficiales sin frenos éticos ni morales, sociedades donde todo se vale sin la menor consideración por los demás. Leer o no leer no es cualquier cosa.

viernes, 2 de diciembre de 2011

IDEAS EMBARAZOSAS


“A decir de Cinthia Covarrubias, presidenta de la Asociación de Madres Solteras en Querétaro, tan sólo en el periodo de dos años, el número de mujeres menores de 18 años atendidas por un embarazo en el Hospital del Niño y la Mujer de Querétaro pasó de 11 mil a 12 mil.” Alan Gamaliel Contreras Guadarrama www.libertaddepalabra.com 26 de Noviembre del 2011.

Los que trabajamos en escuelas secundarias o de media superior sabemos que el dato anterior es creíble, no solo por la fuente, una organización no gubernamental especializada en el tema, también porque no hubo desmentido por parte de las autoridades del Hospital referido, y porque vamos cotidianamente a menores de edad embarazadas.

La misma organización ofrece una posible respuesta a lo anterior: “han detectado que las autoridades educativas no presentan un interés por prevenir estas situaciones. Lamentó que no se ofrezca información sobre sexualidad y uso de métodos anticonceptivos en las escuelas secundarias.” Por tanto la alternativa sería consecuente con esa hipótesis: “razón por la cual iniciaron una campaña de prevención de embarazos no deseados y de adolescentes […] en las escuelas secundarias y de bachillerato de la entidad”. Bien por ellas.

Pero quizás cambiar un poco la perspectiva sirva para ver algunas cosas que estamos, todos, ignorando. Primero, cambiar de interlocutores dentro de las escuelas, no dirigirse a los directivos o a las autoridades educativas, apelar a la conciencia y el conocimiento de los mismos profesores, los que tienen ese contacto directo con los niños y adolescentes, los que ven cómo se truncan sueños, ilusiones, esperanzas y proyectos de vida por un embarazo no deseado. Segundo, seguramente el personal del sector salud tiene el conocimiento anatómico acerca de la prevención, sabe de las consecuencias físicas y hasta mentales que acarrea un evento imprevisto como este, pero no es lo mismo informar que educar; muchos adolescentes saben de los riesgos que acarrea el tener relaciones sexuales sin protección alguna y sin embargo las siguen teniendo, o las inician sin mayor reflexión ni prevención. Es decir, el contenido de la información puede ser el correcto, pero quien da el mensaje puede no ser el más adecuado, tener conocimientos mínimos de pedagogía es indispensable, resulta increíble que en una sesión donde se habla de “sexo” los muchachos se aburran, no presten atención o de plano se duerman. Tercero, referirse a lo concreto de las relaciones sexuales sin hablar de cómo han cambiado los conceptos del amor, de la seducción, del romance, del erotismo, de la sexualidad y del propio sexo, a lo largo del tiempo y en diferentes culturas de poco ha servido. Si a nuestros niños y jóvenes no se les educa ―en la familia, en la escuela, a través de los medios de comunicación masiva, etc.―, en el saber diferenciar sus sentimientos y emociones, en cómo expresarlos de forma tolerante y responsable, entonces sus modelos vendrán de lo que ven en programas televisivos “moralizantes” a que son tan afectos en recetarnos los directivos del duopolio televisivo, o al ejemplo de familias disfuncionales que basan la convivencia en violencia cotidiana de todo tipo, o de las nefastas telenovelas donde todo se vale y se presentan modelos patológicos de relaciones de pareja como si fueran los normales y deseables. Cuarto y último, por el momento. Hay que contar con que los mensajes acerca de practicar, a la edad conveniente, una sexualidad plena y disfrutable por muchos años, se topará con “filtros” que impiden que dichos mensajes se comprendan, que haya disposición a recibirlos; nos referimos a que los mexicanos, no solo en lo correspondiente a la sexualidad, somos muy prejuiciosos. Nos hemos acostumbrado a la simulación, nuestra educación religiosa y política es abundante y machacona en esto. Los muchachos fingen escandalizarse cuando se hace referencia a la sexualidad, al sexo, cuando lo practican recurrentemente y sin medir consecuencias, no únicamente en la cuestión del embarazo, también en los riesgos por la probabilidad de adquirir alguna infección de transmisión sexual o en darle la puntilla a una autoestima disminuida, en sentirse cosificados, abusados o violentados.

Hay que abordar el tema desde la Literatura, las Ciencias de la Salud, la Psicología, la Ética, la Filosofía, la Sociología, la Historia, el Arte en general, no quedarnos en la simple información instrumental de cómo se pone un condón porque no se lo van a poner, porque van a tener relaciones sexuales por las razones incorrectas, porque algo que debiera ser normal y disfrutable se convierte en una fuente más de preocupaciones, reproches y fracasos, porque vamos a tener niñas teniendo niños y lo peor, “educándolos” de la misma forma en que hicieron con ellas y ellos.

viernes, 25 de noviembre de 2011

CONSTRUIR CIUDADANÍA


“… educar es construir ciudadanía. Es perseguir la utopía de siempre. La utopía de la libertad y del combate a la desigualdad y la injusticia. La del respeto y el aprecio por los demás. La del servicio a los otros, en particular a los que menos tienen y más requieren. La de la dignidad humana que cubra a todos.” José Narro Robles, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, 17 de Noviembre del 2011.

Encontrar una forma de interpretar los sucesos no es fácil. Explicarse lo sucedido en la elección de Rector en la Universidad Autónoma de Querétaro cuyo proceso evitó en último momento el desbarrancamiento; entender lo que pasa en la definición de las candidaturas presidenciales de los partidos políticos con miras el 2012; hurgar el motivo detrás de la tendencia penalizadora y no preventiva de los delitos que priva en el poder ejecutivo queretano, con la sumisión correspondiente del legislativo; evitar que sucedan cosas como el conflicto del consejero electoral Juaristi del Instituto Electoral de Querétaro; saber lo que ocurre detrás de la debacle educativa mexicana y de los fallidos intentos reformistas con su cauda de reprobados, desertores y ninis; descifrar la locochona propuesta de la república amorosa. Todo ese enredo y más se podría descifrar si fuéramos verdaderos ciudadanos y no simples portadores de une credencial de elector y de opiniones fragmentadas y superficiales.

Por eso, como dice el rector de la UNAM, nos falta construir ciudadanía, trascender la simple asistencia a unas aulas abarrotadas y más o menos equipadas, capacitar a profesores que han permitido se les expropie su papel de líderes comunitarios para convertirse en servidores de maquinarias electorales perversas, o en simples correas de transmisión de saberes simulados y “competencias” meramente instrumentales y carentes de contenido teórico que les den congruencia y futuro.

La educación sigue siendo prioridad, pero no cualquier educación, no la consumista que promueven los medios de comunicación, no la que se disfraza de crítica y reflexiva para promover el conformismo y la pasividad, no la que privilegia los resultados estadísticos en lugar de los contenidos éticos. De la misma UNAM, el Instituto de Investigaciones Filológicas revela que: “Aunque es difícil hacer un cálculo preciso sobre la cantidad (de palabras que conoce y utiliza) un estudiante de nivel medio, contamos con datos que fluctúan entre 300 y mil 500 palabras, aunque hay que distinguir entre el número de voces que se emplean y el conocimiento pasivo de las mismas. En el caso de hablantes cultos, por ejemplo, los trabajos tradicionales de léxico señalan que suelen emplear alrededor de cinco mil vocablos, aunque su conocimiento pasivo sea de 10 mil ó 12 mil”, lo que revela que los programas de promoción de la lectura en realidad la desalientan, parece que se trata de que los mismos niños y jóvenes renuncien a sus capacidad para comprender el universo simbólico que hemos construido, este mismo texto está constituido por símbolos que muchos logran “leer” pero no comprenden.

Lo “cientificista”, que no científico, le ha estado ganando terreno a las otras formas de entender el mundo, de aprehenderlo y aprenderlo, por eso resulta conveniente conocer puntos de vista como los del Dr. José Narro o de investigadoras como Laura Frade (Los nudos existentes en la evaluación por competencias desde una visión del pensamiento complejo. Antología - 5º Congreso Nacional de Educación http://www.snte.org.mx/?P=articulo&Article=1343), del primero podemos rescatar otra cita: “La auténtica función de las universidades trasciende a la de transmitir y generar conocimiento. El verdadero propósito tiene que ver con la vida en sociedad. Con la creación de modelos al respecto. Con la formación de ciudadanos libres, con conciencia colectiva, capaces de valorar principios éticos y la vida en sociedad. Atentos al cumplimiento de los marcos legales y de sus propias obligaciones. Aptos para la democracia, respetuosos de los derechos de los demás y competentes para exigir el cumplimiento de los propios”; de la segunda: “…una competencia no es sólo un acto racional es también un acto afectivo puesto que hoy se sabe que la emoción es la base del pensamiento y del comportamiento, aquel que puede responder frente a las demandas o problemas que enfrentamos y a su vez los resuelve, incluye un proceso que inicia por el interés y la motivación en los que regula los sentimientos que emergen durante el proceso de ejecución hasta llegar a la meta deseada. Más aún, la falta de emoción en la resolución de demandas es tan dañina para el sujeto como el exceso de ellas al actuar, así si la persona no se emociona por lo que observa, pues no lo hace, no se interesa o su participación disminuye, pero también si sigue sus impulsos sin control puede llegar a matar a alguien”, o robar, o extorsionar, o secuestrar, o justificar todo lo anterior. Pero también se necesita “un criterio de adecuación entre lo que hace el sujeto para resolver lo que enfrenta y lo que la sociedad y su cultura necesita y acepta como éticamente válido. Es decir que no todo lo que se hace resulta en un comportamiento competente por más que el sujeto que lo despliegue logre los resultados a los que aspira, de ahí que la competencia también sea un asunto cultural”.

En resumen, no basta con atenerse a los contenidos académicos de un plan de estudios o al diseño perfecto de proyectos a realizar en el aula, el alma educativa está también en las motivaciones, en las actitudes, en los valores, en la construcción de una ciudadanía plena que no evada lo emotivo y ético, que no acepte simulaciones, que no olvide las utopías.

jueves, 17 de noviembre de 2011

REVOLUCIÓN Y CAPITALISMO


“La Revolución (Mexicana) la hicieron los pobres y la ganaron los ricos” Arturo Salcido Beltrán, Historiador.

