viernes, 21 de febrero de 2014

A REMATE

Hasta parecíamos alpinistas invadidos por los espíritus de los más atrevidos trepa montañas, ansiosos por alcanzar el difícil objetivo; de un día para otro y sólo por unas horas, nueve para ser precisos, fuimos la sede de la Cumbre de América del Norte, que no fue otra cosa que la instalación del tianguis a que fueron invitados los presidentes de Canadá y Estados Unidos de América para venderles lo único que nos queda, nuestro subsuelo y todas sus riquezas. ¡Bara, bara, pásele a llevarse el petróleo, el oro, la plata y lo que se encuentre! A cambio aceptamos espejitos y portadas de revistas. Los descolones en privado se alcanzaron a hacer públicos, nada de quitar las visas para viajar a Canadá declaró míster Harper, es un asunto interno y de seguridad nacional; nada de promesas migratorias de míster Obama, quien ostenta el ridículo honor de ser el presidente que más deportaciones ha hecho en la historia de ese país, lleva más de 2 millones más las que se acumulen diario porque, como ha trascendido, los funcionarios y jueces migratorios tienen, cada uno, que cumplir una cuota de 75 deportaciones diarias sin importar razón humanitaria alguna. Mientras, nos tragamos la excusa de que es un tema doméstico donde no tenemos porqué repelar. Y nuestro cobarde gobierno federal cumple con esa expectativa. Hubo otra visita que no alcanzó las primeras plenas que los angloparlantes anteriores. Pero fue una visita incómoda, de varios días, recorriendo parte de la geografía nacional y viéndose cara a cara con ciudadanos que tienen mucho qué decir. Además, se reunió con nuestro presidente, no en Toluca, sino en sus oficinas, nada más por eso la noticia alcanzó a trascender en algo. El Secretario General de Amnistía Internacional, Salil Shetty, vino a decir lo que todos sabemos pero preferimos ignorar porque las malas noticias no nos gustan, preferimos mantenernos en una burbuja de ignorancia a menos que los problemas nos afecten directamente y sea demasiado tarde prevenirlos. En un documento de 12 cuartillas ─que se puede consultar en: http://ir.amnistia.mx/mexico─, se nos recuerda, a todos, que “En marzo de 2014, el gobierno anunciará formalmente cuáles recomendaciones adoptará de las 176 realizadas en 2013 por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. La adopción de aquellas recomendaciones coherentes con los estándares internacionales de derechos humanos, seguida de su rápida implementación con acciones concretas que garanticen efectos duraderos, representará una prueba de qué tan seriamente considera el gobierno sus obligaciones en materia de derechos humanos.” Asombra la cantidad de recomendaciones hechas por un organismo especializado en derechos humanos a las autoridades de nuestro país, afortunadamente hay una fecha precisa para su respuesta, habrá que darle seguimiento porque son sobre aspectos muy importantes y dolorosos. Mientras, el memorándum que tratamos, titulado Los retos de México en materia de derechos humanos, dirigido directamente a Enrique Peña Nieto en su carácter de presidente, señala entre otras cosas que: “La alarmante situación de inseguridad en muchos lugares del país y las consecuencias del combate al crimen organizado y a los cárteles de la droga por parte de las fuerzas armadas, iniciado en la administración anterior, han aumentado la inseguridad y la violencia en muchas regiones, dejando a muchas comunidades desprotegidas y en riesgo. Los reportes sobre abusos de derechos humanos cometidos por la policía y las fuerzas de seguridad, incluyendo desapariciones forzadas, tortura y detenciones arbitrarias continúan y la impunidad en todos los crímenes sigue siendo la norma. Las y los defensores de derechos humanos y periodistas, quienes frecuentemente tratan de apoyar a las víctimas y revelan los abusos, enfrentan cada vez mayores ataques. Las mujeres, los pueblos indígenas y las personas migrantes sufren discriminación y violencia, pero sus posibilidades de obtener reparación son escasas. El sistema de justicia continúa defraudando a las víctimas, a quienes se acusa de los delitos y a la sociedad en general […] para mostrar que la impunidad dejará de ser tolerada, debe demostrar en la práctica que cualquiera que esté implicado directa o indirectamente en abusos de derechos humanos será llevado ante la justicia y que las víctimas tendrán acceso a la verdad y a la reparación. Amnistía Internacional exhorta al presidente y a su gabinete a mostrar fuerte determinación y compromiso para abordar la situación crítica de derechos humanos en el país […] La prometida base de datos, a escala nacional, de personas desaparecidas sigue sin operar […] En 2013, las autoridades migratorias detuvieron a 82.269 migrantes y deportaron a 75.704 de ellos, la gran mayoría de Guatemala, Honduras y El Salvador. Muchas más fueron las personas que intentaron cruzar hacia los Estados Unidos. En México, muchas personas migrantes continúan sufriendo abusos a manos de la policía y otras son víctimas de secuestros, trata, abuso sexual y homicidio por parte de las bandas criminales que a menudo operan en colusión con las autoridades locales […] Las personas defensoras de derechos humanos y periodistas se enfrentan a ataques, amenazas, intimidación, secuestro y ejecuciones en represalia por su legítima y valiosa labor. Aquéllos detrás de los ataques casi nunca son llevados ante la justicia […] La violencia y la discriminación violan los derechos humanos de mujeres y niñas y comprometen severamente su salud y derechos sexuales y reproductivos. La violencia de género sigue penetrando las vidas de mujeres y niñas en todo México. La impunidad de tal violencia, incluyendo el abuso sexual y el feminicidio, es generalizada […] muchas comunidades indígenas en el país siguen sufriendo discriminación, además de acceso limitado a la justicia, a la salud, a la educación, a la vivienda y a la tierra. Hasta ahora, las medidas que ha tomado el gobierno no han sido las adecuadas para enfrentar los obstáculos estructurales más grandes que les impiden disfrutar de estos derechos.” Ese fue una selección de algunas partes del memorándum, organizado por temas, cada uno con un diagnóstico breve y con las mínimas e indispensables exigencias que se deben cumplir para normalizar el respeto a los derechos humanos en México. El panorama que dibuja y que conocemos porque lo padecemos es sombrío, hay que unirnos para forzar a que las cosas cambien, porque así como están a algunos, poquitos, les convienen.