viernes, 12 de julio de 2013

INFORME EN LA AQRÓPOLIS

Eso de aQRÓpolis es una aportación para que se inventen un programa con ese nombre, ya que tienen de moda forzar las palabras. Comentar y resumir no es lo mismo, en lo primero prevalecen las percepciones, lo subjetivo tomado de forma peyorativa; en lo segundo hay que amarrarse a un texto que quizás no tenga muchas posibilidades de desarrollo. Por ejemplo, más que hacer caso a los contenidos de lo dicho por los improvisados comentaristas de las televisoras, cabe señalar que el vacío produce caos y algunas preguntas que escapan al acto protocolario. ¿Cuánto costó que las cableras y las repetidoras de las estaciones abiertas dedicaran desesperantes intentos por encontrar algo qué decir? Intentemos mezclar ambas cosas en lo que se refiere al primer informe de gobierno municipal de Roberto Loyola, así, sin apellido materno como aparece en el documento, bajado de la página de internet del Municipio. Lo obvio, es un “documento” de apenas 124 cuartillas, con títulos y fotografías grandotas, con amplios espacios para “darle aire”. Todo pretendidamente organizado en 5 ejes y su respectivo desglose, con abundantes señalamientos contundentes pero vagos por incompletos: “Implementamos un programa transversal de prevención social del delito, con el que atacamos desde la raíz, aquellos factores de riesgo que inducen la generación de violencia” pero no se señala cuáles son y cómo se atacaron; o “implementamos estrategias de control y recuperación de los espacios públicos, con la finalidad de ordenarlos y armonizarlos” ¿controlar los espacios públicos, cómo se hace eso y para qué? ¿recuperarlos? Pues ¿quién los tenía? Se aprecia el intento de decir mucho sin decir nada, si los redactores del texto no cobraron una buena cantidad perdieron la oportunidad de su vida ¿cómo se le hace para hilar esto?: “Como parte de la consolidación del Modelo de Inteligencia Policial, se implementó un mantenimiento permanente al sistema de videovigilancia y lectores de placas fijos y móviles, así como a la interconexión de la red modular con las bases de datos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal para el respaldo de todos los registros que arrojan los diversos sistemas”. Ajá. Hasta cuando se dan cifras resultan completamente inútiles porque no hay con que compararlas “el municipio contribuyó a la recuperación del 28.0% de los vehículos con reporte de robo en el estado”. ¿Eso es mucho, es poco, cuántos vehículos se roban en el municipio en comparación con el total estatal? Misterio. En el apartado llamado “control de legalidad” la primera sospecha surge con el mismo título ¿la legalidad se controla o se cumple?, bueno, dejemos las suspicacias, lo que queríamos señalar es que comienza con la foto grandota ─ya lo habíamos dicho─ de ¡una cafetería! Nos encanta su sentido del humor pero todavía nos estamos preguntando qué significa. Llenar ─es un decir─ 124 cuartillas con datos imprecisos, enunciados incompletos, cifras fuera de contexto es más difícil que hacer un informe en serio, y sin embargo lo hicieron: “Se está trabajando en la integración de una red interinstitucional con los distintos órdenes de gobierno, para controlar e inhibir la realización de fiestas clandestinas, así como para prevenir la trata de personas, fomentando esquemas de participación ciudadana a favor de la gobernabilidad.” Otra duda existencial, las fiestas clandestinas ─obvio, clandestinas para la autoridad no para los asistentes─ ¿se controlan? Lo que implica cierto grado de permisividad, ¿o se inhiben? Lo que significa no permitirlas, castigar si ocurren. Como que se nota cierta manga ancha para algunas cosas y eso se refleja en las imprecisiones del lenguaje: “De acuerdo a la importancia que demanda el control de alcoholes, se han aplicado un total de 114 infracciones por falta de licencia, horarios no permitidos y venta a menores, así como la clausura de 36 establecimientos por diversas infracciones a la Ley Sobre Bebidas Alcohólicas del Estado de Querétaro.” Así que no tener licencia para vender bebidas alcohólicas es apenas una infracción y no amerita clausura, tampoco pasarse del horario establecido, y menos vender a menores de edad, por lo menos eso admite el texto. Las ganas de adornarse y rellenar llevan al extremo discursivo: “Además se diseñó, elaboró y distribuyó material educativo en forma de historieta, dirigido a toda la familia como parte de la campaña Cero Discriminación, el cual mediante distintos medios audiovisuales logró el objetivo de concientizar a más de 4 mil habitantes del municipio sobre la necesidad de eliminar las conductas sociales de discriminación.” Si ya se dijo que fue mediante una historieta, para qué meter lo de “mediante distintos medios audiovisuales”, es una historieta y ya, mejor que mencionen el tiraje para saber cómo llegan a los 4 mil concientizados. Pero ya encontramos la manera de resolver el problema, habría que decir que la historieta se leyó en voz alta. No es mala leche, es que resulta hasta divertido tratar de descifrar algo, porque entender es otro cantar, y es que cada párrafo provoca la duda y a querer responder, y apenas vamos en la página 28, y es que comentarlo todo rebasa el espacio y la intención; en lo que toca a protección civil: “En los nueve meses de gestión se han atendido un total de 9 mil 810 servicios, de los cuales 2 mil 767 fueron acciones para atender emergencias, predominantemente incendios, fugas de gas y accidentes terrestres.” Bueno, hay cifras, pero ¿y los más de 7 mil que no se caracterizan y que son la mayoría? Porque también se gastó en atenderlos. No alcanza para seguirle, apenas queda como muestra de lo que algunos entienden por redactar un informe, pecando de buena fe ─en este caso es todo un pecado─, pensemos que lo que se buscó fue apenas cumplir con una obligación constitucional pero, principalmente, no hacerle sombra al informe del titular del ejecutivo estatal. Pero eso es asunto de ellos, los ciudadanos y sus representantes, deberíamos exigir un informe que cumpla con ciertos requisitos, y que además se entienda.