Era el 20 de Noviembre de 1910, fecha pactada para iniciar el movimiento popular que buscaría derrocar a Porfirio Díaz después de un fraude electoral descomunal. Francisco I Madero, integrante de una de las 10 familias más ricas del país, hacendado con estudios en Estados Unidos y Francia, atraviesa la frontera norte hacia México, no encuentra movilización alguna ―apenas 3 días antes se había masacrado a la familia Serdán en Puebla― y regresa a su refugio en nuestro vecino del norte. Pero esa fecha queda en la historia oficial y en el imaginario social como la del inicio de una revolución cuyo carácter social es otorgado por Emiliano Zapata y su guerra de guerrillas, y Francisco Villa con su nunca reconocida División del Norte.

El desenlace lo conocemos, Zapata y Villa son asesinados por mantener las reivindicaciones de sus tropas, de sus pueblos, no sin antes demostrar que la utopía revolucionaria es posible. Villa en la hacienda de Canutillo llega a tener a los campesinos mejor pagados del país, con producciones agrarias más que significativas. Zapata, con Palafox encargado de la parte agraria del gobierno, en seis meses, logra el reparto de las tierras en poder de las haciendas a favor de los pueblos, y con la propiedad y producción comunal de las mismas alcanza producciones muy por encima de las logradas por las “eficientes” haciendas. Ambos experimentos tenían que ser sofocados.

Los ganones vuelven a ser esos ricos hacendados que crecen sus tierras y fortunas al amparo del porfirismo, allí está Venustiano Carranza, que al día siguiente de promulgada la Constitución de 1917 comienza su proceso de desmantelamiento proponiendo reformas a algunos de los artículos más importantes y dilatando las demandas obreras y campesinas hasta que el ejército federal logra controlar el país, ese mismo ejército organizado y comandado por los generales leales a un proyecto ajeno a las masas populares. En fin, hay muchas formas de interpretar la historia, algunas arrojan más luces que sombras, otras prefieren la crónica de fechas y hechos desarticulados, incomprensibles, opacos. Lo mejor es investigar, leer, buscar en el pasado para entender el presente, para marcarnos un lugar propio en esa historia nacional, para fijarnos un objetivo y darle sentido a nuestra vida.

Mientras, ese capitalismo neoliberal sigue provocando víctimas, la democracia es una de ellas y apenas nos estamos dando cuenta. Orlando Delgado Selley hace el recuento: “En esta etapa de la crisis del capitalismo contemporáneo, los gobiernos de los países que con dificultades para refinanciar sus pasivos, han ido cayendo uno a uno. En Grecia, primer país en reconocer la situación de sus finanzas públicas y solicitar apoyo financiero, tras 20 meses de agonía Papandreou ha anunciado su dimisión. Meses antes el gobierno irlandés, que aceptó un duro plan de austeridad a cambio de que sus socios europeos destinaran los recursos necesarios para cumplir con obligaciones derivadas del rescate a los bancos irlandeses, también cayó […] En Portugal, luego de tres programas de austeridad fiscal, el gobierno del socialista Sócrates tuvo que aceptar elecciones anticipadas, en las que ganó la derecha. En España, aunque no se ha demandado apoyo financiero si se han instrumentado severos planes fiscales de austeridad, el gobierno del PSOE tras una rotunda derrota en las elecciones pasadas aceptó elecciones anticipadas que se celebrarán el 22 de noviembre, en las que nadie duda que será barrido. En Italia, Berlusconi dimitirá tan pronto logre que el parlamento italiano acepte un programa de austeridad supervisado por el FMI”. Los gobiernos derrumbándose mientras los banqueros, corresponsables de las crisis, se mantienen en sus lujosas oficinas con sus insultantes sueldos y comisiones. Las poblaciones de esos países y otros ―como el nuestro― han estado sufriendo de esos programas de disque austeridad, viendo como sus instituciones sociales son desmanteladas progresivamente, sufriendo del deterioro en su calidad de vida sin que nadie les haya preguntado si ese era el camino que querían transitar, simplemente se impusieron. De allí la importancia de que la izquierda mexicana se haya podido poner de acuerdo en una precandidatura presidencial, en un programa de gobierno que se irá decantando y que puede constituir una forma diferente de encarar las crisis económicas y sus graves consecuencias en los individuos, en sus familias, en sus barrios y comunidades. Pero el espacio es limitado, habrá que seguir bordando sobre este y otros temas.

EL SISTEMA


“El problema no es la corrupción o la codicia, el problema es el sistema que nos empuja a ser corruptos.” Slavoj Zizek en Revista Ñ 4 de Noviembre 2011.

El filósofo eslovaco comenta así respecto de las manifestaciones de ocupados e indignados en las plazas de las principales capitales de casi todo el planeta. Cuando algo parecido se ha dicho aquí respecto de los violentos, de los corruptos, de los políticos y empresarios que sólo satisfacen sus caprichos y atienden a sus intereses, se les acredita una responsabilidad individual, como si fueran individuos los que han fallado. Pero Zizek tal vez tenga algo de razón.

Si existen seres humanos que no dudan en matar, torturar, desaparecer, secuestrar, robar, extorsionar, envenenar y lucrar con sus semejantes, es porque existe un sistema que les permite hacerlo, que no les dio el juicio, el valor y la alternativa clara para dedicarse a otra cosa. Suena y es difícil de aceptar. Es preferible creer que el mal es algo que nos seduce, que nos tienta, que nos vuelve infrahumanos, que está fuera de nosotros y que conscientemente permitimos que entre en nuestra mente y en nuestro corazón. Y que por lo tanto necesitamos que se nos reprima, se nos castigue, se nos culpe de todo lo malo que llegue a pasar, incluso que se nos elimine físicamente. Pero esa explicación ya nos queda chica, ya no nos sirve.

La democracia se aleja de las explicaciones mágicas a las que somos tan afectos, nos reconocemos humanos, con virtudes y defectos, por eso diseñamos instituciones que faciliten que nos comportemos de acuerdo a lo que consideramos correcto, que se aseguren de que vivamos bien si nos comportamos siguiendo ciertas reglas de convivencia aceptadas por todos, que también contemplen sanciones si no lo hacemos. Pero cuando ese sistema manda señales erróneas y alguien las sigue, no solo hay que culpar a ese individuo que no pudo diferenciar el error, sino también al sistema que no funciona como se supone que debería. Peor cuando premia, aunque sea temporalmente, a los que abiertamente atentan contra la vida y la libertad de los otros. Para evitar la desigualdad y la pobreza, para combatir la impunidad y la corrupción, para no dañar irremediablemente al planeta en que vivimos necesitamos cambiar al sistema.

Por eso, en los diversos procesos electorales que estamos viendo y viviendo, hace falta que nos fijemos en los diagnóstico y las propuestas que lleven el rumbo de cambiar al sistema, no para profundizar sus efectos nocivos o para hacerlo resistente a los intentos para modificarlo, como sucede con las reformas empujadas por la presidencia de la república y los intereses que defiende, sino en las que busquen rectificarlo o mejor, sustituirlo progresivamente por otro completamente diferente. A los candidatos les resulta facilísimo hacer promesas, decir lo que sea, incluso cumplir con algunas cosas, siempre y cuando todo funcione como siempre y ellos sean parte de los beneficiados. ¿Qué propuestas de fondo hacen y se obligan, con una reingeniería institucional, a hacer los dos candidatos finalistas a rector de la UAQ? ¿Cuál es la diferencia real entre Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador? El resultado de la encuesta para definir quién será al candidato de la izquierda partidaria ya deberá conocerse a la aparición de este texto. ¿Cuál la diferencia entre los candidatos panistas? ¿Cómo y por quién definiremos nuestras preferencia electorales rumbo a julio del 2012?

Lo peor que nos puede pasar es que ese ánimo por el cambio se convierta en una marca comercial, en un pretexto para seguir pensando lo mismo, para seguir viendo la vida de la misma manera, para seguirnos engañando creyendo que las cosas no pueden empeorar.

TRAGEDIA GRIEGA


Grecia es considerada la cuna de la civilización occidental, sus filósofos siguen siendo citados como fuente de sabiduría, no sólo por lo que pensaban sino por los métodos que empleaban. Eso de apropiarse de la realidad, de reflexionar sobre ella, de analizarla y transformarla no es ningún chiste. También se les considera los inventores del teatro comenzando por la Tragedia. Entre sus otros muchos “inventos”, además de la democracia, ese intento perpetuo de hacer que el ciudadano se interese por su gobierno y participe en el mismo, está el alfabeto, esa capacidad de nombrarlo todo con apenas veintitantos símbolos escritos y sus correspondientes sonidos.

La Tragedia, todos lo sabemos, siempre termina mal, el destino se alza ante los personajes y termina por vencerlos; a los pobres mortales, aunque se consideren los protagonistas del drama, sólo les quedan dos caminos, el primero, resignarse y dejarse vencer sabiendo la inutilidad de sus afanes, o resisitirse, tratar de cambiar ese mal fario con el que nacieron, burlar esa fuerza obscura por inexorable y atentatoria de la libertad.

A los griegos y a toda la civilización occidental los acecha el destino disfrazado de esa minoría representada por los organismos financieros internacionales, en esos banqueros insaciables y sus gobiernos comparsas. Muchos se preguntan cómo una economía que apenas es el 0.5 por ciento del PIB mundial tenga en jaque al modelo económico globalizado y neoliberal. Pero es que no es únicamente Grecia, es también España, Portugal, Italia y casi el país que se quiera, hasta los mismos Estados Unidos. Es la crisis de una forma de explotación económica y del gobierno real de esas instituciones financieras que no tienen llenadera. Siempre se habla de irresponsabilidad gubernamental, que los ciudadanos de los diferentes países están pagando el derroche y robo de una clase política cómplice de intereses externos, no dejan de tener algo de razón, pero no toda, apenas en la semana que terminó, el analista del diario La Jornada José Blanco daba a conocer algunas cifras del Global McKinsey Institute, aunque a veces dé flojera leer cifras estas valen la pena: “Reino Unido: deuda total respecto de su PIB (la llamaré DT): 497 por ciento; la parte de deuda correspondiente a su gobierno (DG) es 77 por ciento. Las deudas del resto de los países, son como sigue: Japón, DT 492 por ciento, DG 213 por ciento; España, DT 366, DG 66; Francia, DT 341, DG 88; Italia, DT 313, DG, 110; Corea del Sur, DT 306, DG, 30; Estados Unidos, DT 289; DG 80; Alemania, DT 284, DG 86; Canadá, DT 274, DG 68.” Como se puede ver, la deuda pública de los últimos tres países apenas es un tercio del total, el resto es deuda privada, para que se vea con claridad quiénes son los irresponsables. Otros analistas nos recuerdan que Grecia no tenía este tipo de problemas financieros hasta que incrementó su deuda para organizar las Olimpiadas, apostó todo al turismo dado que no tiene petróleo, su agricultura es muy limitada y su dominio de las grandes navieras ha decrecido. Recordar también que el impuesto para financiar nuestras Olimpiadas ―México 68―, la tenencia por uso y tenencia de vehículos automotores apenas está por desaparecer ¡43 años después! Y ya queremos embarcarnos en otras.

