viernes, 17 de octubre de 2014

EXPLICACIONES NECESARIAS

Necesitamos entender para saber qué hacer. Entender lo que pasa en este México de fines del 2014 no es fácil, demasiados datos sueltos, demasiadas vidas desperdiciadas, demasiado dolor acumulado, el horror cotidiano como forzado artículo de consumo, la impotencia de querer hacer algo y no atinar una respuesta inmediata con la mínima lógica que la soporte. Así estamos. Que México esté convertido en una narco fosa no es del mes pasado, podemos seguir una continuidad macabra desde los feminicidios en Ciudad Juárez con que terminamos el siglo XX, con Acteal y Aguas Blancas, con las masacres que mencionamos aquí mismo apenas la semana pasada, con lo que se acumuló en esta misma y que aumenta día con día. Las explicaciones han sido pocas y desesperanzadoras. Desde quien dice que lo sucedido en Ayotzinapa fue producto de un momento de irracionalidad de alguien que tomó una decisión sin pensarlo siquiera, al calor del momento, y que fue acatada por unos imbéciles acostumbrados a no cuestionar nada; hasta los que han percibido un persistente afán de acercarse al despeñadero de la inhumanidad y aventar a quien sea creyendo que eso los va a salvar. Guillermo Trejo en el diario español El País no duda en escribir que para él «La masacre de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa fue una acción estratégica y premeditada para sembrar el terror y doblegar a los grupos de la sociedad civil que en Iguala y en municipios aledaños participaban en distintos procesos de articulación social – incluyendo policías comunitarias – para hacerle frente a las extorsiones, secuestros y asesinatos por parte del crimen organizado y de las autoridades públicas a su servicio. La masacre fue un acto de reconstitución del poder local; una acción barbárica mediante la cual el grupo criminal Guerreros Unidos quiso dejarle en claro a los movimientos sociales de la región quién era el mandamás. Fue, también, una ejecución ejemplar para incentivar a los ciudadanos y a los pequeños y medianos empresarios y comerciantes de la región a continuar pagando el “derecho de piso” y con ello consolidar la toma criminal del poder en la zona. » http://internacional.elpais.com/internacional/2014/10/10/actualidad/1412970176_327641.html Raúl Zibechi en un texto publicado el 3 de octubre, antes de que se calentaran las cosas a las temperaturas que estamos viviendo, plantea una hipótesis que divide en tres apartados, el texto completo está disponible para su lectura, pero nos detenemos en lo que pudiera ser un primer resumen « Es probable que estemos ingresando en un sistema peor aún que el capitalismo, una suerte de economía de robo, más parecida a la forma como funcionan las mafias del narcotráfico que a los modos empresariales que conocimos en la mayor parte del siglo XX. Es probable, también, que esto no haya sido planificado por la clase dominante, sino sea el fruto de la búsqueda desmesurada de lucros en el periodo financiero y de acumulación por desposesión, que ha engendrado una generación de buitres/lobos incapaces de producir otra cosa que no sea destrucción y muerte a su alrededor […] Parece que la clase dominante decidió que con el actual grado de desarrollo tecnológico puede prescindir del trabajo asalariado que genera riquezas, y ya no depende de consumidores pobres para sus productos. Más allá de que esto sea un delirio inducido por la soberbia, parece evidente que los de arriba no pretenden ordenar el mundo según sus viejos intereses, sino generar regiones enteras (y a veces continentes) donde reine el caos absoluto (como tiende a suceder en Medio Oriente) y otras de seguridad absoluta (como partes de Estados Unidos y Europa, y los barrios ricos de cada país).» http://www.jornada.unam.mx/2014/10/03/opinion/026a2pol El experto en temas de delincuencia organizada Edgardo Buscaglia, que advertía desde hace años que podían pasar episodios como los que estamos viendo, alcanza a develar que «Lo que tú tienes hoy como Presidente es uno más de los coordinadores de este descontrol político que tú tienes allí, son coordinadores de este pacto de impunidad, son coordinadores, facilitadores de este… ahora es Peña Nieto antes era Calderón, básicamente cambiaron las caras pero es el mismo horror, Lamentablemente en países donde los controles colapsan surgen masacres, surgen grandes casos de desvíos de fondos, surgen embajadores que se dedican a hacer negocios en vez de representar a su país en Europa como en Estados Unidos y en diferentes lugares del mundo, surgen síntomas, chispas de corrupción, crímenes de lesa humanidad, como es el caso de las masacres que tú has venido siguiendo desde que ocurrieron […] Cuando lo que une a la clase política de un país, no importa el partido, no es un proyecto común de Estado y de sociedad, donde la izquierda puede tener un mecanismo de implementar ese proyecto diferente a la derecha, cuando no hay un proyecto en común entre la clase política y lo único que los une es el negocio, el negocio electoral, el negocio petrolero, el negocio de privatización de la electricidad, cuando lo único que los une es el negocio, el tráfico de influencias, el conflicto de interés dentro de la clase política a la cual pertenece el señor Navarrete. Entonces tienes estas explosiones que sacuden la conciencia mundial, que sacuden la conciencia colectiva, que sacuden la conciencia de cualquier ser humano con un mínimo de decencia, pero un mínimo de decencia es lo que más escasea en un país como México, entre la clase política a la cual pertenece el señor Peña Nieto, el señor Navarrete, el señor Madero y todo esa fauna política que ustedes tienen ahí.» http://aristeguinoticias.com/0910/mexico/epn-tiene-el-mismo-rol-que-calderon-es-coordinador-del-pacto-de-impunidad-buscaglia/ Álvaro Delgado participa con su visión « Ahí está, a la vista, la pus: Las complicidades al más alto nivel entre criminales y políticos, sin distinción de partidos; entre jueces y magnates; entre mafiosos y autoridades para que el dinero sucio fluya en los circuitos financieros formales. El Estado es ya un megacártel, una estructura mafiosa con fachada de democracia que se va desvaneciendo aceleradamente. Y la única certeza que hay –quién lo duda– es que la violencia va a seguir desbordándose, con el costo mayor para los pobres. Si no se quiere entender que la miseria y la inequidad social son el fermento para la violencia y no se procede para contrarrestarlo, lo único seguro es que seguirá desbordada la violencia y las matazones serán, como se ha visto, cada vez más cruentas.» http://www.proceso.com.mx/?p=384692 No hay hipótesis optimistas, finalicemos con una más « En uno de sus sentidos últimos, la violencia no es únicamente el ejercicio letal y de exterminio contra la sociedad, es también la triste articulación de fallidas estrategias de “desarrollo”, el triunfo siempre precario del neoliberalismo y su efecto en el desmontaje de la capacidad jurídica del Estado para impartir justicia. El Estado mexicano no puede elaborar una respuesta moral y verosímil ante la violencia porque el rasgo ideológico que lo define actualmente lo hace imposible: el neoliberalismo reformista tiene que seguir invencible y jamás la violencia en sus últimos ciclos le obliga a sospechar que toda esta ilegitimidad de barbarie tiene alguna conexión con el modelo de depredación económica actual ni con el fracaso de la transición a la democracia en México.» Gustavo Ogarrio. La Jornada Semanal 09 de marzo 2014.