viernes, 26 de julio de 2013

LAS MARAVILLAS POSIBLES

Nuestros pueblos mexicanos tienen más de magia que de realidad. Comenzando por sus nombres que en la mayoría de las veces reflejan más un anhelo, un alucine con vista al futuro. Uno de ellos es Presa de Maravillas ubicado en la parte más agreste del estado de Zacatecas, donde la humedad que presiente una presa está totalmente ausente, y porque las maravillas que promete no están en la geografía, sino en su gente, en su escuela telesecundaria de una sola aula porque sus jóvenes, muchos de ellos, ya se fueron para el norte a buscarlas ─las maravillas─, en otras latitudes y en otros sueños que se quedan en simples frases publicitarias con una amarga realidad; pero regresemos al pueblo, que llama nuestra atención por dos cosas, una, porque su telesecundaria es el escenario esperanzador de un programa pedagógico que busca crear comunidades de aprendizaje a través de redes de tutorías, y dos, porque es el protagonista del documental que muestra la penosa travesía de nuestro sistema educativo y una de sus posibles soluciones, con un impacto más allá de su única aula. Hay que ver el documental para comenzar a entender el esfuerzo y la teoría que la sustenta, sus resultados, la transformación de los alumnos que se convierten, todos, en tutores de sus compañeros, que recuperan sus sueños, sus ganas de progresar y ya no abandonar su tierra. Ya lo habíamos recomendado la semana anterior, está en: documentalmaravillas.com y fue presentado al público apenas el mes de junio pasado. El modelo está basado en las ideas del pedagogo mexicano Gabriel Cámara y está plenamente sumergido en nuestro contexto escolar. No son sueños guajiros, es una propuesta que vale la pena conocer, así como se está haciendo en más de 9 mil planteles de secundaria. Desapareció ENLACE, sus resultados se pervirtieron por un sistema político incapaz de aprovechar lo poco o mucho que existe o producimos. ENLACE sirvió para interpretarlo como a los políticos les dio la gana, pero nunca bajó la información detallada a los docentes, muchos de los directivos ni siquiera sabían interpretarlos, solo sirvió para hacerse caravana con el trabajo de profesores con vocación y bien preparados que nunca han sido reconocidos. Por lo pronto el boletín oficial del INEE dice “Interesa conocer tanto la validez técnica de las pruebas, las condiciones y los usos que se han derivado de su aplicación, como las consecuencias que han tenido. Lo anterior se hará reuniendo equipos de alto nivel, integrados por expertos nacionales e internacionales especializados en los diferentes aspectos evaluables de una prueba. La intención es tener resultados preliminares este mismo año y terminar el estudio en 2014”. Mientras se propone el nuevo modelo evaluador, hay que tomar en cuenta los datos encontrados por el propio Instituto Nacional de Evaluación Educativa, todavía presidida por Mario Rueda Beltrán y que aparecen en su informe titulado: Panorama Educativo de México 2012. Indicadores del sistema educativo nacional ─www.inee.gob.mx─ “La mayor parte de las escuelas de educación básica y media superior eran de sostenimiento público: 83.7% de los preescolares; 91.5% de las primarias y 87.9% de las secundarias; en educación media superior la cifra fue considerablemente menor que en los niveles previos: 63.3%”. Las conclusiones quedan a los lectores, pero queda clara la cobertura abrumadora de la educación pública. Uno de los reproches hechos a ENLACE, además de la perversidad de ligar los estímulos económicos a los profesores con los resultados de los grupos de estudiantes, es que no tomaba en cuenta el contexto cultural y socioeconómico en que está inmerso cada centro escolar, y que esa indiferencia distorsionaba cualquier intento de comparación. Imposible querer resumir un estudio muy detallado, de 578 cuartillas, que abarca una gran cantidad de temas que es necesario conocer pero que aquí no caben, por ahora nos bastará saber que: “La mayor parte de los preescolares indígenas y comunitarios se enfocan a niños que residen en localidades de alta y muy alta marginación: 93.7% de los preescolares indígenas y 78.6% de los comunitarios se ubican en estas zonas […] En educación primaria, el patrón de distribución de escuelas es similar al de educación preescolar: 93.5% y 80.2% de las escuelas indígenas y comunitarias se ubican en localidades de alta y muy alta marginación […] En educación secundaria, 75.2% de las telesecundarias se concentran en localidades de muy alta a media marginación ─como la de Presa de Maravillas que ya mencionamos antes─, mientras que 86.6% de las escuelas comunitarias están en localidades de muy alta y alta marginación […] En educación media superior, la presencia de estudios de profesional técnico es reducida en localidades de alta y muy alta marginación, aunque 39.9% de los bachilleratos generales, a través del telebachillerato y de los centros de atención a distancia, están presentes en estas áreas.” El potencial humano y las propuestas pedagógicas allí están, a pesar de las penurias económicas, de la escasez de recursos materiales, de las agresiones interesadas de cúpulas empresariales, de la ignorancia supina de nuestros gobernantes y de reformas contrahechas. Pero hay que apoyarlas, armonizarlas, concentrar y concertar esfuerzos, estar conscientes de que la buena educación cuesta y que hay que invertir en ella. Lo único que no podemos seguir desperdiciando es el tiempo.