El español Juan Luis Cebrián ―El País 02/11/2011― basándose en Adam Smith resume bien el conflicto: “Desde su fundación, el capitalismo ha necesitado de reglas que limiten y controlen el funcionamiento de los mercados, y es responsabilidad de los políticos y gobernantes establecer dichas reglas y hacerlas cumplir. Por eso tienen razón quienes señalan que la actual crisis económica es en realidad una crisis política, caracterizada por la ausencia de liderazgo, y también -y sobre todo- una crisis moral, en la que la pérdida de valores no puede de ninguna manera sustituirse por promesas electorales. Pero, además, tiene una dimensión global prácticamente sin precedentes, por la extensión y rapidez con la que se ha producido”.

El “plan de rescate” tan oportunamente comandado por los gobiernos derechistas de Francia y Alemania, buscan darle oxígeno extra a un modelo económico a punto de tronar porque no responde a las necesidades sociales de los comprometidos a pagarlo, los ciudadanos comunes y corrientes, los que ven afectada su calidad de vida porque no hay empleos, cuando los encuentran están mal pagados, porque no se asegura la salud, la educación, la vivienda y demás. Por eso ha caído tan mal la propuesta griega de poner a referéndum ese pretendido rescate más sus graves consecuencias, la democracia de los indignados, de los zombies, de los ocupados, de los desesperados es el veneno contra los abusos de los mismos de siempre. Elegir la libertad contra el destino. A ver si aprendemos.

sábado, 29 de octubre de 2011

FRUSTRACIÓN


“Se trataba de André H., quien explicó que lo pirómano le surgió por frustración, por falta de dinero y desolación. También había algo de envidia social, agregó, contra aquellos que tienen cosas que él, un pintor y barnizador desempleado, no puede pagar”. Yaotzin Botello, corresponsal en Berlín del diario Reforma.

La nota apareció apenas este 25 de octubre en la página 16 de ese diario. El fragmento citado pertenece a dicha noticia que da cuenta de una investigación de la policía alemana para encontrar al responsable del incendio intencional de más de cien autos de lujo, todos de marcas alemanas como BMW, Audi y Mercedes Benz, encontrando que André H., le había prendido fuego a 67, pero que otros 35 también habían sufrido daños. Nada más que la policía teutona tiene registrados 341 autos destruidos, quemados intencionalmente, sólo en su ciudad capital; hasta llegaron a creer que era una campaña de ciertos grupos de extrema izquierda, pero parece que no hay tal, que podría ser el resultado de la frustración de individuos resentidos porque a otros les sobra lo que ellos honestamente y con su trabajo no pueden obtener. Este caso, extremo si se quiere, podría dejar de ser la excepción si no ocurren cambios rápidos en un sistema económico que ya mostró su injusticia y que en algunos países, a pesar de sus nefastas consecuencias, se pretende profundizar; como en el nuestro con la propuesta de reforma laboral que empuja una presidencia ciega y consentidora de los intereses de una pequeña cúpula de multimillonarios. Hasta el Vaticano está preocupado y reaccionando, tarde, como siempre, con un documento que pretende establecer una posición crítica ante la próxima reunión de los países disque más poderosos del mundo ―el llamado G-20―: Tras el ocaso de las viejas ideologías, han surgido nuevas "ideologías neoliberalistas, neoutilitaristas y tecnocráticas que, al tiempo que marginan el bien común en favor de dimensiones económicas, financieras y técnicas absolutas, ponen en riesgo el futuro de las instituciones democráticas mismas", así dice la nota titulada "Para una reforma del sistema financiero internacional en la perspectiva de una autoridad pública de competencia universal" del Pontificio Consejo Justicia y Paz.

La crisis es tan profunda, que los millones de jóvenes educados y desempleados ya se dieron cuenta que tienen el presente y el futuro embargado por las grandes corporaciones típicas y beneficiarias de esas “ideologías neoliberalistas”, se están indignando y tomando las plazas públicas, hasta ahora pacíficamente, pero cualquier error, por parte de cualquier autoridad, puede prender una mecha que se ve muy corta.

La Cumbre de Negocios realizada en territorio queretano mostró las dos tendencias que estiran el conflicto social, por una parte hacer como si no pasara nada, festejar las cuantiosas inversiones que se mueven a otras partes del mundo donde los salarios y la seguridad laboral importan cada vez menos y los gobiernos hacen de la vista gorda a la hora de cobrar impuestos o asegurar las prestaciones sociales, por la otra, el llamado y la experiencia brasileña, personificada por Lula da Silva, que le dio oxígeno a la reunión mostrando que sí hay otras formas de hacer las cosas, que la gente debe ser el centro de las políticas públicas y no el pretexto para hacer más ricos a los millonarios, que todos habitamos el mismo mundo y que los excesos de unos son las carencias de muchos.

Mientras, hay que seguirse indignando, no caer en el juego de las pequeñas corrupciones que justifican las grandes, protestar contra las injusticias cotidianas, saber que la vida puede ser mejor si recuperamos nuestra capacidad de reflexionar y de solidarizarnos con los otros. Como dice el rockero español Miguel Ríos cuando anuncia su retiro, no a la piedad, sí a la solidaridad.

viernes, 21 de octubre de 2011

99 POR CIENTO


Nos pega la desigualdad, la falta de seguridad en el empleo, el desmantelamiento de las instituciones sociales que debían hacerse cargo de nuestro presente y futuro ―salud, educación, seguridad pública, vivienda, jubilación, alimentación, información, ambiente, cultura, recreación y demás―, nuestra percepción del mundo está fragmentada porque este capitalismo neoliberal aprieta por todos lados sin dar espacio para el respiro, la reflexión, cada vez nos aleja más la posibilidad de ponernos de acuerdo. Increíble que en un mundo hiperconectado no podamos comunicarnos en persona porque lo primero que aflora es la versión parcial y aparentemente incompatible de cada quien.

Parece que el primer auxilio es la masa que trasciende al individuo. Porque el individualismo es la primera trampa, ese creer que todo lo podemos hacer solos, esa falsa premisa de los interesados gurús de la autoayuda que repiten incesantemente que el mundo es tuyo, que el éxito depende de lo que tú, y sólo tú, hagas con él. Que si no eres exitoso es porque eres un estúpido y por tanto nadie más tiene responsabilidad alguna de que estés enfermo, desempleado, deprimido, desesperado, incomprendido, insatisfecho, todo porque eres un consumidor fracasado.

Quizás esa sea la razón del por qué la indignación se ha reflejado en eventos masivos que han utilizado las mismas redes sociales que nos han alejado de los otros. Ya no nos encontramos cara a cara, no podemos escudriñar al instante los efectos de lo que decimos, no nos vemos reflejados en esos “espejos del alma” que son los ojos de los otros, no hay el menor acercamiento físico y los apapachos también son necesarios. Hemos perdido lo más por la fugacidad de lo menos. Pero sus fortalezas son también sus debilidades.

A la convocatoria mundial para manifestarse hubo respuesta importante en más de 900 ciudades, millones de personas se movilizaron y tomaron las plazas públicas, todas protestando contra los gobiernos corruptos e ineficientes, esos que han traicionado a sus ciudadanos para beneficiar a unos cuantos; también contra los banqueros, contra las grandes corporaciones que concentran la riqueza, que debiera ser de todos porque todos la producimos, a la vez que “reparten” generosamente sus pérdidas para que todos las paguemos vía impuestos y una menor calidad de vida por varias generaciones.

En Querétaro también hay indignados, sin experiencia en organizarse pero con el ímpetu para intentar recuperar esas capacidades para encausar sus demandas de forma pacífica y colectiva, quisieron participar el sábado pasado, fueron pocos pero entusiastas, cambiaron de sede varias veces porque no encontraban el lugar adecuado, hasta terminar en el Jardín de la Corregidora. Sus demandas son excesivamente amplias, sus visiones hasta pueden chocar, pero los une el mismo sentimiento, la indignación y la certeza de que las cosas no deben ni pueden seguir como están.

Como respuesta, los políticos, sus partidos, sus empresarios, sus medios de comunicación, siguen como si no pasara nada, inventando conspiraciones, fingiendo guerritas “sucias”, atendiendo los detalles macabros de una guerra interna que escala alturas antes insospechadas, dándole escaparate a precampañas insulsas con precandidatos intercambiables, golpeando al árbitro electoral, proponiendo “reformas” que ahondan esas desigualdades, sus corrupciones e impunidades. Todo para que nada cambie.

Pero somos el 99 por ciento.

viernes, 14 de octubre de 2011

MANZANAS


¿Qué tiene de cachonda la manzana que insiste en formar parte importante de la historia de la humanidad?

Por lo menos en lo que corresponde al desarrollo de la civilización occidental, ese curioso fruto, que partido a la mitad despierta los sentidos y la imaginación, ocupa un papel decisivo en nuestra muy particular mitología.

Desde el relato bíblico en el que a Adán y Eva se les presenta la tentación en forma de manzana, con la consecuencia lógica de la necesaria rebeldía ante un dios que pretende controlarlo todo, absolutamente todo. Pasando por un pretencioso y también rebelde Robin Hood que intenta que el sistema económico funcione al revés, los ricos dándole a los pobres parte de su riqueza, aunque sea a fuerzas, y con una puntería capaz de partir en dos una manzana sostenida por la cabeza de alguien apreciado y no sustituible. Siguiendo por las redondeces de un fruto que insiste en caer cerca, y no encima, de un joven observador e inquieto como Isaac Newton para que imagine e invente la ley de la gravedad.

