domingo, 21 de agosto de 2011

HABLANDO DE VALORES

“La misión trascendental del educador es desarrollar alas en los que tienen manos y manos en los que tienen alas”. Santiago Ramón y Cajal.

Dos años para terminar el siglo 20, la preocupación por la educación con y en valores estaba latente, la secretaría de educación del gobierno queretano presentaba los materiales para trabajar el programa CRECER tanto en primaria como en preescolar ―este último en abril de 1999―.

El equipo coordinado por la Lic. Ma. Guadalupe Cuadriello del Programa Estatal de Valores, encontró la manera de hacer explícitos los valores presentes en los programas de estudio oficiales y la manera de trabajar con ellos sin necesidad de esperar a que la SEP hiciera las modificaciones pertinentes, proceso engorroso y muy tardado. El objetivo estaba claro y fue producto de una investigación amplia y plural: “No pretendemos imponer una definición o una jerarquía de valores. Nuestra opción es definirlos de manera provisional y operativa y jerarquizarlos a partir de una escala variable, flexible y dinámica. Concebimos que un valor es lo que permite al ser humano crecer en busca de un desarrollo armónico de sus posibilidades, tanto individuales como sociales. Consideramos, además, que la construcción de estos valores es producto de la interacción social”.

Siendo concebido como un programa institucional, su diseño e implementación estuvo al alcance de todos los interesados. Fue conocido, comentado, debatido y finalmente se echó a andar. Su permanencia, porque en las escuelas públicas se sigue aplicando, nos habla de su trascendencia y del consenso que logró, porque hablar de valores desde una educación cuya característica definitoria es ser laica, implica conocimientos, respeto y equilibrios.

Una muestra de lo anterior se encuentra en la página 4 de la guía didáctica para el maestro de primaria, recordemos que estamos refiriéndonos a la primera edición de 1998, puesto que ignoramos si hubo otras posteriores: “Para Pablo Latapí, la crisis que hemos estado sufriendo en el país es, en última instancia, una crisis de valores. Y es que al haberlos desatendido, hemos desatendido también la formación de seres espontáneos, activos, capaces de profundizar y sentir. Este intento por educar en valores va a empezar como tendrían que comenzar todos los proyectos educativos, con un grupo de niños y un maestro… y es que resulta penoso que los maestros, que son quienes permanecen más tiempo con los niños, ―y que junto con la familia, son responsables de su formación―, rara vez participen en la creación de planes y proyectos de estudio. Así esperan sólo cumplir instrucciones dadas por otros. Este es un documento en construcción, que desea la participación de todos los maestros y de los involucrados en el maravilloso proyecto de vida, que es educar”.

¿Borrón y cuenta nueva? Según la nota ―sin fecha― publicada en la página oficial de gobierno del estado, terminado el receso escolar se pondrá en marcha el proyecto “Educando con Valores”, sólo que ahora se origina no en la secretaría de educación, como parecería pertinente, sino en las oficinas del DIF estatal e implementado desde la USEBEQ. Lo único que se sabe públicamente, es que “Se distribuirán en la entidad 216 mil 671 cuadernos de trabajo y 5 mil 806 guías para maestros en mil 301 planteles educativos”.

Parece haber diferencias de origen con respecto al programa anterior y lo deja ver el todavía ―hasta el miércoles 17 de agosto―, coordinador general de la USEBEQ Jaime Escobedo: “desde las escuelas nuestros maestros y alumnos se sumarán a este programa que busca que todos tengamos una actitud de servicio y honestidad para ver las cosas de manera positiva”. Eso de que los maestros y alumnos “se sumarán” significa que no participaron en el desarrollo del mismo, que se va a cometer el error advertido y evitado hace 13 años, que se espera que los maestros “sólo cumplan instrucciones dadas por otros” y que precisamente por eso, por sentirlo ajeno, resulte en una simulación más y un fracaso. Ojalá que no, pero plantear como nuevo algo que ya existía significa que se está partiendo de cero, además de que causa extrañeza que la secretaría de educación haya permitido que le arrancaran un programa que por su naturaleza le corresponde.