domingo, 14 de agosto de 2016

LOS INVISIBLES Y LOS VENCEDORES

Respeto a los atletas mexicanos que se esforzaron por dar las marcas para asistir a las olimpiadas, porque además tuvieron que sortear las corruptelas, ineficiencias y chicanadas de los dirigentes deportivos. Somos un país que devora comida chatarra, que produce obesidad infantil y enfermedades crónico degenerativas, a nuestra clase política no le interesa el deporte, la salud, la educación o la desigualdad social, sólo sus negocios, su vida bonita, su vacía felicidad. No, los atletas no tienen la culpa. A otra cosa. Los vencidos no quieren revancha, los vencidos no quieren guerra, los vencidos ya no son invisibles, sí son la alternativa viable a un sistema de despojo sistemático, que concentra la riqueza natural, económica y cultural en unas cuantas personas a costa de la destrucción del planeta y lo poco que nos queda de humanidad. El filósofo mexicano Enrique Dussel, en su análisis de las ideas europeas que nos llegaron con la colonialización, que pretendió destruir o volver invisibles a las culturas indígenas lo pone así: «La modernidad está llegando a su límite de destrucción de la vida en la tierra y generando una desigualdad gigantesca. Eso es eurocentrismo porque creen que han construido una gran civilización. En parte sí, pero fue algo que empezó en China y en el mundo árabe, como lo evidencian las matemáticas y los vestigios de revolución industrial en China mucho antes que en Inglaterra. Además, los europeos dependen de Asia y no lo reconocen. Por supuesto en Asia también hay otras formas que están aniquilando el mundo, como el estalinismo chino que ha superado en producción a los Estados Unidos causando igual o más daños ecológicos con su modelo de producción.» http://www.elespectador.com/noticias/actualidad/filosofia-europea-no-universal-articulo-552386 Los vencidos tienen otra forma de ver el mundo, de relacionarse con él, de pensarse como parte de algo mucho más grande que hay que cuidar porque así nos cuidamos todos: «Las epistemologías del sur son un proyecto para valorar y validar los conocimientos nacidos de la lucha de grupos sociales que han sufrido sistemáticamente las injusticias, las discriminaciones, las exclusiones del capitalismo, el colonialismo y el patriarcado. Normalmente, nuestros conocimientos, los valorados, por ejemplo, por las universidades, son los de los vencedores. Nuestra historia, la que se cuenta en las escuelas, es la contada por los vencedores. Los vencidos nunca contaron la historia. Las epistemologías del sur pretenden demostrar que la comprensión del mundo es mucho más amplia que la occidental y que el pensamiento occidental produjo una línea abismal que dividió las sociedades entre metropolitanas, las visibles, y las coloniales, las que no cuentan, las invisibles. Esto llevó a que se produjera todo un vastísimo campo de ausencias.» http://ctxt.es/es/20160323/Politica/4947/Boaventura-de-Sousa-Santos-entrevista-Europa-fronteras-derechos-humanos-colonialismo.htm Pero esas ausencias se convierten en presencias cuando los modelos actuales se derrumban y dejan al descubierto lo que querían esconder. La ONU declara que, en este mes de agosto, el día 9, sea el día internacional de los Pueblos Indígenas, durante el mismo, en una declaración conjunta de 4 relatores especiales, hace una recomendación que deberíamos considerar para nuestra reforma educativa; ya no se trata de “integrar” a los pueblos indígenas a nuestra forma colonizada de educar, sino de que: «los Estados y los pueblos indígenas deben trabajar juntos para satisfacer el derecho de esos pueblos a establecer y controlar sus sistemas e instituciones educativas.» http://www.un.org/spanish/News/story.asp?NewsID=35581#.V6pbs5grK1s La vieja Europa no consumó, pero sí consumió, los pretendidos derechos universales del hombre. Esa Revolución Francesa que se dio como producto del rompimiento de formas de pensamiento dogmáticas para instalar un cientificismo que sirvió en su momento y hasta varios siglos después, llegó a su límite y no creció para ofrecer otra alternativa. Incluso sus avances presentados como un ejemplo de lo que debería ser a escala planetaria, dependían de subordinar a los no europeos: «Se basa en una idea muy vieja de Europa, debido a toda su tradición colonial, la del nosotros y ellos. Los ellos no tienen los mismos derechos. Durante muchos siglos Europa logró mejorar la vida de sus obreros y de sus mujeres, pero ¿con qué? Con todas las rentas que venían de las colonias, del saqueo de los recursos naturales. Al inicio del siglo XIX en Europa emergía un derecho laboral que protegía a los trabajadores. En ese mismo momento, en el otro lado de la línea, en las colonias, era derecho penal, trabajo forzado. Esta dualidad es tan abismal que la gente no la ve, parece que nuestros derechos humanos son universales, pero están en vigor sólo acá. Del otro lado de la línea, no.» Boaventura De Sousa Santos. Las desigualdades ya llegaron al límite, sus efectos descarnados muestran que nuestro consumismo depredador no tiene futuro y nosotros tampoco si lo seguimos ciegamente, a pesar de lo que digan y hagan esos poquitos que insisten en quedarse con todo y a pesar de todos. Por eso las comunidades y pueblos indígenas se están coordinando para presentar propuestas colectivas, una de ellas es la del Buen Vivir, una muestra de ello es lo declarado por el representante de la Organización Hñahñu para pueblos indígenas del Valle del Mezquital Cesar Cruz Benítez, quienes a pesar de estar rodeados de plantas industriales siguen defendiendo sus tierras y lugares sagrados y que se puede consultar en http://www.eluniversal.com.mx/articulo/estados/2016/08/9/hnahnu-otomies-se-resisten-la-modernidad#.V6nHkXRR3eM.facebook Mientras, en Querétaro, tuvo lugar la Conferencia "El Buen Vivir. La Cosmovisión de los Pueblos Originarios frente a la barbarie capitalista, impartida por Jorge Mansilla Torres (ex embajador de Bolivia en México) el jueves 11 de agosto en el auditorio de la Biblioteca Central de la Universidad Autónoma de Querétaro. Los vencidos ofreciendo su sabiduría ancestral a los vencedores. Esperando que haya tiempo para corregir el rumbo.