Y qué decir de la compañía disquera formada por el quinteto de Liverpool, sí, los Beatles, con su Apple Records que presentaba en el lado «A» de sus acetatos una manzana verde aparentemente completa, pero que se descubriría partida a la mitad al darse vuelta hacia el lado «B», y de allí el salto tecnológico; otra vez la manzana ligada a la rebeldía frente a lo mismo de siempre, al pensamiento lineal, a trascender lo obvio para descubrir lo que hay oculto, la manzana mordida, cayendo en la tentación de probarla, de no quedarse sólo viéndola, de paladearla, morderla para atrapar sus secretos y hacerlos parte de uno. La manzana de Steve Jobs y sus invenciones, sus carretadas de dinero, mostrando lo que ya sabíamos pero que insistimos en olvidar, que el genio y la riqueza, ni siquiera juntos, pueden vencer a la muerte.

Pero la manzana no basta para endiosar a la tecnología, esa sorprendente búsqueda de lo más chiquito, de lo más rápido, de lo que más contiene, de lo que más distrae por sus múltiples utilidades que pueden funcionar al mismo tiempo, sumiendo nuestro cerebro en un permanente estado de confusión. Falta que la manzana aparezca para decirnos que no todo lo que se puede hacer debe de hacerse, que nos dé la capacidad de prever a dónde nos pueden llevar los cambios tecnológicos que parecen no tener más dirección que la que se dan ellos mismos o algunos personajes siniestros que abundan en la historia. Lo peor es cuando les enseñamos a nuestros niños y jóvenes que las guerras son “buenas” porque “provocan” avances científicos y tecnológicos que no se darían, dicen algunos maestros, si siempre viviéramos en paz. El conflicto como motor de la historia. Pero esa idea no es de las ciencias naturales, por lo menos no enunciada así.
Falta el desarrollo de las ciencias sociales, las temidas y al mismo tiempo despreciadas porque no tienen manzanas, pero nos leen los pensamientos, desnudan nuestras intenciones, nos descubren, todos los días, humanos y diferentes, magníficamente diferentes a las máquinas.

viernes, 30 de septiembre de 2011

LECCIONES DEL 68

Hay vivencias que definen, que cambian el rumbo de una vida, que nos vuelven sensibles a procesos históricos y sociales, que nos vuelven escépticos y preguntones, críticos en lugar de conformistas.

No participé en el movimiento estudiantil del 68, no soy de esa generación, por edad no me correspondía, ni siquiera por cercanía geográfica o por tener algún afecto familiar involucrado, y sin embargo, recuerdo que esperaba con ansias los periódicos para leer sobre algo que no entendía, que a los adultos intrigaba pero que no se molestaban en explicar a un niño de primaria particular marista. Como tantos temas que se quedan fuera de las aulas, como si la escuela fuera un mundo paralelo a la realidad ―igual que ahora―, los profes tampoco parecían interesados en eso que pasaba en la capital del país o en las escasas ciudades donde los universitarios, esa élite dorada, trataban de replicar un movimiento que comenzara con demandas muy específicas y que evolucionara a un enfrentamiento contra un gobierno que descubrimos más miedoso y autoritario de lo que se veía a simple vista.

No conocí a protagonistas de ese 2 de octubre hasta que al principio de la década de los ochentas del siglo pasado, en Querétaro, pude escuchar al Búho, llamado así por sus enormes lentes de culo de botella, Eduardo Valle, uno de los más lúcidos dirigentes estudiantiles de esa época; también a Heberto Castillo quien diera el grito de independencia el 16 de septiembre en una Ciudad Universitaria sitiada por el ejército, ese ingeniero que planeara un nuevo partido político desde las celdas del antiguo Palacio de Lecumberri junto con algunos de los dirigentes estudiantes también presos, con obreros como el ferrocarrilero Demetrio Vallejo, con intelectuales que después prefirieron quedar como apoyos externos, con muchos de los grandes caricaturistas que renunciaban a los derechos de autor por el uso de su obra para hacer carteles, para imprimir camisetas, bonos de cooperación y demás. Pero conocerlos fue el remate de una curiosidad despertada muchos años antes y que llevó a muchos jóvenes a preguntarse si la realidad cabía en las primeras planas de los periódicos, en los estrechos márgenes de una pantalla de televisión o en los límites cerebrales marcados por los enormes audífonos del locutor de moda.

Aprendí, junto con algunos de mis compañeros y amigos, que la realidad tiene muchas formas de vivirse, percibirse e interpretarse, que hay niveles de comprensión que se escapan si no la cuestionamos, la exprimimos y actuamos en consecuencia, que las cosas frecuentemente no son lo que parecen. Que vale más un espíritu libre que uno atado a ideas ajenas, por más dogmáticas y bienintencionadas que sean.

No somos la generación del 68 pero sí somos sus herederos. Como tales y seguramente sin saberlo participamos y hemos hecho nuestras propias historias, nos tocó la suerte de contribuir en algo en luchas que ahora parecen novedosas, por los derechos humanos, por una sociedad plural y tolerante, por la diversidad sexual, por los derechos de las mujeres, por una educación pública y laica para todos, por hacer que el voto cuente y se cuente, por hacer realidad preceptos constitucionales que para algunos son meras quimeras, por una sociedad más igualitaria.

El 2 de octubre de 1968 no es solo una fecha más del almanaque nacional, fue la culminación de un proceso social y el inicio de muchos otros. No hay frustración, no hay reniegos, no es lo mismo ver pasar la vida que intentar formar parte de ella. Todos podemos elegir, en cualquier momento, entre más pronto mejor.

domingo, 25 de septiembre de 2011

COMO SI NO PASARA NADA

“Les deseo a todos, a cada uno de ustedes, que tengan su propio motivo de indignación. Es un valor precioso. Cuando algo te indigna como a mí me indignó el nazismo, te conviertes en alguien militante, fuerte y comprometido. Pasas a formar parte de esa corriente de la historia, y la gran corriente debe seguir gracias a cada uno. Esa corriente tiende hacia mayor justicia, mayor libertad, pero no hacia esa libertad incontrolada del zorro en el gallinero. Esos derechos, cuyo programa recoge la Declaración Universal de 1948, son universales. Si se encuentran con alguien que no se beneficia de ellos, compadézcanlo y ayúdenlo a conquistarlos.” Stéphane Hessel. ¡Indígnense!

Lo sabemos, nos lo embarran en la cara, su porquería ocupa todo y no deja respirar sin tragarse algo de la misma, pero su discurso la evita, como si no existiera, como si no la produjeran y fueran parte de ella.

Detrás de cada escándalo de impunidad y corrupción están los datos duros de lo que ya no se puede esconder, nuestro sistema político está completamente podrido. Allí está la andanada de aplausos cínicos al exgobernador Montiel en el cambio de gobierno del Estado de México; allí están las grabaciones, los testimonios, los documentos, las fotografías que involucran a las cúpulas políticas, partidistas, empresariales y religiosas en tragedias cotidianas como el casino Royal; también las víctimas visibles que estaban enterradas en las fosas de la indiferencia y que sigue recogiendo la caravana encabezada por Javier Sicilia y el resto de familiares que no han perdido la capacidad de indignación; allí están los autodestapes disque disfrazados de informes de gobierno, de entrevistas televisivas; también los 35 ejecutados en Veracruz, a cortísima distancia temporal y geográfica de la reunión nacional de procuradores estatales de la justicia con la cabeza de la PGR y de remate los 301 bienes inmuebles decomisados por la policía colombiana achacados al cártel del Chapo Guzmán; seguir con la lista ya interminable nos dejaría sin espacio, ni para pensar, ni para recuperar esa capacidad de indignación que el francés Stéphane Hessel nos demanda a nombre de tantos miles de muertos, de nuestra historia reciente, que tenían esperanza en un futuro mejor.

No pueden ser más cínicos, se aprovechan de sus propias corrupciones para proponer “reformas” que las legalizan, pretendiendo legitimar sus privilegios, su visión de un mundo y una Nación creada exclusivamente para su beneficio, garantizando su impunidad y haciéndonos creer que es para nuestro bien. Así han desmantelado el llamado estado de bienestar, ese que creció con la idea de que nuestras instituciones deberían garantizar una vida digna para todos, con salud, educación, vivienda, acceso a la cultura y esparcimiento, con la seguridad en nuestras vidas y bienes, a una vejez digna y productiva, a un trabajo y salario decentes. Se roban la riqueza generada socialmente, por todos; devastan amplias zonas del territorio nacional para lucrar con el agua, con los minerales, con la biodiversidad, con el paisaje. En nombre del progreso se están quedando con todo y se lo acaban, como si fueran inmortales.

La globalización nos iguala para bien y para mal, lo que pasa en Europa no es exclusivo de esa región del mundo. La altiva Europa, cuna de la civilización occidental, tan vapuleada recientemente, está reaccionando, esperemos que no demasiado tarde, que su indignación nos contagie a todos: “Se atreven a decirnos que el Estado ya no puede garantizar los costos de estas medidas ciudadanas. Pero ¿cómo puede ser que actualmente no haya suficiente dinero para mantener y prolongar estas conquistas cuando la producción de riqueza ha aumentado considerablemente desde la Liberación, un período en el que Europa estaba en la ruina? Pues porque el poder del dinero, tan combatido por la Resistencia, nunca había sido tan grande, insolente, egoísta con todos, desde sus propios siervos hasta las más altas esferas del Estado. Los bancos, privatizados, se preocupan en primer lugar de sus dividendos y de los altísimos sueldos de sus dirigentes, pero no del interés general. Nunca había sido tan importante la distancia entre los más pobres y los más ricos, ni tan alentada la competitividad y la carrera por el dinero”.

Por eso urge que recuperemos la sensibilidad, que ubiquemos con precisión los intereses generales, que nos resistamos a seguir siendo manipulados. Que el remolino electoral, tan costoso, que ya comenzó, no nos deje resignados, como simples espectadores de unos poderosos que se reparten lo poco que nos queda. Que aparezcan las definiciones ideológicas, los compromisos reales, antes de que se los trague el determinismo económico. Que no nos roben la indignación y la esperanza.

domingo, 18 de septiembre de 2011

REQUISITOS

Hasta para renunciar hay que ser oportuno, por lo menos en la política, porque la acción puede trascender, enviar un mensaje, aprovecharla para tomar impulso e iniciar una etapa diferente. Pero fue al revés.

Seguramente nuestro secretario de educación pública, que dedicó el último año para promoverse e intentar ser considerado como candidato de su partido a la presidencia de la república, no solo consideró el ir abajo en las encuestas internas del PAN, también debe haber recibido un adelanto de los resultados de la prueba ENLACE 2011, que es la mejor evaluación a su desempeño; como los resultados no fueron buenos, aunque presume que se alcanzaron metas sexenales, el trampolín de un espectacular avance educativo se rompió apenas agarrando vuelo. Desgraciadamente, es también la tomografía de un sistema educativo esclerosado, cuyas dosis reformistas no logran el objetivo deseado porque la comunicación entre las autoridades y los profesores está mediada por una instancia sindical que todo lo deforma y lo usa para su exclusivo beneficio. Claro, la autoridad tiene su parte de responsabilidad, pero los docentes siguen dejando espacios que les pertenecen de origen y por no ocuparlos están permitiendo que cualquiera se los adueñe, y después se quejan porque sus expectativas y conocimientos cotidianos en el aula no son tomados en cuenta.

Los cambios, para que resulten, deben tomarse como propios, con la conciencia plena de su necesidad y pertinencia, de que se le toma a uno en cuenta como agente activo y no como un simple administrador de las decisiones de otros. Así, las reformas se quedan en simples requisitos, el discurso de los directivos es: “hay que llenar estos formatos nuevos porque a mí me los piden”, la administocracia se vuelve la nueva justificación para los cambios, no hay motivación didáctico-pedagógica, como lo escribe Alexander Schaunard: “Lo que pasa con el grupo otrora compacto, ejemplo viviente de un gremio en plena globalización, es que se hace grumos, se dispersa, forma pequeñas cofradías, que basan su comunicación en sencillos códigos, aferradas a unos cuantos conceptos, limitando su competencia a reducidos ámbitos que los hacen sentir seguros; lo más indispensable para seguir chambeando en la enseñanza, un saber que con cada nueva reforma se ha venido muriendo más y más”. Y entonces las principales resistencias contra los cambios son internas, de un profesorado que no logra asumir un lenguaje diferente, una concepción distinta de su quehacer frente al grupo de estudiantes que también se resiste porque ya se acostumbró a asistir a la escuela y no aprender, sólo cumple con requisitos administrativos para pasar de un grado al otro, igual que sus maestros.

Cuando a los reformadores se les ocurrió decir que lo nuevo era lo mismo que lo que ya se hacía desde hace muchos años se perdió el sentido de todo, otra vez Schaunard (Y ahora… ¿quién podrá defendernos? Revista Educación 2001, septiembre del 2011): “Lo primero que hacemos cuando somos introducidos súbitamente en un nuevo ambiente lingüístico, es tratar de encontrar parecidos fonéticos o gráficos con nuestro propio código para intentar entreabrir la cortina que nos permita atisbar esa nueva realidad. Al final hacemos tantas sustituciones que, sin darnos cuenta, sometimos a la nueva lengua a nuestra gramática acostumbrada, haciendo un vis a vis con el que podemos continuar nuestras vidas…”. Es decir, para hacer lo nuevo seguimos haciendo lo viejo, engañándonos nosotros mismos. Parecer que cambiamos sin realmente hacerlo. Y luego nos sorprendemos de que lo nuevo no dé resultados.

Mientras, los profesores siguen haciendo como que hacen sin hacer realmente. Seguimos cumpliendo con requisitos absurdos con tal de tener mayores ingresos, como el burro persiguiendo la zanahoria que nunca podrá alcanzar. Hasta recurrimos a posgrados “patito” sabiendo que no aprendemos más, que lo supuestamente cursado no tendrá impacto en nuestra práctica cotidiana porque, otra vez, recurrimos a lo ya sabido para no aprender otra cosa, si acaso nos volvemos soberbios. Ese es el juego de la meritocracia.

Nuestras escuelas debieran ser un hervidero de discusiones, los resultados de ENLACE tendrían que estar siendo examinados a detalle, vinculándolos al trabajo en el aula, al de cada quien en particular, al de todos como comunidad, pero eso no sucede, estamos esperando que los administradores nos den su interpretación y nos impongan sus acciones, para cumplir con el requisito.

sábado, 10 de septiembre de 2011

SEXENIO REFORMISTA

Cuando me preguntaron qué era lo que caracterizaría al presente sexenio en lo referente al tema educativo, así, de bote pronto, lo primero que se me vino a la cabeza fue el afán reformista. Si bien la reforma a la educación preescolar tuvo como fecha de arranque el año 2004, las otras dos, que pretenden “articular” el nivel básico en uno solo, sí son de este sexenio federal.

En el 2006 se lanza la reforma a la educación secundaria y, tres años después, en el 2009, la de primaria. Por fin llegamos a lo que el Dr. Zamanillo, representante de la SEP en el estado de Querétaro, dio a conocer a algunos medios de comunicación apenas la semana pasada: la integración de esos niveles en un solo sistema –por llamarlo así―, todo bajo el enfoque de la educación y evaluación por competencias, donde no hay reprobados, y las evaluaciones disminuyen a 3 en todo el transcurso escolar básico de los estudiantes: una al tercer año, otra en el sexto y la última en el noveno, esta última correspondería al tercero de secundaria actual.

Para lograr lo anterior es necesario presentar alguna forma de articular entre sí esos niveles que todavía ahora son radicalmente diferentes en perfil y formación docente, métodos, programas y trabajo en el aula. Pero antes de pasar a eso hay que mencionar lo obvio pero no por ello menos importante.

Nadie puede dudar que nuestro sistema educativo necesita cambios profundos, nuestros niños y jóvenes no tienen el hábito ni saben leer, en el mejor de los casos son capaces de seguir un texto y hasta decirlo en voz alta, pero no entienden lo que leen y están diciendo, su comprensión es pobre y su aprendizaje está peor. Ni referirnos a sus capacidades para expresarse por escrito o el manejo de lenguaje abstracto como el matemático. Allí están como muestra los diferentes indicadores académicos, la reprobación, deserción y los malos resultados en las evaluaciones propias –como ENLACE, EXCALE, y las realizadas por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa―, y las internacionales como PISA, que nos permiten compararnos con nosotros mismos y con el resto de los países que voluntariamente participan en las mismas. No tiene caso, ahora, flagelarnos repitiendo los resultados, simplemente que quede como sustentada la necesidad de un cambio. Pero eso no significa que hay que conformarse con lo que sea y que se haga como caiga, la urgencia no puede estar por encima de lo importante, una reforma mal hecha desperdicia lo poco bueno que estemos haciendo a cambio de estandarizar errores que nos van a costar varias generaciones más corregir. Y no es solo cuestión de tiempo, es que no podemos estar jugando con la vida de esos niños y jóvenes que, de entrada, suponen que los adultos sabemos lo que estamos haciendo con su formación.

El especialista e investigador Eduardo Andere señala algunos problemas graves de ese esfuerzo reformista que pareciera terminar mal con una “articulación” hecha a lo tarugo, bueno, esto último lo digo yo, Andere es más preciso: “No hay un nuevo currículum, no hay una nueva filosofía; hay una aglutinación con cambios en algunos aspectos… Es un documento antididáctico y por tanto antipedagógico, porque es extraordinariamente excesivo ―¡más de mil páginas, una vez que incluya ya todos los programas de estudio!―. Yo no conozco ningún currículum alrededor del mundo que tenga ese tamaño. Los maestros en México no leen; no podemos esperar que el maestro vaya a leer un documento de más de mil páginas… Que me parece una falta de respeto, a un año de distancia (de que termine el sexenio), que lancen un documento que literalmente ata la educación a PISA, a unos supuestos estándares internacionales que no existen. No hay estándares internacionales” (Entrevista publicada en la revista Educación 2001, agosto 2011).

Y eso que no hablamos de la Reforma Integral a la Educación Media Superior (RIEMS) que también tiene sus asegunes. Ojalá que al menos en el tema educativo el sexenio no termine como empezó, con la excusa del “haiga sido como haiga sido”, así no se hacen las cosas.

sábado, 3 de septiembre de 2011

EL CULTO

“Verán sus propias vidas con la mirada de otros, escucharán los cuentos de otros en lugar de sus propias historias, les fascinarán las caras de otros en lugar de las suyas propias”. Orhan Pamuk, El libro negro.

Las cosas no son como parecen ser, la realidad es una construcción social en la que cada quien aporta lo que puede, o lo que los otros dejan que uno ponga. Los gobernantes que se exponen exageradamente a los medios de comunicación terminan convencidos que son esos que aparecen en las magnas fotografías de las primeras planas, que son los héroes renacidos de los que hablan los noticieros, que son más que humanos como les susurran sus consejeros.

Los mexicanos sabemos que nuestros mandatarios, apenas ocupan el cargo ―y a veces desde antes, desde que sueñan ocuparlo― se marean, se creen muy superiores a lo que en realidad son, llegan a pensarse infalibles, indispensables, los grandes guías de súbditos indefensos que no tienen por qué tener voz ni pensamiento propios. El fenómeno es viejo, muy viejo, tanto que las advertencias, las biografías de vidas que terminan en el ridículo debieran servirnos de ejemplo para evitar que siga sucediendo. Pero la ambición y la vanidad no tienen memoria, son profundamente amnésicas y resistentes a la crítica.

El premio Nobel de literatura Orhan Pamuk, desde una novela alucinante como es “El libro negro”, se inventa una reflexión sobre la locura del culto a la personalidad, bueno, esa es una de las posibles lecturas, porque cada quien, desde su contexto, podrá encontrar otros discursos, precisamente ese el mérito de la buena literatura. Entre las muchas historias que se van tejiendo está la del príncipe que, preocupado por ser un buen gobernante para su pueblo, se aísla en su castillo para no recibir la influencia de los otros, de esos interesados en convertirlo en otra cosa diferente a lo que aspira a ser, pero el esfuerzo es vano, parece que el poder no se puede ejercer sin estar sometido al influjo de los demás y pretender lo contrario es más loco que aceptarlo.

“Todos los pueblos que no pueden ser ellos mismos, todas las civilizaciones que imitan a otras, todas las naciones que se contentan con las historias de otras, están condenados a desplomarse, a desaparecer, a ser olvidados”. Ese es el lugar de la historia, de los viejos nacionalismos, de las tradiciones y costumbres que pierden parte de su forma de ser para integrarse a un mundo cada vez menos diferenciado, y caemos en la tentación de copiarlo todo, hasta nuestros representantes populares comienzan a referirse a un país que no existe, recitan ideas que nunca han tenido y tampoco comprenden, llegan a creer en lo que se dice en los medios de comunicación de ese lugar, cada vez más imaginario, que ellos dicen gobernar.

“Los felices años de mi infancia duraron mucho. La estúpida felicidad de mi infancia duró tanto que viví hasta los veintinueve años justos como un niño estúpido y feliz. Un imperio que permite que un príncipe heredero que algún día habrá de subir al trono pueda llevar hasta los veintinueve años la vida de un niño estúpido y feliz está, por supuesto, condenado a desplomarse, a desaparecer”. Allí tenemos a los llamados “juniors”, esos que nunca han tenido carencia alguna, que viven una infancia perpetua porque el sistema político se los permite, que han sido educados en y desde el extranjero, que miran a los otros como los redentores que el destino nos mandó. Son los herederos de las grandes fortunas hechas desde el privilegio, desde la desigualdad consentida, desde la impunidad que les es natural. Esos de apellidos famosos, de imagen impecable, que han convertido las primeras planas y los procesos electorales en una interminable nota rosa.

domingo, 21 de agosto de 2011

HABLANDO DE VALORES

“La misión trascendental del educador es desarrollar alas en los que tienen manos y manos en los que tienen alas”. Santiago Ramón y Cajal.

Dos años para terminar el siglo 20, la preocupación por la educación con y en valores estaba latente, la secretaría de educación del gobierno queretano presentaba los materiales para trabajar el programa CRECER tanto en primaria como en preescolar ―este último en abril de 1999―.

El equipo coordinado por la Lic. Ma. Guadalupe Cuadriello del Programa Estatal de Valores, encontró la manera de hacer explícitos los valores presentes en los programas de estudio oficiales y la manera de trabajar con ellos sin necesidad de esperar a que la SEP hiciera las modificaciones pertinentes, proceso engorroso y muy tardado. El objetivo estaba claro y fue producto de una investigación amplia y plural: “No pretendemos imponer una definición o una jerarquía de valores. Nuestra opción es definirlos de manera provisional y operativa y jerarquizarlos a partir de una escala variable, flexible y dinámica. Concebimos que un valor es lo que permite al ser humano crecer en busca de un desarrollo armónico de sus posibilidades, tanto individuales como sociales. Consideramos, además, que la construcción de estos valores es producto de la interacción social”.

Siendo concebido como un programa institucional, su diseño e implementación estuvo al alcance de todos los interesados. Fue conocido, comentado, debatido y finalmente se echó a andar. Su permanencia, porque en las escuelas públicas se sigue aplicando, nos habla de su trascendencia y del consenso que logró, porque hablar de valores desde una educación cuya característica definitoria es ser laica, implica conocimientos, respeto y equilibrios.

Una muestra de lo anterior se encuentra en la página 4 de la guía didáctica para el maestro de primaria, recordemos que estamos refiriéndonos a la primera edición de 1998, puesto que ignoramos si hubo otras posteriores: “Para Pablo Latapí, la crisis que hemos estado sufriendo en el país es, en última instancia, una crisis de valores. Y es que al haberlos desatendido, hemos desatendido también la formación de seres espontáneos, activos, capaces de profundizar y sentir. Este intento por educar en valores va a empezar como tendrían que comenzar todos los proyectos educativos, con un grupo de niños y un maestro… y es que resulta penoso que los maestros, que son quienes permanecen más tiempo con los niños, ―y que junto con la familia, son responsables de su formación―, rara vez participen en la creación de planes y proyectos de estudio. Así esperan sólo cumplir instrucciones dadas por otros. Este es un documento en construcción, que desea la participación de todos los maestros y de los involucrados en el maravilloso proyecto de vida, que es educar”.

¿Borrón y cuenta nueva? Según la nota ―sin fecha― publicada en la página oficial de gobierno del estado, terminado el receso escolar se pondrá en marcha el proyecto “Educando con Valores”, sólo que ahora se origina no en la secretaría de educación, como parecería pertinente, sino en las oficinas del DIF estatal e implementado desde la USEBEQ. Lo único que se sabe públicamente, es que “Se distribuirán en la entidad 216 mil 671 cuadernos de trabajo y 5 mil 806 guías para maestros en mil 301 planteles educativos”.

Parece haber diferencias de origen con respecto al programa anterior y lo deja ver el todavía ―hasta el miércoles 17 de agosto―, coordinador general de la USEBEQ Jaime Escobedo: “desde las escuelas nuestros maestros y alumnos se sumarán a este programa que busca que todos tengamos una actitud de servicio y honestidad para ver las cosas de manera positiva”. Eso de que los maestros y alumnos “se sumarán” significa que no participaron en el desarrollo del mismo, que se va a cometer el error advertido y evitado hace 13 años, que se espera que los maestros “sólo cumplan instrucciones dadas por otros” y que precisamente por eso, por sentirlo ajeno, resulte en una simulación más y un fracaso. Ojalá que no, pero plantear como nuevo algo que ya existía significa que se está partiendo de cero, además de que causa extrañeza que la secretaría de educación haya permitido que le arrancaran un programa que por su naturaleza le corresponde.

lunes, 15 de agosto de 2011

EDUCACIÓN ESTRATÉGICA

Apenas cuatro párrafos, ni siquiera una cuartilla de las 105 que integran el total del documento, dedicados a uno de los temas supuestamente “estratégicos” del actual gobierno estatal, la educación media superior.

Vamos al principio: “La educación es un factor estratégico para el desarrollo personal y social. Le destinamos el 48 por ciento del presupuesto asignado al Poder Ejecutivo en 2011. Más de 7,000 millones de pesos se invierten en beneficio de la formación de niños y jóvenes. Los programas que se aplican en este sector tienen como finalidad contribuir a mejorar la calidad de los aprendizajes, a disminuir la cantidad de personas que no concluyen la primaria y la secundaria y a elevar el nivel de escolaridad de la población de 15 a 24 años”. Del discurso desapareció la educación como un factor relevante para acabar, o siquiera disminuir, la desigualdad social; la educación como palanca para tener una mejor calidad de vida, por la vía de mejores empleos y salarios; la educación como la principal ayuda para entender el mundo y disfrutarlo. Ahora es un “factor estratégico” que busca objetivos internos sin garantía de proyección en la vida cotidiana de las personas. Sólo faltó decir que el cuantioso presupuesto se va en nómina y la inversión nueva se queda muy por debajo de lo que se requiere, además de que el grueso de su presupuesto es federal y ya viene etiquetado. Nada más por citar un dato, la institución no lucrativa llamada Fondo Unido México, señala en su informe 2010 que nuestro país “invierte 11 mil 400 pesos al año por cada estudiante de primaria, lo cual es la inversión más baja entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)”.

Pero los cuatro párrafos que señalamos inicialmente tienen que ver con lo que conocemos como preparatoria o bachillerato, aquí ni siquiera se menciona el presupuesto para poder compararlo con el total de alumnos: “La matrícula de educación media superior creció con respecto al periodo anterior, 5.7 por ciento, registrándose 64,950 alumnos en el ciclo escolar 2010- 2011”. Tampoco se menciona la necesaria vinculación con los niveles precedentes y el superior. Ignoramos, en este documento, cuál es la demanda y qué porcentaje se está cubriendo. No se da cuenta de la desastrosa gestión del C.P Andrés Gerner, designado director general del COBAQ al inicio de esta administración, ni del estado lamentable en que dejó a dicho sistema, no hay autocrítica, ni siquiera un asomo de evaluación.

El Sistema Colegio de Bachilleres del Estado de Querétaro (COBAQ) requiere de adecuaciones urgentes, algunas se están intentando desde su dirección académica, con muchas resistencias porque se tocan intereses enquistados desde hace muchos años. Si desde la Ciudad de México se alerta sobre la pérdida de materias humanísticas ?necesarias para entenderse uno mismo y a la sociedad de la que formamos parte? en este nivel educativo, en el COBAQ tal desmantelamiento inició hace algunos años, con el pretexto de que los estudiantes necesitaban de más horas de Cálculo Diferencial e Integral, con el argumento estúpido de que les iban a preguntar en los exámenes de ingreso a las instituciones de educación superior, el área de Ciencias Sociales y Humanidades perdió horas de clase que se dedicaban a materias propias de ese campo de conocimientos como Sociología, Ciencias de la Comunicación, Temas Selectos de Filosofía, Historia del Arte, Etimologías Grecolatinas o Derecho, como si estas fueran prescindibles. Lo peor del caso es que los egresados terminan por no saber Cálculo ?por el crimen pedagógico que cometen muchos profesores, no todos, que supuestamente imparten la materia? y tampoco saben lo propio del área de conocimientos que eligieron para su futuro. Para colmo muchos de los profesores beneficiados con horas de clase que imparten en un área que no les corresponde, son los más resistentes a cualquier cambio en la didáctica y pedagogía, además de que entregan los resultados más pobres reflejados en muchos reprobados y poco aprendizaje.

Claro que hay cosas valiosas y rescatables que se ven en la cotidianidad de la vida académica, pero las resistencias y privilegios de algunos amenazan con descarrilar los intentos de cualquier cambio, por más necesario y urgente que sea. Muestra de lo que vale la pena: “En noviembre pasado firmamos un convenio para la implementación de la iniciativa Becas Capital Semilla, por medio del cual mujeres queretanas egresadas de educación media superior ganaron 7 de las 24 plazas para estudiar una carrera técnica en la Universidad de Georgetown en Washington”. Ojalá que esas alumnas, con familias de escasos recursos económicos, regresen mejor preparadas y eso impacte en el desarrollo de sus familias y comunidades.

sábado, 6 de agosto de 2011

LAS CIFRAS DE LA POBREZA EN QUERÉTARO

“Detrás de estas cifras, se encuentran personas con historias de injusticia, desposesión, discriminación e inseguridad. En tanto estas historias no sean escuchadas, los responsables difícilmente rendirán cuentas”, Alberto Herrera, Director Ejecutivo de Amnistía Internacional en México.

Más que un tema de solidaridad con nuestra misma especie, o de una moralidad que se desprecia porque no produce riqueza para algunos, el tema de la pobreza ya es de seguridad. Sin asustarse, no de seguridad nacional porque entonces a alguien se le puede ocurrir que hay que utilizar al ejército para combatirla. Sino de algo más cercano, de la certeza de que la forma y calidad de vida de los que tengan suficiente para apreciarla, está en peligro por las graves carencias de necesitados que harán lo posible para subsistir.

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad comienza a despertarnos, reaprendemos que las víctimas sociales de las políticas públicas –y aquí encajan la corrupción, la impunidad y la pobreza―, deben tener voz para dimensionar y darle solución a los problemas, que no son de ellos, son de todos; la cita con que comenzamos este texto apunta en el mismo sentido, en un mundo con un sistema económico globalizado en donde sus víctimas son tantas y además hay interés porque carezcan de identidad, los más gravemente afectados no son tomados en cuenta como interlocutores, apenas son cifras que encubren la desesperación y la falta de humanidad.

Las cifras de la pobreza en Querétaro nos descubren, por si hiciera falta, que no somos la islita paradisiaca en un país que funciona mal, que aquí también hay pobres, tantos que cada vez son más. Son las cifras que no aparecen en los informes de gobierno, son los queretanos que no tienen espacio en los medios porque sólo son noticia en montón, como estadísticas macabras, nada más.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), tiene arraigada reputación de hacer estudios serios y bien fundamentados aunque con resultados polémicos, más que nada por lo que miden y que refleja el éxito o fracaso de las acciones de gobierno. En el caso de nuestro estado la situación es real y urgente de atender.

En el lapso de tiempo medido, del 2008 al 2010, el número de queretanos en pobreza extrema incrementó, de 93,400 a 125,800 y no solo por el aumento en la población, sino en el porcentaje (5.3 a 6.9); mientras, los que se encuentran en “pobreza moderada” pasaron de ser 525,400 a 634,300 un incremento de más de cien mil personas en tan solo dos años. Pero el resto no está del todo bien, la disminución en la siguiente categoría que es la de “vulnerables por carencias sociales”, se corresponde con el incremento en las otras ya señaladas, en el 2008 había 629,100, dos años después se cuentan 595,300. Considerando lo que señalamos anteriormente, parece que hay un “corrimiento” de las categorías de queretanos menos vulnerables a los que caen en la pobreza, esta interpretación parece reforzarse porque en la llamada “vulnerables por ingreso” el porcentaje –apenas un 4.9― es prácticamente el mismo entre una medición y otra.

En estas páginas hemos repetido la idea de que la política económica produce concentración de riqueza en cada vez menos manos, y que para que eso ocurra tiene que ir acompañada de incrementos en la pobreza. Aquí se nota, entre los “no pobres no vulnerables”, o sea, los que están bien, cada vez hay menos, de una fecha a la otra pasan de ser 415,300 a 389,600 lo que da un decremento de 25,700, con todo y el aumento en el número total de queretanos. Falta considerar otros factores, ya habrá oportunidad, mientras hay que mencionar que la política social no busca remediar la mala distribución de la riqueza porque hay intereses que se han vuelto poderosos y lo impiden, si acaso se subsidian las múltiples carencias, se atacan los síntomas y se dejan intocadas las causas. De eso, repetimos, no hablan los informes de gobierno. Urge un cambio drástico, pacífico, que haga que unos salgan de la pobreza y vulnerabilidad y los otros puedan aprovechar lo que equitativamente les corresponde, las elecciones federales del próximo año son la oportunidad ideal, hay que aprovecharla.

sábado, 30 de julio de 2011

INFORMANDO

Cada sexenio y más si hay un cambio en la administración partidista, se reinventa el estado, pareciera que se parte de cero o que lo sucedido anteriormente sea mera anécdota sin valor histórico. Sin embargo hay herencias que van a pesar para bien o no.

En el caso del actual sexenio estatal esa herencia incluye obras que han estado envueltas en la polémica, principalmente porque no se hacen evidentes los verdaderos intereses inmediatos a los que responde, son los casos del aeropuerto –fallidamente intercontinental y que no logra despegar―, el centro de convenciones –con el apellido que le quedó grande: ciudad de las artes―, el Acueducto II –que inaugura la privatización del agua potable y cuyo alto precio tendrá que ser pagado por los consumidores―, y el anillo vial Fray Junípero Serra –mal hecho y que benefició a especuladores inmobiliarios, además de que le cayó de sorpresa a una administración municipal que sigue pensando “en ranchito”―. No tiene caso sumergirse en los detalles, ya ventilados en la prensa, el espacio es valioso para hacer recuentos.

Creo que podemos estar de acuerdo en que la seguridad no está tan vulnerada como en otras partes del país, aunque haya casos que no han trascendido a la opinión pública; que esa diferencia hay que cuidarla para beneficio de todos, pero en el segundo informe de gobierno no se menciona nada de las bodegas y laboratorios para elaborar drogas sintéticas encontrados recientemente, tampoco se dice nada de los casos pendientes de solución como el de la BMW negra, o algunos más recientes que, con todo y el “encargo” personal del gobernador le están quedando grandes a la procuraduría. Parece que detrás de todo está la posición de que la autoridad nunca se equivoca, de que la “verdad oficial” es la única válida, es más, desde el Plan Querétaro 2010-2015 se justifican los abusos: “Los elementos operativos de seguridad y procuración de justicia se encuentran cotidianamente expuestos a situaciones de riesgo potenciales y reales que, eventualmente y por sus intervenciones, pueden derivar en posibles violaciones a los derechos de las personas”. El problema es que eso está pasando y no se corrige.

Las cifras apantallan: “Las denuncias fueron atendidas con prontitud por parte del Ministerio Público quien dio inicio y trámite a 27,844 averiguaciones previas y determinó el 96 por ciento de éstas. La integración de las investigaciones se hizo adecuadamente logrando el libramiento, por parte de la autoridad judicial, de órdenes de aprehensión o comparecencia en 82 por ciento de los casos”. Esa sí es efectividad, pareciera que en un océano de impunidad hay una islita llamada Querétaro donde eso no ocurre, pero los datos disponibles de otras fuentes dan cuenta de otra cosa, por ejemplo, en el Plan antes mencionado encontramos que: “la Encuesta Nacional sobre Inseguridad revela que en el estado de Querétaro durante el año 2008, el 83% de los delitos ocurridos no derivaron en averiguación previa”. Y en las que sí llegan a ese punto hay una confusión muy evidente ya tratada, en otros casos, por analistas como Sara Sefchovich: “el derecho no son solamente leyes, reglas y normas frías sino también (y sobre todo) principios, entendido esto como exigencia de justicia y de moral positiva, de hacer lo correcto pero también lo bueno. El ordenamiento jurídico no puede olvidar la perspectiva ética, ni puede pretender ser neutral, porque todo él se sustenta en una posición moral”. Esa dicotomía está cada vez más presente en la justicia queretana, donde el afán de cargarse por el lado de la “reparación del daño”, está dando lugar a que se hagan verdaderos negocios por la falta de criterio de los agentes del ministerio público primero, y después de los jueces. Tan son problemas la prevención del delito y la procuración de justicia que se está renunciando a las mismas pretendiendo dejar en manos del ejército parte de las mismas, de allí la inversión de 15 millones de pesos en dos bases militares.

En el periodo que abarca el segundo informe de gobierno, la administración estatal ejerció un presupuesto de poquito más de 21 mil millones de pesos, como simple comparación fueron siete veces lo ejercido por el municipio “capital” que casi llegó a los 3 mil millones.

¿Qué tanto es tantito? El segundo informe estatal ya no establece prioridades, se supone que estas estarían señaladas en el Plan Querétaro 2010-2015, pero ambos documentos carecen de pistas al respecto. Si comparamos los 21 mil millones totales contra simples 17.5 millones uno podría suponer que a eso que se dedica tan poquito no es importante: “Querétaro es una de las entidades federativas que cuenta con mayores recursos para la ciencia y la tecnología. Esto ha sido posible, en parte, por la operación del Fondo Mixto de Fomento a la Investigación Científica y Tecnológica a través del cual se han ejercido 17.5 millones de pesos para el desarrollo de 17 proyectos”. Hay rubros completos en los que ni siquiera merece señalarse cantidad alguna, como el programa Cultura y Arte Cerca de Todos. Mientras, podemos presumir los 14 millones de pesos para remodelar el estadio Corregidora.

Sí hay más empleos en comparación con la media nacional, llegan inversiones, hay actividad económica, al grado de que la riqueza que producimos cada año -- El PIB estatal en 2010 ascendió a 248,300 millones de pesos― es más de 10 veces el presupuesto del gobierno estatal en el mismo periodo, solo que esa riqueza está mal repartida; en un país desigual somos uno de los estados más desiguales.

Hay más cifras, más temas interesantes, pero el espacio no da para más.

domingo, 24 de julio de 2011

MUROS

“Los muros no detienen la historia, simplemente la retrasan” Muros entre los hombres. Alexandra Novosseloff. Reseña en El Universal 03 de Julio del 2011.

La investigadora y fotógrafa francesa citada publica un libro de fotografías de los muros más famosos del mundo, esas monstruosas edificaciones artificiales que tratan de impedir el paso de un lugar a otro, como si las mercancías y los capitales –legales e ilegales―tuvieran más derecho a habitar este planeta.

Obvio decir que entre los muros fotografiados, tomando como pretexto el 20 aniversario de la caída del de Berlín en el 2009 y hasta la fecha, está el construido por nuestros discriminadores vecinos del norte. Como lo recuerda el mexicano y activista de los derechos humanos Sergio Aguayo, en los 29 años del Muro de Berlín, ese que se preciaba de dividir al mundo en dos ideologías contrapuestas, murieron 239 alemanes intentando cruzarlo; nada comparable a las tragedias cotidianas que enfrentan nuestros migrantes, tan solo en 15 años se han descubierto más de 5 mil 600 cadáveres a lo largo de las zonas áridas de nuestra frontera, principalmente la que colinda y se adentra en Arizona, aunque se estima que la cifra real pueda ser del triple.

La muestra fotográfica tiene además su propia investigación, se muestran los efectos que los muros tienen sobre las expectativas de vida e ilusiones de millones de seres humanos que buscan huir de la simple sobrevivencia y encontrarse una vida que puedan compartir con sus familias desde la lejanía y la inseguridad. Así podemos encontrar: “El muro entre México y Estados Unidos; la zona desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur; la Línea Verde que divide la isla de Chipre; las “líneas de paz” en Irlanda del Norte; un muro de arena que cruza el oeste del Sahara de norte a sur; el cerco de alambre de púas alrededor de los enclaves españoles de Cauta y Melilla en Marruecos; el cerco electrificado a lo largo de la línea de control entre Paquistán e India y el muro que divide a Israelíes y Palestinos son los ocho muros retratados”.

Esos muros destinados a separar, a impedir el paso, también han servido para reflejar los sentimientos, las añoranzas de esos que han intentado cruzar, con éxito o sin él; concentran las emociones, la resistencia, es el llamado “border-art”. También sirve como denuncia, como muestra allí están los cientos de cruces con los nombres, con los lugares de procedencia de esos miles de víctimas.

Como bien dice el reportero cultural Octavio Pineda: “Muros altos, muros eléctricos, muros de redes y muros franqueados por el hombre en su afán de libertad o de superar las barreras que lo separan de su familia y de sus amigos, que han migrado y están del otro lado del muro.”

CALIFICACIÓN PENDIENTE

Allí están los datos, acomodados de la forma más lucidora posible aunque sea la más incomprensible, ¿cómo esperar que un ciudadano cualquiera se lea hojas y hojas de autoelogios con chispitas de cifras que pretenden justificarlos? Imposible.

Más que dar cuenta de una obligación legal, los informes de gobierno se convirtieron en una coyuntura esperada y previsible, es la fiesta con que una administración municipal o estatal celebra a su titular. No quiere decir que es mejor que no se haga, al menos es una oportunidad para verle las entrañas al monstruo que constituye el creer que se gobierna un municipio o un estado.

A final de cuentas, el ciudadano tendrá la idea de su gobernante que le provoque el enfrentamiento cotidiano con las primeras figuras de autoridad, con el policía, el agente de tránsito, el ministerio público, el burócrata de ventanilla, el profesor y director de la escuela; o las ausencias de los mismos, que también pesan. Cuenta la existencia o no de los servicios públicos, su buena o mala calidad, como el transporte público, las vialidades, la disponibilidad de agua potable, el ordenamiento urbano, las áreas verdes y zonas de esparcimiento, el goce cotidiano del arte y la cultura.

Si algo queda claro después de revisar el texto de 142 páginas –incluyendo fotografías grandototas―del informe de la Presidencia Municipal de Querétaro, que por ser el más grande y que mayores recursos maneja tiene prioridad, es que “administrar” una ciudad de 1 millón de habitantes tiene su complejidad y su mérito. Por lo mismo ¿cómo evaluar? ¿Cómo saber si el presupuesto se utiliza en lo más importante? ¿Qué calificación merece?

Parece necesario partir de un falso consenso, creer que se hace lo indiscutible, que se interpretan con fidelidad los deseos de la gente, que lo que se hace está legitimado de antemano, por tanto la crítica sale sobrando: “Hace casi dos años convocamos a todos los habitantes del Municipio a construir y a compartir una visión común para el futuro de Querétaro”, la pregunta es obligada, ¿cuál es esa visión común y entre quienes la “vieron”?, principalmente porque implica el ejercicio de una buena cantidad de presupuesto público, en 11 meses: “la presente administración ejerció 2 mil 689 millones 846 mil 882 pesos”, comparado con: “un total de ingresos de 2 mil 960 millones 485 mil 533 pesos”, lo que significa que hay un guardadito, pero lo importante es que no existe una valoración de si es poco o mucho de acuerdo a un diagnóstico certero de necesidades. Lo que sí es que hay un deslinde respecto del gobierno estatal que no es de su partido: “el 51.5% correspondió a ingresos propios y el 48.5% a ingresos de origen federal”. Pero hay algo que hay que llenar y por eso la necesidad de legitimarse, lo dice el psicólogo social Pablo Fernández Christlieb: “Tal vez la tragedia de la época contemporánea, esa tragedia que se llama desánimo, desgano, descorazonamiento, desaliento, hastío, aburrimiento, es por el hecho de que los pensamientos que se producen son muchos y pueden ser verificados y correctos, pero no creídos, no habitados, y por lo tanto uno está ausente de ellos”.

Por lo menos se hace política, eso lo señalan la forma en que se toman las decisiones en un cuerpo colegiado como es un Ayuntamiento: “celebramos 30 sesiones de Cabildo: 24 ordinarias, cuatro extraordinarias y dos solemnes, en las cuales autorizamos 388 acuerdos: 324 por unanimidad y 64 por mayoría”, para que luego no salgan los otros partidos con regidores diciendo que no se les hace caso, obligándolos a ser corresponsables, sería bueno que ellos hicieran su propia evaluación y la dieran a conocer.

Lo demás son cifras y cifras acomodadas en 4 ejes de gobierno, pero resulta casi imposible aquilatarlos en conjunto, no se mencionan antecedentes, no se confrontan con necesidades, de qué sirve saber que se reforestaron “67 mil 200 m2 con plantas nativas del Municipio” si al mismo tiempo “Revisamos y autorizamos 17 proyectos inmobiliarios que representan 6 millones 210 mil 749 m2 de tierras para la construcción…”. O que se utilizaron “102 millones 587 mil pesos del recurso federal SUBSEMUN en el rubro de equipamiento para la adquisición de armas cortas, largas y municiones”, mientras que “Logramos asegurar 10 mil 635 kilogramos de mariguana, 276 dosis de cocaína, 63 dosis de metanfetamina, 188 pastillas psicotrópicas y 51 armas de fuego”.

Como dijimos antes, la valoración dependerá del contacto directo del ciudadano con su cotidianidad territorial y del oso que haga la propia autoridad municipal con las obras grandototas, como la pifia del llamado Distribuidor Capital, y todo por rescatar a un funcionario que lo mejor que le sale de la obra pública es la ineficacia y la polémica.

lunes, 18 de julio de 2011

INFORMES

Semana de informes de gobierno, el problema es que a la hora de escribir este texto no se tienen disponibles los documentos correspondientes. Pero podemos comentar lo que por evidente se nos olvida. Primero, que debiera ser un ejercicio puntual, claro, con esa transparencia que a fuerza de repetirla pierde su significado. De entrada nos tendrían que enterar de esas definiciones generales que enmarquen los programas y las cifras, una visión integral del municipio, un diagnóstico de sus necesidades, la certeza acerca de los recursos financieros y su manejo responsable; porque desde hace algunos años los municipios reciben cuantiosos recursos producto de una reforma legal que buscó fortalecerlos al ser el primer contacto del ciudadano con una autoridad.

Hay prioridades, falta saber si la autoridad las toma en cuenta o percibe el servicio público como “servirse del público”, si hay concordancia entre las carencias y los programas. ¿Se trata de paliar las desigualdades existentes y prevenir que se agudicen o de hacer obras grandotas, que sirvan para poner el nombre o las iniciales del munícipe en turno? ¿Se gasta en infraestructura que potencialice las posibilidades de desarrollo o se duplican nóminas para pagar facturas políticas de grupo?

Porque hay diferencias, para combatir la desigualdad hay que asegurar una distribución más equitativa de la riqueza, hay que evitar la excesiva concentración en pocas manos, el problema es que el modelo económico sigue con esa tendencia, a pesar de las consecuencias; y entonces se vale destruir zonas de reserva ecológica para beneficiar a los grandes fraccionadores y compañías constructoras con el pretexto de atender la necesidad de vivienda popular; también se vuelve respetable acabar con las pocas tierras de cultivo para regalárselas a las trasnacionales que instalarán maquiladoras que no respeten las leyes laborales, que impidan la organización de los trabajadores, que paguen poquito e impongan condiciones de trabajo –largas jornadas de trabajo, rotación de turnos, no reconocimiento de derechos—cada vez más extenuantes y que obligan al cambio continuo de personal, etc. Para los que buscan un modelo que justifique lo existente, que no atente contra las condiciones que producen riquezas insultantes contra pobrezas inconmensurables, existe el modelo de la “igualdad de posiciones”, que el sociólogo Françoise Dubet explica así: “Si tomo el mundo social latinoamericano en su conjunto tengo más bien una pequeña minoría muy rica, un grupito de clase media y después 30, 40, 50% de habitantes que están… desocupados o trabajan en el sector informal, familias descompuestas. Cuando usted vive en una sociedad donde 10, 15, 30% de la gente está “out”, sin salario, fuera de la protección social, la prioridad es –más que reducir las desigualdades– la integración de los que están afuera, yo supongo que todos los latinos lo saben, depende del crecimiento económico y de la voluntad política”, aunque también se pone cínico: “En particular, para la igualdad de posiciones, el crecimiento es lo que permite hacer redistribución sin debilitar mucho las condiciones de existencia de las categorías más favorecidas. Con crecimiento, los ricos pueden ser generosos sin hacer sacrificios”. En esto último está la clave, se trata de encontrar una forma de que las cosas sigan igual sin que existan estallidos sociales y entonces… En lugar de atacar las causas se le pone salivita a los síntomas, se multiplican los programas de becas porque no hay empleos bien remunerados, porque las niñas y jovencitas no ven más futuro que adelantar peligrosamente su maternidad, porque la educación está dejando de ser gratuita, porque la deserción escolar está incrementando, porque…

Sí, se trata de que los ricos no hagan sacrificios, para eso están los presupuestos públicos, también para que una pequeña camarilla de funcionarios trianuales se den una asomadita a la vida que nunca más van a volver a tener, para que se conviertan en los amargados que viven de lo que hicieron o tuvieron algún día, sin merecerlo.

Seamos optimistas, veamos si en esos informes asoma una idea rescatable, una acción efectiva de largo plazo, un toque de genialidad aunque sea involuntario.